«Cowboys de Medianoche» es el mejor programa de la radio española para la revista GQ

Cowboys de medianoche

O por lo menos, lo es para Noel Ceballos que así lo ha expuesto en este extenso artículo de la Revista GQ.
Luis Herrero presenta todos los viernes en esRadio una tertulia cinematográfica con José Luis Garci, Eduardo Torres-Dulce, Luis Alberto de Cuenca y, ocasionalmente, Inocencio Arias. Es el Valhalla de las tertulias cinematográficas.



Dejemos que, en la hora más oscura, cuando todo parece perdido, a un paso de abandonar toda esperanza, estos señores nos indiquen el camino de la luz, la bondad y las anécdotas de sus viajes a Nueva York.

Cowboys de Medianoche es mi programa de radio favorito, a varios cuerpos de distancia del segundo. Sobre el papel, se trata de una tertulia cinematográfica conducida por Luis Herrero e integrada por José Luis Garci, Eduardo Torres-Dulce, Luis Alberto de Cuenca y, ocasionalmente, Inocencio Arias. En realidad, Cowboys es la vida condensada en hora y media semanal de radio libre. No hay formato, no hay una escaleta férrea. Es puro jazz improvisacional, pero nunca, jamás, es aburrido. Todo lo contrario: cada vez que los escucho hablando de Fritz Lang o Raoul Walsh, me siento como un privilegiado que se ha colado en una de sus legendarias sobremesas.

Hay gente que pertenece al fandom de Star Wars. Otros son más de Harry Potter. Yo, en cambio, soy de los Cowboys. Escuchar una nueva entrega es abrirle la puerta a la felicidad y a la manera de ver las cosas de unos tipos que no tienen igual en el mundo. Son únicos, por lo que sus diálogos muchas veces dan tantos giros imprevistos que sólo puedes rendirte ante ellos. Te pones en sus manos sin saber hacia dónde te van a llevar. Siempre merece la pena. Siempre aprendes algo.

El programa puede ser, eso sí, demasiado exigente para el neófito, pues Cowboys tiene una continuidad básica y una serie de puntos cardinales que debes conocer. Por ello, y porque mi objetivo es que todo el mundo escuche este programa para poder comentarlo conmigo, he elaborado un pequeño Glosario Cowboy. Una clase 101 que te servirá para poder entrar de lleno en una conversación que lleva ya casi veinte años celebrándose en las ondas, y que yo personalmente no quiero que se acabe nunca.
2001: Una odisea del espacio

Herrero y Garci mantienen una discusión de décadas por esta película de Stanley Kubrick, que el primero detesta y el segundo tiene en mayor estima (si bien muchas veces deja caer que funciona mejor “cuando la ves con un canuto”).

Arias, Inocencio
También conocido como “El Diplomático”. Nuestro hombre se jubiló de sus funciones como embajador, volvió a España y descubrió que algunos viernes por la noche no tenía nada que hacer, así que ahora se pasa por el estudio cada vez que eso sucede. Y yo lo celebro: Chencho Arias es, hasta yo sé, el único tertuliano que se ha levantado en directo durante un programa de radio y ha salido un momento del estudio para pagar el ticket de la ORA. También recuerdo con cariño su interpretación del final de Apocalypto («Un canto a España») y cuando reconoció no haberse dado cuenta de que Scarlett Johansson trabajaba en Her, probablemente porque hubo una parte en la que se quedó dormido.

Boxeo
La más bella expresión del atletismo humano para un Cowboy. Si aún no has escuchado unas treinta anécdotas de combates históricos es que no eres fan del programa.

Buscando a Nemo
Garci destacó esta producción de Pixar como una de las mejores películas de la década de los 2000. Años después, respondiendo a la pregunta de un oyente sobre si los videojuegos también pueden ser obras maestras, sentenció que no. “¡Bueno!”, añadió entonces. “A ver, un momento. ¿Buscando a Nemo podría ser considerada un videojuego? Porque entonces sí”.

