David Saiz le ha entrevistado para eleconomista.es: Carlos Herrera (Almería, 1957) acaba de estrenar su séptima temporada en COPE. Ha comenzado el curso con una entrevista al papa Francisco, «un hito» que compara con la conversación que mantuvo en antena con el rey Juan Carlos cuando debutó en la emisora, en 2015. Su fichaje supuso todo un impulso y sumó un millón de oyentes a la radio de la Conferencia Episcopal. Desde entonces, el locutor da la batalla en las mañanas con una audiencia que se sitúa en los 2.600.000. Tiene contrato hasta 2025.
- ¿Considera que usted es el pilar de la COPE?
- Llevamos temporadas llenas de hitos. Empezamos en 2015 con una entrevista al rey emérito y ahora hemos hecho lo propio con el Papa Francisco. Son entrevistas históricas en la radio española. Y la de Francisco ha dado la vuelta al mundo. En diciembre de 2015 el EGM confirmó la llegada de un millón de oyentes nuevos a Cope para escuchar Herrera en Cope y, ahora mismo, el programa ha conseguido su mejor marca: 2.600.000. Son datos que reflejan muy bien la fortaleza de la cadena y del programa.
- ¿La SER es inalcanzable en el EGM?
- No sería tan tajante. Todo lo que hemos conseguido en estos siete años refleja el músculo que tiene el programa. Cuando fui a entrevistar al Papa a Roma, varios turistas españoles me saludaron porque nos escuchaban a diario. Para mí, esa es la mejor encuesta. Seguiremos creciendo y trabajando por el liderazgo, como el resto de programas. Ahí tenemos Tiempo de Juego y El Partidazo, con Paco González, Manolo Lama, Pepe Domingo Castaño, Juanma Castaño… líderes indiscutibles después de diez años en Cope. Los números uno de la radio deportiva.
- ¿Qué opina de sus rivales, Àngels Barceló y Carlos Alsina?
- Mantengo una buena relación con ellos, igual que con Julia Otero a la que quiero enviar un fuerte abrazo y desear una pronta recuperación. Necesitamos su forma de hacer y concebir la radio, como la de Àngels Barceló y Carlos Alsina. Nos une la defensa del medio, el más creíble, ahora que todo va tan rápido. Necesitamos sosiego. En estos momentos el reto no pasa por la audiencia, el reto pasa por la credibilidad y el rigor. A algunos medios se les ha olvidado contar lo que pasa porque están todo el día contando usuarios, espectadores, oyentes… Ya no solo hace falta que nos escuchen, nos lean o nos vean en una web. Hace falta que nos crean. Y yo tengo la suerte de estar en el medio más creíble.
- ¿Los oyentes buscan información o afianzar opiniones?
- Buscan respuestas a las preguntas que se hacen y que les genera todo lo que sucede a su alrededor. Mi objetivo es aportar esa luz, no generar más ruido. Aportar explicación. Rigor. Un estudio del MIT por sus siglas en inglés, sostiene que las fake news se propagan seis veces más rápido que el resto de contenidos. Mi labor es buscar la verdad y ofrecérsela al oyente.
- ¿Se considera un líder de opinión?
- Habría que empezar por definir qué es liderazgo y qué es opinión hoy en día. En cualquier caso, no. Me considero un comunicador que cada día trabaja para hacer una radio plural, respetuosa, rigurosa y moderna. Un comunicador que posee credibilidad. Eso es lo más importante: que el oyente confíe en ti y te crea porque sabe que le dices la verdad. Y la verdad no es verdad hasta que la gente te cree. Y no te pueden creer si no conocen lo que estás diciendo. Y no pueden saber lo que estás diciendo si no te escuchan. Y no te escucharán si no eres interesante. Y no serás interesante a menos que digas las cosas de una manera imaginativa, original y fresca.
- ¿Le afectan las críticas?
- El cofundador de Netflix, Reed Hastings, decía que las críticas se debían regir por la regla de las cuatro aes. Una crítica debe ayudar, debe servir para aprender, debe ser aplicable y debe ser agradecida o aceptada. En general la gente es cariñosa y luego siempre están los haters. No me quitan el sueño.
- ¿Le han propuesto volver a la televisión?
- No. No está entre mis planes inmediatos.
- ¿Cree que la televisión intenta robar público a la radio por las mañanas?
- En absoluto. Son medios distintos. La radio es un ser vivo de sangre caliente. Es emoción. Es imaginación. Lo hemos comprobado con la erupción volcánica de La Palma. Si uno ponía la televisión, tenías todas las imágenes. Si, por el contrario, encendías Cope, lo que escuchabas era emoción. La radio crea un lenguaje especial. Es una fantasía que necesita de la complicidad del oyente. Y es él quien termina de hacer la radio con el descanso de los ojos y el trabajo de la imaginación.
- ¿Algún político se niega a ser entrevistado por usted?
- No sé si utilizar el verbo negar, lo que sí puedo decir es que insistentemente he pedido, desde que es presidente del Gobierno, una entrevista con Pedro Sánchez y no me la ha concedido.
- ¿Qué le parece la nueva vida de Pablo Iglesias como colaborador de prensa y radio?
- No suelo comentar la vida privada de las personas.
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