Cristina Hermoso de Mendoza cuenta que tuvo suerte porque desde pequeña le gustaba la literatura. «No me suponía ningún esfuerzo leer y recuerdo con cariño cuando mi prima me pasaba sus libros», ha contado la directora y presentadora de «La estación azul de los niños» en un Facebook Live que RNE ha realizado desde la librería Kirikú y la bruja de Madrid.
Pero sin duda, su abuela materna fue quien le metió el gusanillo de la lectura en el cuerpo. «Era maravillosa y una gran contadora de historias», ha destacado la periodista.
Quizá ahí empezó a fraguarse la semilla de «La estación azul de los niños» (sábados de 17.35 h a 18.00 h), un programa que ha cumplido siete años en la antena de Radio 5 y que es el único espacio cultural y familiar en la radio española a nivel nacional.
«Intentamos conquistar al niño pero también que el adulto que está al lado reciba un mensaje enriquecedor» -ha explicado- «Si algo he aprendido a lo largo de estos años con el programa es que un buen libro de literatura infantil es aquel que conquista al niño y al adulto también le aporta algo, le enriquece de alguna forma».
La idea de «La estación azul de los niños» nació como una apuesta personal de Cristina, quien afirma que al principio fue difícil y tuvo que defenderla bien «porque lo primero que te dicen es que los niños no escuchan la radio pero es un círculo vicioso, no escuchan la radio porque no hay nada para ellos, afortunadamente estamos en una radio pública que busca atender a todos los públicos y poquito a poco nos hemos hecho un hueco».
A la hora de seleccionar los temas de los que va a hablar en cada emisión cuenta con absoluta libertad, «eso es un privilegio […] cuando pienso qué voy a contar y cómo lo voy a contar pienso en los niños».
Reconoce que la literatura es «la niña mimada» del programa, en el que tienen cabida muchos otros contenidos como la gastronomía, la danza, la moda, el teatro o la fotografía («La cultura puede enriquecer mucho tu vida, es como vivir a oscuras o encender la luz»).
También es imprescindible la participación de sus oyentes, sus pasajeros («que son lo mejor de este programa») y que regalan a la presentadora momentos entrañables en la redacción. «El mejor rato de la semana en el trabajo es escuchar el contestador porque recibes mucho cariño y los niños son tan de verdad que es auténtico cien por cien, si un niño te dice que le gusta el programa, eso vale oro».
Los adultos sin niños también escuchan el programa «y noto especial sintonía con los ancianos, con los abuelos», ha asegurado. La estación azul de los niños lo puede escuchar cualquier persona «desde los tres hasta 303 años», ha bromeado Cristina, y si es en familia ¡mejor!.
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