Antena 3 Radio, del triunfo total al ‘antenicidio’ de Moncloa

Antena 3 Radio

Así lo cuenta Carlos Higueras Carrasco en elmundo.es: Hace 40 años nacía una emisora privada que no sólo fue líder de audiencia sino que asustó al poder político y mediático. Sus protagonistas recuerdan esa aventura que revolucionó los medios de comunicación en España.



Fue Gardel el que dijo que veinte años no es nada. Nada de nada, como cantaba Cecilia, cuando llegamos a la cuarentena. Esa cifra cumpliría ahora Antena 3 de Radio, el proyecto que el periodista Manuel Martín Ferrand y los juristas Manuel y Rafael Jiménez de Parga llevaron a término en la primavera de 1982, con el auge de la Frecuencia Modulada, que llevó a que millones de españoles acudieran en masa a comprar transistores para escuchar un dial que, hasta ese momento, estaba reservado para las cadenas musicales.

«Arrancábamos con lo que teníamos y luego no te imaginas cómo trabajó el equipo técnico para montar las emisoras. Garci decía que éramos la radio de las ojeras», rememora Miguel Ángel Nieto, que se hizo cargo de El primero de la mañana, el informativo estrella de la cadena. Nieto recibió la llamada de Martín Ferrand contándole la buena nueva: «Me dice que quiere tener una entrevista conmigo. Yo voy y me explica que se va a crear una cadena en FM y que es un compás de espera ante la llegada de la televisión».

El grupo se constituyó entre Javier Godó, editor de La Vanguardia; Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta; Prensa Española, encargada del diario Abc, y Europa Press.

Luis Herrero fue una pieza importante en aquella singladura y recuerda la primera toma de contacto con Martín Ferrand. «Tardamos tres minutos en ponernos de acuerdo. Luego intercambiamos opiniones, él estaba fichando gente en ese momento y yo llegué en el momento adecuado en el sitio adecuado y le di algunos nombres, entre ellos el de Antonio [Herrero]», señala el ahora director de En casa de Herrero, en esRadio.

El fichaje estrella, en términos de audiencia y popularidad, fue el de José María García: «Cierto es que yo tuve mucha trascendencia, Martín Ferrand decía que yo era la locomotora que tiraba de ese tren, pero el mérito de Antena 3 lo componían todas las personas que trabajaban allí. En su mayoría, gente joven y muy preparada». Él llega a la casa casi por casualidad, después de mantener una conversación con Martín Ferrand, al poco tiempo de salir de la Cadena SER.

Cierto que su contratación se pudo ir al traste por diferencias económicas, pero finalmente Asensio le convenció y el famoso comunicador optó por trabajar codo con codo con Martín Ferrand.

«Para mí, Antena 3 lo es todo. He recorrido, prácticamente, toda la geografía radiofónica de este país y también he estado en Televisión Española, la mejor televisión de España porque no había otra. Pero Antena 3 ha sido todo porque fue el lugar que abrió un frente de libertad, que no de libertinaje», dice un García que inauguró el papel protagonista que, aun hoy, tienen el deporte a la medianoche.

Javier Ares, otra cara visible del proyecto, estaba en la SER cuando García se pone en contacto con él. «Decidí irme, sin hablar de dinero ni nada. Y me incorporé después del Mundial de Fútbol. Fue una aventura equinoccial y la verdad es que fue impresionante», manifiesta el periodista vallisoletano. Ares no tenía dudas porque García ya era un ídolo de masas notable: «Trabajar con él fue espectacular. García era Dios. Tú intentas hacer ahora un ejemplo con alguien y te salen Herrera, Gabilondo… Ésos eran famosos, pero García era Dios. O sea, la gente lo veneraba y lo mataba. Te cogía el micrófono y decía lo que le salía de los cojones».

La obsesión de García fue la Vuelta, señala Ares. «Ellos no lo habían hecho bien en la SER, fundamentalmente por falta de medios. Y, de repente, gracias a sus contactos con la Agencia Unipublic -la promotora de la ronda española-, empieza a manejar presupuestos muy altos que permiten acometer despliegues técnicos y humanos formidables». De ahí nace el espectáculo: helicóptero, imágenes en directo, transmisión de una hora de carrera y presencia en todos los informativos. Era el aperitivo de lo que se estaba cociendo ya a fuego lento. De hecho, en el EGM acumulado entre mayo de 1982 y mayo de 1983, A3 contaba ya con 752.000 oyentes, de los que la mitad se encontraban entre los 19 y los 34 años de edad.

La historia de Antena 3 se reduce a la innovación técnica, pero también a la de una emisora crítica con el poder del que gozó Felipe González. «Nos favoreció muchísimo que estuviera el PSOE en el Gobierno, porque no es lo mismo estar defendiendo al que manda que atacándolo, a efectos de oyentes», reflexiona Ares. Aunque la parte trascendental fue, para él, el fenómeno García, a efectos puramente informativos resultó fundamental que el Partido Socialista estuviera muy asentado: «Fueron los mejores años de González y la derecha estaba huérfana de liderazgo».

Antena 3 aportaba un estilo muy distinto al de la radio convencional, con el modelo oficial de Radio Nacional y el oficioso de la SER. «Llegábamos mucha gente que no habíamos hecho radio en la puñetera vida», recuerda Herrero. Un equipo joven, ambicioso y sin formación escolástica que, sin embargo, conectó con una sociedad que demandaba otro estilo alternativo de comunicación. Era una radio nueva para un país nuevo, ya que poco después de nacer llega el PSOE al Gobierno.

García echa cuenta atrás y relata una anécdota: «Poco antes de venderle la emisora a Prisa, yo recibo una llamada de Godó y me cita en el Ritz. Me dijo que tenía que vender la radio, pero que nunca iría a parar a Polanco. Y al único que se la vendió fue, precisamente, a Polanco».

Un hecho que se bautizó como el antenicidio y que empujó a que la plantilla de la empresa, encabezada por García, abandonara la emisora. Junto a Antonio Herrero y Luis Herrero, se marchó a la COPE. También Federico Jiménez Losantos, por aquel entonces estrecho colaborador de Antonio.

La operación fue autorizada por el Consejo de Ministros de Felipe González dos años después. Pero la deliberación del Ejecutivo fue recurrida al Tribunal Supremo, que en el año 2000 declaró ilegal la concentración de ambas empresas.

La sentencia, emitida ya con un Gobierno del Partido Popular, nunca se llegó a ejecutar. «Eso supuso la victoria del poder político, que aplastó a un medio de comunicación. Son las maniobras y recursos oscuros de siempre», señala Herrero. García, en esta línea, apunta la razón por la que no se cumplió aquel fallo: «Porque el presidente era Aznar, un abrazafarolas». Opina igual Miguel Ángel Nieto: «Se cargaron Antena 3 entre el PSOE y el PP».

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