Onda Cerebral, una radio autogestionada por los pacientes de un psiquiátrico en Sevilla

Onda Cerebral

Hora 25 entra en el hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla para conocer por dentro la emisora conducida por los pacientes del centro.
Es mediodía y el patio del hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla está lleno de internos. En este centro se les llama pacientes, porque son personas con trastornos mentales (muchos de ellos, muy graves) que han cometido delitos. De fondo, hay un hilo que no deja de sonar porque dentro de estos muros también late la radio. Se escucha Dire Straits en una radio que no viene de fuera. No es una emisora musical, ni sus guiones se escriben en una gran redacción. Lo que escuchan los internos del hospital psiquiátrico es una radio que conducen los propios pacientes.



Se llama Onda Cerebral y se emite en la 107.8 en Sevilla. «La radio surge a finales de 2008, nace de profesionales del equipo de tratamiento», cuenta Inmaculada Giráldez, subdirectora de tratamiento. «Tenemos una programación de lunes a domingo, nace de una propuesta de ellos pero también de los profesionales».

Son ocho los pacientes que coordinan la radio, cuenta la maestra Esperanza, la coordinadora del proyecto. Cristóbal tiene un programa de cine. Gustavo, otro sobre libros. El programa de Jose se llama ‘Hablar por hablar’: los pacientes eligen una palabra, buscan su definición en el diccionario y charlan sobre ella. Eso se lo prepara cada uno. Luego, de forma conjunta, tienen una sección de noticias de actualidad. «Esto se autogestiona por nosotros, a veces vienen a supervisar pero básicamente lo hacemos todo nosotros», cuenta Cristóbal. «Al principio te impone porque te escucha la gente y se te atasca alguna palabra pero en general ya no hay miedo a eso», reconoce el paciente, que sufre un trastorno mental grave.

Hoy asistimos a ‘Sultanes de los cuentos’, en el que Pedro, el psiquiatra, lee un cuento que ha escrito él mismo para abordar un tema sobre el que luego debatirán los pacientes. El de esta mañana va sobre un botón rojo para pedir ayuda. «Están hechos con sus vivencias, su realidad, con su lenguaje, para que puedan identificarse y puedan movilizar emociones que les hagan cambiar actitudes», explica el psiquiatra, que apunta a las emociones como un motor fundamental para que los pacientes asimilen la necesidad de modificar sus conductas.

La radio no es solo una actividad para ocupar el tiempo y la mente dentro del hospital psiquiátrico penitenciario. Es un taller terapéutico que les está cambiando. «Para hablar te tienes que concentrar y hacer un esfuerzo para focalizar aquello que quieres decir, por lo cual la radio te ayuda a pensar con una dirección adecuada», dice Pedro, el psiquiatra. «Me siento bien haciéndolo. Estar tirado en un patio sin hacer nada no tiene sentido, tienes que hacer algo que te active la mente y tú te sientas útil», dice Cristóbal. «Yo soy una persona tímida y he perdido la timidez, me siento más suelto hablando».

El psiquiatra percibe muchos logros en este proyecto. «Este espacio está lleno de magia, de espontaneidad, los pacientes han comunicado cosas importantísimas para ellos. Tienen falta de motivación, de sociabilidad, y la radio les aporta un espacio para vencer esa dificultad y esa resistencia para hacer cosas». «Yo veía que había pacientes que no hablaban en todo el día y aquí hablaban, tenían algo que decir», añade Esperanza.

Y ellos, los pacientes, lo corroboran. «Poco a poco pasas los días más tranquilo, en el hospital estás mejor, te relacionas con los pacientes mejor. Te vas más satisfecho a la celda, sabiendo que la gente te escucha y que llegas a los corazones de la gente», dice Gustavo. «Te aumenta el autoestima, te sientes valorado, te sientes bien y con el resto de la gente», añade Cristóbal.

Desde las ondas se lucha también contra un escollo social: el estigma de estar aquí dentro. «La radio también les da visibilidad, hace que estén presentes. Tienen un doble estigma, por un lado por estar privados de libertad y, por otro, por ser enfermos. Entonces, que se les haga audibles, que puedan expresarse, permite afrontar ese estigma», dice Pedro. «Yo lo he pasado muy mal. Vine aquí con esquizofrenia y muy mal. Empecé a descubrir que hay personas encantadoras, que dan el callo todos los días, y están ahí para ayudarte. A mí me han ayudado porque yo me quise quitar la vida y por dos segundos no me fui de este mundo. Y eso yo no lo olvido ni lo olvidaré en mi vida», cuenta Jose.

El proyecto de la radio es uno de los pilares terapéuticos dentro del hospital psiquiátrico. «Los delitos se han cometido por la existencia de un trastorno mental grave. Nuestra prioridad es el abordaje integral de ese trastorno mental grave. A partir de ahí se trabajan otros aspectos que han podido influir en el delito o no pero que favorecen una adecuada incorporación a la sociedad de estas personas», dice Fernando Ávila Hernández, gerente del hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla. «La radio ha contribuido a su reinserción y su rehabilitación, que es el fin para el cual los pacientes están aquí. Si la radio les ha supuesto una ayuda y un alivio, bendita sea la radio», concluye el psiquiatra del centro.

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