Camino a la Perdición
Una de las películas favoritas de Luis Herrero es, también, una de las que más veces ha sido analizada en el programa. Es como si los Cowboys tuviesen ciertos vórtices en los que no pueden evitar quedarse atrapados de vez en cuando, lo que quiere decir que el fandom del programa ya ha escuchado una media de sesenta veces que el conflicto del personaje de Paul Newman es que desearía que Tom Hanks, y no Daniel Craig, fuese su hijo carnal.

Campmany, Conchita
Sale mencionada tanto que casi podríamos concederle el título oficial de Cowgirl. Su casa es el sancta sanctorum del programa: las comidas que la anfitriona celebra allí, siempre regadas con el mejor Vega Sicilia, son material de leyenda. De hecho, hay programas que se han grabado directamente en casa de Conchita, donde un Cowboy sabe que siempre tiene un lugar donde quedarse a descansar y sacudirse el polvo del camino. Un lugar con vino y caviar abundantes.

Cines de Madrid
Los Cowboys tienen una memoria prodigiosa en lo que se refiere a recordar la sala concreta donde vieron una película, sin importar la cantidad de años que haya llovido desde entonces. Por tanto, el programa puede servir también como un magnífico catálogo de todos esos cines ya perdidos de Madrid: el Fantasio, el Benlliure, el Peñalver, el Consulado, el Salamanca, el Imperial, el Jorge Juan, el Pompeya… Si existió, ellos vieron allí al menos una del Oeste.

Club Cowboys de Medianoche
Durante una temporada se obsesionaron con la idea de montar en Madrid un club de fumadores donde poder ver cine clásico, tomar dry martinis y hablar de temas como política o boxeo en completa libertad. No sé si llegaron a celebrar la primera sesión, pero siempre fantaseé con la idea de que abrir un club privado con ese nombre los convirtiese, de manera completamente accidental, en propietarios del local gay más codiciado de la capital.

De Cuenca, Luis Alberto
También conocido como “El Poeta” o “El Bardo”. Suele culminar cada entrega semanal con una lectura en directo, casi siempre dedicada a alguna mujer importante en su vida. Aficionado a los cómics y a la ciencia-ficción, es el único de los Cowboys que disfruta con películas como Guardianes de la Galaxia , Érase una vez… en Hollywood o Parásitos, para regocijo, incomprensión y (por qué no decirlo) un poco de bullying por parte de sus compañeros. En ese microverso, decir que te ha gustado la última de Bong Joon-ho te convierte en poco menos que un provocador temerario.

Drones
Garci está convencido de que 1917, de Sam Mendes, se ha rodado casi íntegramente con esta tecnología, lo que le ha llevado a bautizarla como “la primera película del cine del futuro”. Por si te lo estás preguntando, la última del cine del pasado es, siempre según Garci, Joker. También predijo que la Academia empezará a conceder un Oscar al Mejor Piloto de Drones dentro de unos cuatro o cinco años.

Dry Martini
La preparación de esta bebida, de este elixir cowboy, es quizá el secreto mejor guardado del programa. La definición favorita de Garci, “como un cuchillo derretido”, aparece incluso como diálogo en El Crack Cero, su última película. Que un Cowboy te invite a un dry martini es, básicamente, el mayor honor al que un cinéfilo o una cinéfila puede aspirar.

El apartamento
¿Drama o comedia? No, en serio: pueden pasarse programas enteros debatiendo a qué género pertenece este clásico de Billy Wilder. Todo empezó cuando Garci contó que ordenaba su colección de películas por género, pero nunca sabía donde colocar esta. Se acabó llegando a la conclusión de que se trata de un drama cómico, que no es lo mismo que una comedia dramática.

El padrino contra ETA
Working title. De vez en cuanto, Garci recuerda este guión suyo de los años ochenta que se quedó en el tintero. Sinopsis: una joven pareja de recién casados viaja por el norte de España cuando, de repente, mueren como daño colateral en un atentado terrorista. Ella era hija del principal capo de la mafia siciliana. Por tanto, el colérico padrino envía a sus mejores hombres a Euskadi, con el objetivo principal de vengar su muerte y, supongo, el objetivo secundario y quizá fortuito de acabar con el conflicto vasco en menos de una semana. En su día, Carlos Bardem expresó interés (en realidad, tuiteó sobre ello) públicamente por una posible revitalización del proyecto.

