Dani Garrido (Carrusel Deportivo), invitado en ‘El Faro’ de Cadena SER

Dani Garrido

Dani Garrido, director de ‘Carrusel Deportivo’, fue el Gatopardo de ‘El Faro’ este lunes. Con el pseudónimo de ‘El forastero’, en honor a lo que le decía siempre su Yaya Eloína cuando regresaba de Madrid, ciudad donde vive desde 2010 cuando llegó a los estudios centrales de la Cadena SER. Durante la entrevista de más de media hora, Garrido ha explicado cómo ha sido su familia, la importancia de su familia en su vida, las despedidas que ha sufrido y su vida ligada al programa que dirige y el deporte.



Su pueblo: «Utilizo cualquier argumento para hablar de mi pueblo, de Legazpi, y tenemos una jugadora muy importante del Barça, de la Selección Española, que jugó en París, que es Irene Paredes».

Familia e infancia: «Hemos sido una familia bastante austera, nos hemos conformado con muy poca cosa, no hemos pedido mucho. En la santa vida he tenido una consola de videojuegos, ni la última bicicleta, ni el mejor balón, me he ido conformando con lo que he tenido. Aquel regalo sí que estaba por encima de las posibilidades que yo tenía. Recuerdo haber jugado horas y horas con el ‘Auto cross’, era un coche imantado y mi padre me lo arreglaba para que pudiera ir por otros recovecos y poder exprimir un poco más el juego de mi vida».

Yaya Eloína: «Cuando cumplí 40 años, los bandidos de ‘Carrusel’ siempre preparan algo. No soy muy disfrutan ni de celebrar en general, soy muy alemán y muy vasco, muy duro para lo de las emociones me cuesta mucho… pero mi yaya me mandó un mensaje cuando cumplí 40 y lo emitieron en antena. Recuerdo los apuros que pasé para no llorar, para no expresar lo que realmente sentía, que es ridículo. Cuando trabajas en la radio lo que se trata es de transmitir emociones, pero me es mucho más fácil las deportivas. Me cuesta mucho más expresar lo que sentía por mi abuela que es un amor enorme y me hizo una ilusión tremenda».

La prueba para entrar en la SER: «Estaba muy tenso, era la ilusión de mi vida: la Cadena SER, la radio, el Athletic, el fútbol. Además Íñigo Markínez lo dice, lo hice muy mal».

La llamada de ‘Carrusel’: «Fue en verano en Cádiz 2010. Jamás en mi vida había visitado la Cadena SER en Madrid. Es bastante habitual que gente de la provincia venga a Madrid y hagas una guía. Yo no había venido nunca. No quería matar esa curiosidad de que si la voz del locutor te enamora no te pases por la emisora. Lo cumplía 100%. Yo estaba muy a gusto en Bilbao, pensaba que mi vida era perfecta. Una de las llamadas más importantes fue para decirme lo que había y que habían pensado que tenía que recalar en Madrid, armar un nuevo equipo de ‘Carrusel Deportivo’. Hablé con Laura Martínez, seguramente la llamada más importante porque la conozco desde que tenemos 20 años, y entonces me decían que tenía que venir a Madrid. Me daban a elegir quedarme en Bilbao, pero cuando te hacen una llamada así sabes lo que hay».

Viaje a Madrid: «Mi madre tenía una especie de fascinación de que tenía que probar hasta dónde podía llegar. Ella era amante de la radio pero le daba vértigo no tenerme cerca. Dejó en mí la decisión, dije que quería venir, pero evidentemente metí los 11 años de vida en Bilbao en dos maletas y me vine a Madrid. Me faltó la gallina, porque soy de pueblo como las amapolas. Pero aquí me planté».

La relación con su madre: «Mi madre era una mujer con carácter, de la cultura del esfuerzo y del trabajo, que no era negociable. Yo soy igual, a través del trabajo se acaba llegando. Eso me ayuda, es el modelo que desarrollo. Hasta que enfermó no te das cuenta de lo importante que es la figura materna, antes teníamos disparidad de criterios, sin grandes broncas, viajamos mucho y disfrutamos, nos adorábamos. Desde que enfermó yo la llamaba mínimo dos veces al día. Si no dejé Madrid se lo debo a Laura Martínez y Rober, porque lo hubiera dejado, y a mi madre, que prefería escucharme a tenerme cerca. Prefería que yo siguiera con mi carrera. Evidentemente estaba en los momentos más importantes y mi familia la cuidó a un nivel increíble, pero es verdad que desde entonces se acabaron las broncas y nos contábamos mucho las cosas. Quizás antes de la enfermedad no lo hacíamos. Si yo me hubiera dedicado a la fontanería o hubiese sido químico, también hubiera creído que era el mejor.

Anécdota de ciclismo: «Induráin, gana una etapa delante de la puerta de tu casa. Estaba allí. Era el año 90, era una etapa en mi pueblo y era un sprint. Llegó como un obús, todavía no era super conocido porque no había ganado el Tour, y para mí fue absolutamente impactante. Mi madre adoraba el ciclismo con unos conocimientos brutales. Cuando ganó, me acerqué a él, tengo un autógrafo de él en mi casa en Legazpi. Imagínate la conversación que tuvimos luego».

El amor de su madre por el deporte: «El deporte que más le gustaba era el atletismo. Era de la Real por chincharme, que yo soy del Athletic. El tenis también. Después de contar en Carrusel que Nadal hace historia, si hubiera levantado el teléfono me hubiera dicho, lo primero si habría comido y cenado algo después del programa, que me lo preguntaba siempre si estaba bien o me dolía la cabeza. Luego un análisis corto de cómo lo había hecho que generalmente era muy bien, excelente, eres el mejor… y luego habría comentado el partido conmigo. A ella no le preocupaba que yo fuera el director de carrusel, el productor… le preocupaba que estuviera bien haciendo lo que fuera. Le daba igual que pudiera dirigir el ‘Carrusel’ o no, no era importante para ella».

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