Teresa Viejo (RNE): «La curiosidad es el gran antídoto contra el miedo y la incertidumbre»

Teresa Viejo

A finales de los 80, Teresa Viejo entró en nuestros hogares a través de la pequeña pantalla, en la que ha desarrollado gran parte de una vida profesional que inició en la radio y que también la acercó a la prensa escrita, en la que llegó a ser la primera directora de una revista de información general, Interviú. Desde 2013, la periodista y escritora madrileña dirige el programa La Observadora, en RNE, un espacio que le permite desplegar su curiosidad innata, una cualidad que le ha acompañado desde niña y que cree que es «la llave que abre todas las puertas, el mejor antídoto contra el miedo y la incertidumbre». De todo ello informa el Diario del Alto Aragón.



Creadora de «El Observatorio de la Curiosidad» y de un método para fomentarla en organizaciones, empresas y personas, Viejo participó en la clausura del Congreso del Libro Electrónico de Barbastro y centró su intervención en la que considera «la primera de las fortalezas humanas». «Es imposible entender la creatividad en un sentido amplio si previamente no se ha hablado de la curiosidad. Es una herramienta formidable para crear, pero también para tener una óptica más amplia de la vida», dijo.

«De forma literal, la observación es una de las traducciones prácticas de la curiosidad. Cuando aterrizamos la curiosidad con acciones concretas, la primera que tenemos que estimular es la observación, una observación con todos los sentidos porque erróneamente pensamos que observar es mirar, pero se nos olvidan el resto de los sentidos», contó.

Cada fin de semana, esta temporada al filo de la medianoche, Teresa Viejo anima a sus escuchantes a «ser curiosa» a través de su programa La Observadora, que alcanza su séptima temporada en RNE. «Cuando me lo encargaron me dijeron: «haz un programa de autora». Y yo no sabía muy bien lo que era hacer un programa de autora, después lo he ido entendiendo. Es decir, haz lo que tú sientes que tiene que ser una entrevista, me gusta decir más una conversación, porque una entrevista requeriría de otros mecanismos más inquisitivos. Yo no me sitúo en ese lugar, por eso mis invitados no son políticos, o alguien ligado a la actualidad».

En su espacio intenta «mostrar la esencia, si quieres el alma de personas que tienen cosas interesantes que contar y que ayudan a otras a ser motivados, a estar inspirados, a transformar sus vidas». Y lo hace deteniéndose en el día a día de sus invitados, en «su motivación, la reflexión previa para llegar a una investigación concreta… Eso es lo que me gusta contar, el proceso creativo del creador, del científico, de personas que hipotecan su vida para ayudar a otras personas. Soy muy curiosa y hay cosas que creo que me enriquecen».

Y la audiencia avala su trabajo. «El que lleve tantos años y haya una respuesta tan fiel a este programa significa que no es solo una inquietud personal, sino que las personas queremos saber; estamos en la vida para reivindicar cosas, para quejarnos, pero también para ir creciendo y sacar lo mejor de nosotros», concluyó.

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