Fincher, David
Director de cine norteamericano al que más veces se ha confundido con Christopher Nolan en la historia de la radiodifusión.

Garci, José Luis
También conocido como “Monsieur le directeur”. Si Luis Herrero es el cerebro tras el programa, Garci es su corazón. A Garci no te lo acabas: una máquina de anécdotas, un narrador radiofónico inigualable, una enciclopedia de cine y, también, el alumno más revoltoso del profesor Herrero. Si por él fuera, el programa se sumiría cada semana en el más puro caos estructural y discursivo, de ahí que la labor de Don Luis consista, principalmente, en frenar los caballos salvajes que su amigo trae cada semana al estudio.

Herrero, Luis
Cowboys de Medianoche es su hijo. Su pequeño. Cada vez que debe ausentarse del programa y dejarlo en manos de personas más que propensas a un motín, lo hace con todo el pesar de su alma, pues sabe que la única manera de que funcione pasa con erigirse en patriarca estilo Antiguo Testamento. Un regidor implacable que sabe cuándo repartir juego, cuándo leer las cartas de los oyentes, cuándo cortar las divagaciones de los demás y, sobre todo, cuándo saludar a Telefónica (ver “Telefónica”).

Herreros Jr., Enrique
Amigo de honor de los Cowboys, quienes también conocieron a su padre. Teniendo en cuenta la cantidad de libros que publica al año, ese título significa que es bastante habitual escuchar cómo Enrique Herreros Jr. se pasea por los micrófonos de esRadio para promocionar obras como De polvo eres y en polvo te convertirás, donde el nonagenario recuerda a cuatro mujeres famosas con las que se lió.

iPod
El mayor enemigo de José Luis Garci, y eso que una vez lo inventó en directo. En concreto, sucedió en un programa del año 2015, donde preguntó si alguna vez iban a desarrollar un aparato con el que pudiera reproducir canciones de diferentes discos sin tener que cambiar él manualmente el CD. Cuando le indicaron no sólo que eso ya existía, sino que lo podía comprar en El Corte Inglés, Garci se lanzó a la aventura tecnológica, pero Apple no cumplió su parte del trato: el iPod que le dieron estaba defectuoso. Suerte que para entonces ya había pasado página, centrándose en las posibilidades que le ofrecían los iPads para almacenar películas en formato digital.

Like a Rolling Stone
Otro vórtice. Cada vez que alguien menciona la canción de Bob Dylan, los fans podemos tener por seguro que se va a generar el debate de si salió antes que la revista y/o el grupo británico.

Netflix
La relación de los Cowboys con el gigante del streaming ha sido tensa. Apareció en sus vidas cual monolito de, para desgracia de Luis Herrero, la película 2001: no sabían de dónde demonios había surgido y que les aspasen si entendían para qué servía. Poco a poco, fueron pasando por todas las fases del duelo (por el cine en salas y la televisión lineal): negación, ira, negociación, depresión y, finalmente, aceptación. Ahora mismo, todos se muestran bastante solventes con este tipo de servicios: Garci, por ejemplo, se vio la última temporada de Juego de Tronos en HBO. Sólo la última. Y le encantó.

Novias
Se trata de una fantasía adolescente que, por alguna razón, estos tipos siguen manteniendo. Si una actriz les gusta, pasa inmediatamente a ser su “novia”. Se pueden tener varias, como demuestra el hecho que de Eduardo Torres-Dulce sea actualmente novio de Jessica Chastain y Charlize Theron. Cuando Luis Herrero les hizo notar que a la primera ya se la había pedido antes Garci, Torres-Dulce sentenció: “No pasa nada, porque Jose y yo prometimos hace mucho tiempo que nunca nos pelearíamos por una mujer”. Así que Jessica Chastain puede estar tranquila.

