Julián Giménez escribe: Conocí a Amparo Cots hace 23 años, cuando yo todavía andaba de becario por Radio Nacional y Onda Cero. Coincidí en alguna que otra rueda de prensa y recuerdo como en alguna espera se acercó al grupo de becarios y se dirigió a nosotros mostrando interés por nuestra etapa formativa en el resto de medios.
Ya entonces, y me di cuenta enseguida, Amparo era una persona que suscitaba respeto entre el resto de periodistas, respecto que perdura hasta nuestros días. Ese interés que mostró Amparo con nosotros es una de sus muchas virtudes. Amparo siempre ha tenido curiosidad por las cosas que nos rodean, se ha hecho siempre preguntas, que es lo que deberíamos hacernos los periodistas a diario.
A los pocos años entré en Radio Valencia y descubrí otra de sus virtudes, su gran predisposición. Predisposición para los cambios, sobre todo los digitales, predisposición siempre para echar un cable, su generosidad. Y así durante los 21 años de trabajo que he compartido con ella y de la que tanto he aprendido. Amparo Cots se retira y deja una huella imborrable en la reciente historia de la radio valenciana.
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