Crónica de los desencuentros entre Mónica Terribas y Saül Gordillo en Catalunya Ràdio

Alex Gutierrez hace un desglose detallado de los acontecimientos en el diario Ara:
La marcha de Mònica Terribas de Catalunya Ràdio fue una sorpresa de última hora, con la temporada a punto de cerrar, pero el caldo que llevó a la periodista a abandonar el magacín matinal de la emisora ​​hacía años que hervía. Esta es la cronología de un conflicto que se ha saldado con su renuncia a dirigir el programa – cuando todavía tenía un año de contrato – y que evidencia las fricciones constantes entre los informadores de la emisora ​​pública, la dirección y el consejo de gobierno. Son los «chirridos» que denunciaba la periodista, en la que fue la última «portada» al frente del magacín matinal de la radio pública.



Agosto de 2013
La llegada de Mònica Terribas en la casa ya señaló las tensiones existentes en la estructura de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. El director de la emisora ​​entonces, Fèlix Riera, había explicado públicamente que su opción para presentar «El Matí» era aprovechar el personal de la casa: su candidato era Kilian Sebrià. Pero desde el consejo de gobierno de la CCMA se optó por Terribas. Riera, militante de Unió Democrática, presentó la dimisión un mes después, pero no se la aceptaron. Siguió siendo director hasta julio de 2015, cuando la ruptura de la federación entre CDC y UDC provoca su destitución por parte de Brauli Duart, presidente del ente y considerado el hombre de Convergencia en la Corporación.

Enero de 2016
El consejo de gobierno de la CCMA nombra a Saül Gordillo como director de la emisora, en virtud de un pacto entre CDC y ERC que afecta a los directores y los jefes de informativos de los medios. El periodista, procedente de El Periódico, es uno de los nombres que ha elevado a ERC.

Mayo de 2016
La relación entre Terribas y Duart ha ido deteriorando. Uno de los momentos culminantes del conflicto llega en mayo del 2016, cuando la presidenta en funciones de la Corporación, Núria Llorach -que forma equipo indisoluble con Duart- envía un burofax sin previo aviso a Terribas ni la a dirección, rescindiendo el contrato en vigor y ofreciéndole uno para su continuidad en Catalunya Ràdio por un importe sensiblemente más bajo. Las nuevas condiciones suponen un agravio comparativo con otros profesionales de la casa que cobran prácticamente lo mismo haciendo menos horas de micrófono y aportando menos oyentes.

Junio ​​de 2018
El periodista Ricard Ustrell interpreta que ha recibido el encargo, por parte de la presidencia del ente, de comenzar a preparar la temporada siguiente de «El matí de Catalunya Radio». Además, sondea a estrellas radiofónicas de la competencia de cara a una teórica incorporación a la emisora ​​pública. Esto causa una desestabilización tanto en la dirección de la emisora, que se siente desautorizada, como en el equipo del magacín. Tras semanas de especulaciones, el 9 de junio Gordillo anuncia públicamente la voluntad de garantizar la continuidad de Terribas.

Mayo de 2020
Dos años más tarde comienza el acto final de esta crisis. Después de meses de choques entre Terribas y Gordillo por cuestiones editoriales, lo que genera un ambiente de trabajo deteriorado, la periodista envía un mensaje al Consejo de Gobierno en el que constata las discrepancias constantes con la dirección y el clima de máxima tensión que dificulta poder hacer el programa con normalidad. Para poder hacer el año que le falta de contrato con las garantías que considera necesarias envía una propuesta de adenda que solicita añadir a su contrato.

