Nos subimos a uno de los puntos más altos de nuestra comarca para conocer la historia de Alcalá la Vieja a lo largo de los años, desde su ocupación árabe hasta la conquista cristiana desde el cercano cerro del Malvecino. Alcalá la Vieja gozó siempre de elevada importancia militar, ya que permitía mantener vigilada, frente a las incursiones de castellanos y leoneses, la ruta entre Toledo y Zaragoza, ambas en manos musulmanas desde el siglo IX.
Mañana de radio desde las alturas de la comarca del Henares. El lunes, 2 de octubre, celebramos una edición especial de Hoy por Hoy Henares desde el yacimiento arqueológico de Alcalá La Vieja, en pleno Parque de Los Cerros de Alcalá de Henares. Un programa cuyo objetivo era aportar nuestro granito de arena en la puesta en valor del yacimiento tras su declaración como Bien de Interés Cultural, el pasado mes de julio, por la Comunidad de Madrid.
Alcalá la Vieja fue fundada por guerreros islámicos entre los cerros alcalaínos de Malvecino y Ecce Homo en torno al año 725 de nuestra era. Habitados en la edad del bronce y también por los romanos, el bastión y su caserío ocuparon una zona escarpada que se asoma desde un cortado a la altura de la ermita de la Virgen del Val, al sureste de la ciudad complutense. Se trata de una de las escasas ciudades andalusíes localizadas y fosilizadas en el tiempo. Esto adquiere un valor añadido en los territorios que actualmente conforman la Comunidad de Madrid, donde la presencia de vestigios islámicos de esta entidad no es especialmente abundante y, en muchos casos están ocultos o muy transformados.
Alfonso VI, en 1086, provocó un golpe de Estado en Zaragoza y logró la hegemonía castellana sobre su lar. No obstante, hasta el 1118 no se rinde a los cristianos Qala’t abdel Salam, hostigada también por Alfonso VII, quien montó en un cerro cercano, llamado del Malvecino, lo que los historiadores denominan un padrastro, castillo o bastión de madera para alojar a los combatientes que la asediaron hasta que sus muros cedieron y pasaron a manos del poderoso Bernardo de Sedirac, arzobispo de Toledo y ya señor de la zona.
Con nuestro colaborador y guía oficial del yacimiento romano de Complutum, Eduardo Cuadra, y con el historiador complutense, Vicente Fernández, hablamos de la historia de la fortaleza, del entorno natural que le rodea y de los misterios y leyendas asociadas al Parque de Los Cerros.
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