Radio Salamanca rememora los “Discos Dedicados” en el Museo del Comercio

Discos Dedicados

Los discos dedicados, solicitados o los llamados Ecos de Sociedad, fueron de algún modo el termómetro de la vida social de provincias que podía ofrecer la radiodifusión en la España de posguerra. Y duraron mucho tiempo, hasta bien entrados los años 80. Al menos en EAJ-56 Radio Salamanca que ahora -ya en el siglo XXI- rinde homenaje a aquellos tiempos y sus correspondientes discos en una emotiva exposición que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de noviembre en el Museo del Comercio.



Esta longeva fórmula radiofónica se inició -según la antigua administrativa de Radio Salamanca Martina Collado– en Andorra. Cuando comenzó a trabajar en EAJ-56, en julio de 1947, el disco más solicitado por los oyentes era “Angelitos negros”, del cubano Antonio Machín: “Creo que fue el primero de los ‘discos dedicados’ en el Gran Hotel… pero hubo otros que eran fijos, como el de Manolo Escobar “Madrecita María del Carmen”, que no faltaba el Día de la Madre, o “Su primera comunión”, de Juanito Valderrama, en fechas de comuniones; o “Mi Salamanca” de Rafael Farina”.

Los discos que pedían los socios de la emisora constituían también otro espacio bastante peculiar titulado “La hora del oyente”. En este caso, además de pagar la mitad del importe de la canción radiada, los socios tenían derecho a una serie de peticiones discográficas gratuitas “tres al principio y seis más tarde”. Recuerdan con cariño y humor Martina y su compañera Trinidad Fraile a “aquel señor de pueblo que vino a poner un disco de Antonio Molina y se sacó un puro para que se lo diésemos después de cantar la canción. Y allí lo dejó”.

Los discos dedicados se ponían en antena en horario de sobremesa, justo antes de los programas estrella de la época, los seriales radiofónicos: “Había fechas clave como el Año Nuevo, el día de San José, el Día de la Madre, el Carmen, las comuniones de los meses de mayo y junio, y la marcha de los emigrantes”. Esos días recuerdo que los entonces locutores de la emisora (Conchita San Román, Teresa Martín, Antonio García y Antonio Fidalgo) se las veían y se las deseaban para leer todas las dedicatorias programadas en el menor tiempo posible. Y es cierto -doy fe- que en tales fechas el montón de peticiones superaba en muchos minutos a la duración del disco que se emitía.

Martina y Trini cuentan en mi libro “Aquí, Radio Salamanca” que las prostitutas del entonces muy famoso “Barrio Chino” de Salamanca eran las oyentes que más discos solicitaban, “casi eran amigas nuestras de lo mucho que venían. Ten en cuenta que era la gente que más podía económicamente…”.

No todos los discos se podían emitir por el permanente acoso de la censura franquista. Pero esa es otra historia.

La que ahora se cuenta y se escucha en el Museo del Comercio pertenece a distintas generaciones y a todas ellas dedica Radio Salamanca la exposición “Aquella España de los discos solicitados”. Disfrútenla.

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