10 de junio de 2020
Terribas y Llorach firman el nuevo contrato, que incluye la adenda propuesta, tan sólo con modificaciones menores. La periodista lo había solicitado como medida para garantizar que podía ejercer sus funciones de directora de «El matí de Catalunya Ràdio». La tirantez con la dirección de la emisora ​​-el equipo formado por Saül Gordillo, director; Santi Faro, director de contenidos, y Jordi Borda, adjunto a la dirección- se había saldado con numerosos conflictos por los contenidos y la sensación, por parte del programa, que tanto la misma radio como TV3 le jugaban al contragolpe. Uno de los añadidos, por ejemplo, reclamaba poder tener un profesional dedicándose a las redes sociales, ya que se consideraba que la emisora ​​no promocionaba suficientemente su programa estrella. Fuentes de la CCMA explican al Ara que «todo lo que se pedía era razonable para alguien que es responsable del espacio que aporta más del 70% de audiencia de esta casa». Más allá del conflicto sobre el control editorial, también se regulaban aspectos como los patrocinios impuestos, la participación preferente de Terribas en programas especiales y una mejor promoción del programa a través de los contenidos digitales y de TV3. Asimismo, se daba margen para que el magacín decidiera cuando salía del estudio, un punto que había despertado fricciones con la dirección de la radio. Las tres partes -periodista, dirección y consejo de gobierno- se obligaban a reunirse mensualmente para evaluar si la confianza se había recosido.

14 de julio de 2020
El presidente del Parlamento, Roger Torrent, debe leer una declaración institucional ligada al espionaje que ha sufrido, presuntamente por parte del Estado. Desde la dirección de la emisora ​​se pide que se conecte en directo. Terribas alarga el programa unos minutos, pero la aparición de Torrent se retrasa. Finalmente, la periodista cede paso a «Apocalipsi» -un concurso que queda dentro de la franja de El Matí- con la instrucción que ya se recuperará inmediatamente después, para no interrumpir este espacio, que ya había comenzado mutilado. Es un conflicto aparentemente poco importante, pero al día siguiente marcará la reunión más trascendente entre Terribas y Gordillo.

15 de julio de 2020
Terribas tiene una reunión convocada al mediodía, luego del programa, con las tres personas del equipo de dirección para hablar de los contenidos de la temporada siguiente. Pero Faro y Borda no acuden, por motivos médicos, por lo que el encuentro se convierte en un cara a cara entre Terribas y Gordillo. Y no va bien. Si aquella adenda en el contrato pretendía normalizar las relaciones estableciendo unas normas de juego, se hace evidente que no lo ha conseguido. Después de hablar de movimientos de secciones y de cómo conseguir hacer el programa más ágil a partir de septiembre, surge la polémica sobre Torrent del día anterior. Las diferencias entre ambos afloran de nuevo. Y la periodista le anuncia que no tiene sentido continuar y que decide plegar. Gordillo arguye que él ha cumplido las condiciones de la adenda. Pero el hilo de confianza ya se ha partido y Terribas pide pactar su salida en términos aceptables para todos. Como no quiere ruido, se ofrece a consensuar la comunicación que hará llegar al consejo de gobierno de la CCMA, anunciando que renuncia al año que le queda.

16 de julio de 2020
Terribas envía la carta primero en Gordillo, por la tarde. La respuesta llega unas horas después, diciendo que no hace ninguna objeción y dejando la puerta abierta a reconducir el asunto. Cuando la comunicación le llega, el consejo de gobierno de la CCMA entra en modo de alarma. Es un texto formal, de desistimiento de contrato, en el que Terribas constata «la imposibilidad de generar una relación de confianza profesional», sin dar más detalles, y conmina a las partes a romper la relación con el mínimo perjuicio para el medio público. También durante esas horas el equipo del programa recibe un vídeo en el que Terribas explica que al día siguiente será su despedida, después de haberlos comandado durante siete temporadas. Ya entrado el atardecer, uno de los miembros del Consejo de Gobierno, Antoni Pemán -que era quien estaba designado para hacer de enlace en el cumplimiento del addenda-, se ofrece para mediar. Pero no hay diálogo posible: al día siguiente se pondrá fin a una etapa de siete años en que se ha roto el récord de audiencia del programa.

