Àngels Barceló (Cadena SER): «La radio es el ‘arma de compañía masiva’ que más combate la soledad»

Ángels Barceló

Andres Mellado le ha entrevistado para extradigital.es: Las mañanas tiene nombre de mujer, Àngels Barceló. Una voz autorizada y la más escuchada de España. En un espacio líder de audiencia donde hace periodismo de radio, «el que a mi me gusta hacer, sin necesidad de dar el espectáculo o montar un show». No le pesa que haga lo que le apasionar en un «horario que es incompatible con la vida».

  • Vino a Sevilla para celebrar el 28 F con un programa especial, ¿A Ángels Barceló qué le suena Andalucía?
  • Soy fruto de la inmigración, ‘charnega’ de segunda generación por mi yayo de Almería y mi abuela murciana. Algo de sangre andaluza corre por mis venas. Me suena a tradiciones, gastronomía, costumbres. Me recuerda a mi casa.
  • Yo que estudié la EGB todavía cuando escucho alguna ‘promo’ me suena ‘Angels Barceló. Informativos Telecinco’ … ¿Qué le da la radio?
  • Me da la posibilidad de hacer el periodismo que a mi me gusta. Un reducto donde puedes ofrecer información, entrevistar a quien tiene algo que decir; exponer análisis y ofrecer opinión sin necesidad de dar el espectáculo o montar un show. Eso me da radio y me libro de la televisión.
  • Iba a preguntarle si echa de menos la tele, pero como ya tenéis la cámara en el estudio … ¿Qué opinas de esa moda?
  • Una de las cosas buenas que tenía hasta hace poco la radio era la intimidad del estudio. Ahora el público reclama verte y se retransmitir todo. Y esto lo echo de más. Yo que estaba tan feliz del paso de la tele a la radio, ahora mi imagen vuelve a estar expuesta.
  • Empezó los fines de semanas con ‘A Vivir’, luego las noches y desde hace un tiempo las mañanas. ¿Cómo lleva un horario que Gabilondo un día tachó de ‘pornográfico’?
  • Es que lo es. Un horario incompatible con la vida, con cualquiera de ellas: familiar, social, cultural, deportiva. Pero una vez entras en la rueda se sobrelleva con mucha disciplina.
  • La conciliación será dura, mucho más cuando ‘la radio’ viaja como estrategia comercial y, sobre todo, informativa. Hace poco empleaste más de un día en llegar a Ucrania …
  • Para mi siempre ha sido dura. Pero me gusta mucho mi profesión y he apostado por ella aunque a veces me ha obligado a tomar decisiones personales dolorosas. Pero conciliar en el periodismo no es muy ajeno de quien trabaja en la hostelería o es enfermera. Es cuestión de organizarse.
  • Has visto los ojos y sonidos de la guerra, cuentas la muerte de decenas de personas a 150 metros de una orilla, las situaciones de la crisis … ¿Te pasa factura? ¿Desconectas alguna vez?
  • Me cuesta mucho pero amo la actualidad. Le doy mucha importancia a estar bien informado y que la sociedad lo esté. Alardear “de que yo no me informo” no me parece bien. A veces llego a un grado de saturación que necesito ‘descomprensión’. Desde hace un tiempo sí aparco la actualidad durante unos días y estoy a otra cosa. Pero rápidamente me reengancho.
  • Luego está el clima tan polarizado.
  • No me satura la información, pero sí la polarización, la crispación, el insulto fácil en las redes sociales; el estás conmigo o contra mi. Las etiquetas inmediatas. La gente confunde polarización con información, lo mete en el mismo saco y acaba cansándose de todo. Y es un grave error.
  • ¿Cómo intentáis fajaros de su fuerza gravitatoria? ¿Cómo no te quemas en ese fuego cruzado?
  • Centrándome en lo mío. Siendo un poco refractaria a las opiniones de los demás hacia mí. Haciendo bien mi trabajo, es decir, contar los hechos como son, disponer de la opinión y el análisis de los mejores. Y escuchar a todo el mundo, aunque mantengan posicionamientos que no me parezcan normales, o no estén en mi sintonía ideológica.
  • Otro ‘fuego más amigo’ es el EGM. Tus programas siempre han estado en lo más alto de audiencias. ¿Se aprende a vivir con esa presión?
  • No toca otra. Tengo mucha competencia y sí, lo peor es la presión de conducir durante seis horas y veinte minutos el programa más escuchado de España. Aprendes a convivir con esto pero pagas la factura del cansancio, del envejecimiento prematuro … En realidad, estoy ‘cagada’ pero va en mi sueldo que nadie se dé cuenta.
  • Además, ahora la cosa se complica porque ahora no solo basta con quién está detrás del micro; también las ‘descargas’ de podcast, los RT o likes. Suena a agotador …
  • Bueno en esta parte delego mucho. Bastante tengo con estar al frente de programa y con el añadido de que el siguiente programa comienza a las 12:20 horas, justo cuando acaba el del día.
  • De todas formas se tiene la percepción de que la ‘radio nunca muere’ y que resiste también a los cambios tecnológicos.
  • La radio es un medio que se aprovecha de los cambios tecnológicos y se adapta muy bien a las nuevas formas de consumo de medios. Y no es fácil, mira el papel que ha sufrido hasta su práctica desaparición.
  • Si la radio no hubiese existido en pandemia, ¿la hubiesen tenido que inventar a la misma velocidad que la vacuna?
  • Fue un arma de compañía masiva, imprescindible. La radio es el medio que más ha hecho por combatir la soledad de la gente.
  • Por último, me gustaría de una reflexión sobre el papel del periodismo y los periodistas hoy en día. ¿Con tan necesarios como poco considerados?
  • Tenemos también parte de responsabilidad porque en algunos momentos hemos dejado de hacer bien nuestro trabajo. Hay que buscarse más en el para qué del periodismo, pues en sus respuestas encontraremos la manera de ganar de nuevo la confianza de la gente. También la ciudadanía tiene que ser más flexible, y no querer escuchar solo aquello o a aquellos que les genera más simpatía.



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