Nueva York
La Meca. Shangri-La. Los Cowboys son muy de hacer viajes juntos a la ciudad y visitar sus lugares favoritos, por lo que la mera mención de Manhattan durante un programa puede abrir de inmediato un vórtex de anécdotas que, en ocasiones, no se cierra hasta que se acaba la emisión. Durante un tiempo, por cierto, visitar NYC era peligroso para Garci: la justicia estadounidense se encontraba, al parecer, persiguiendo a un narcotraficante llamado José Luis García, luego cada visita al aeropuerto le suponía un par de horas respondiendo preguntas en la aduana. Hasta que encontró la fórmula mágica: enseñarles su carnet de académico y sugerirles que buscasen en Google “volver a empezar oscar”.

Película más taquillera del año 2016
Durante una semana, esta distinción correspondió a Captain Fantastic, con Viggo Mortensen. La explicación es que Garci se compró un número de Variety donde aparecía listada en cabeza de la taquilla mundial, lo cual sirvió para que todos los contertulios celebrasen el inmejorable estado de forma del cine de autor y la valentía de estrellas que, como Mortensen, apuestan por proyectos arriesgados y acaban ganándose el respaldo del público. Siete días después, en el siguiente programa, Luis Herrero hizo una breve fe de erratas: la película que aparecía como más taquillera no era Captain Fantastic, sino algo llamado Captain America: Civil War. Nadie de la mesa la había visto o sabía de qué iba. Pasaron a otro tema.

Retiro, El
Los paseos de Garci por El Retiro son absolutamente míticos, la cantidad de historias, cuentos o guiones que se le han ocurrido durante los mismos no se puede enumerar. De hecho, a modo de homenaje, el cineasta no se pudo resistir a sacar el Palacio de Cristal en su gran película confresional, Holmes & Watson: Madrid Days (co-escrita por Torres-Dulce).

Sinatra, Frank
Cada emisión lleva cuatro canciones para, en teoría, separar secciones y poder saludar a Telefónica. Lo normal es que Torres-Dulce se encargue de la selección musical, pero a veces puede tocarle a otro Cowboy. La ley dictamina que una de cada diez canciones que suenan en el programa tiene que pertenecer a quien ellos denominan “Ol’ Blue Eyes” siempre que pueden. En realidad, no hay ninguna ley, pero las posibilidades de escuchar a Sinatra en Cowboys de Medianoche siempre se elevan por encima del 50%. Es razonable decir que les flipa.

Schütz, Heinrich
En una ocasión, Luis Alberto de Cuenca trajo algunas composiciones de este organista alemán del siglo XVII. Desde entonces, Luis Herrero ha identificado el apellido “Schütz” con todo lo que sale mal cada vez que él se ausenta del programa, hasta el punto de amenazar con abandonar o cancelarlo definitivamente si al bardo se le ocurre alguna vez poner otra pieza suya. Podríamos concluir, por tanto, que Schütz es el anti-Sinatra.

Telefónica
Empresa patrocinadora del programa. Cuatro veces por episodio, los Cowboys realizan un saludo ritual a quien les paga las nóminas como prólogo a la selección musical. Expresiones como “postrarnos de hinojos” se repiten bastante. Cada vez que se acerca el final de un año, Herrero empieza a bromear con que tal vez Telefónica no les renueve el contrato de cara al siguiente, lo cual es una crueldad para con su audiencia que debería terminarse de una vez.

Torres-Dulce, Eduardo
También conocido como “El Fiscal”. Lo cual es increíble: durante su etapa al frente de la Fiscalía General del Estado, Torres-Dulce abandonó (de forma comprensible) su colaboración en el programa, sólo para retomarla la misma semana en que lo dejó con un “decíamos ayer” de manual. Era como si nada hubiera cambiado, como si el tiempo no hubiese pasado. Cuando uno es Cowboy, ese es su estado natural por defecto, aunque luego pasen cosas que lo aparten temporalmente de su llamada. Y lo mismo se puede decir de nosotros, sus fans. Da igual cuánto tiempo te alejes del podcast semanal: al final, siempre acabas volviendo a esta maravilla de programa, a sus chistes privados, a sus anécdotas, a su erudición, a las charlas semanales de una serie de señores que ya son parte de nuestra familia y de nuestra vida cinéfila. Los Cowboys siguen cabalgando. Y eso es señal de que todo está bien.

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