17 de julio de 2020
Terribas lee su portada por la mañana. Asegura que no se marcha por cuestiones personales, ni familiares, ni porque esté cansada. Habla de unos «engranajes» que «chirrían» y, en la frase más relevante de su despedida, dice: «Estoy convencida de que la dirección de Catalunya Ràdio encontrará una nueva ingeniera o ingeniero que haga funcionar este maravilloso motor como ellos quieren». Es la única referencia directa a las continuas colisiones con Gordillo y su equipo. Aquella mañana hay también comisión de control de la CCMA. Los diputados de JxCat Francesc de Dalmases y Eduard Pujol dedican palabras duras a Gordillo, pero como se trata de un asunto sobrevenido que no forma parte del orden del día no hay espacio para el debate. El director no entra en las causas de fondo y se limita a agradecerle los servicios prestados, asegura que ya piensa en el relevo -las fechas lo complican- y responde que los cambios pueden traer más audiencia. Minutos más tarde, aun en el Parlament, Llorach anuncia que ha convocado una sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno, en la que se pide la comparecencia de Gordillo.

20 de julio de 2020
El Consejo se reúne en una de sus sesiones más tensas. Llorach lleva una propuesta explosiva: cesar a Gordillo. Sobre el papel lo puede hacer porque es la presidenta en funciones y de ella dependen los nombramientos de directivos. Pero, al mismo tiempo, el pacto de gobierno entre JxCat y ERC determina un reparto de cargos en la Corporación que esta decisión dinamitaría. Y, en todo caso, la presidenta en funciones necesita una mayoría cualificada. Como los seis miembros originales del consejo ya sólo quedan cuatro, a Llorach le hacen falta dos votos más, o bien un solo voto y una abstención. El soporte de Pemán -consejero propuesto en su día por Unió pero fiel a Llorach- lo tiene garantizado. Faltan o Rita Marzoa (a propuesta de ERC) o Armand Querol (PP). No se cuenta con Querol, a quien se considera cercano a Gordillo desde que ambos coincidieron y trabaron amistad a finales de los 90 en Rubí: el primero como carismático concejal de la ciudad vallesana, el segundo como director de la edición de El Punt de este municipio. Los ojos están todos sobre Marzoa, que, a pesar de ser una de las personas de ERC en la estructura del ente público mantiene una relación distante con el directivo. La abstención, además, no resulta suficiente para salvarlo. Finalmente, se impone la dinámica de partido y Marzoa vota en contra de la destitución. Dos votos a dos, en un consejo inusualmente fracturado, ya que la inmensa mayoría de decisiones se suelen tomar por unanimidad.

Llorach sí consigue, en cambio, todos los votos para activar el proceso de redactar las bases del concurso público que debe nombrar a los futuros nuevos directores de la radio y la televisión, de acuerdo con la modificación de la ley de la CCMA pactada el Parlament nueve meses atrás. Pero esta pretensión choca con el hecho de que cuando los partidos votaron la nueva ley lo hicieron dando por hecho que la previsión de un concurso de directores sería la prerrogativa de un nuevo Consejo de Gobierno, que no han conseguido pactar (ni hay indicios de que lo tengan que hacer pronto). Terminada la reunión, la Corporación emite una nota de prensa en la que manifiesta la pérdida de confianza de la presidenta en funciones en el directivo y explica el intento frustrado de separarlo del cargo.

21 de julio de 2020
Gordillo, según ha podido saber el Ara, escribe un mensaje a los consejeros en que exige la rectificación del comunicado que ha enviado a la prensa. En concreto, el periodista denuncia que no se hayan recogido sus argumentos y señala dos fragmentos que, a su juicio, lesionan su honorabilidad. En primer lugar, cuando la acusan de «falta de implicación y de falta de voluntad clara del directivo para mantener en antena» el programa. Y, en segundo lugar, cuando señalan que «la gestión del director en este sentido ha llevado a la renuncia irrevocable de Terribas», a lo que él opone que se ha tratado de una salida voluntaria. El mensaje de Gordillo indica que, si no se introducen estos cambios, iniciará «las acciones judiciales oportunas» para restablecer «la honorabilidad y prestigios profesionales». A estas alturas, sin embargo, ni se ha producido ninguna rectificación ni tampoco se ha activado la respuesta legal anunciada. El conflicto en el seno de la Corporación se mantiene plenamente abierto, a las puertas de una convocatoria electoral.

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