Gonzalo Giménez Tapia escribe en eldebate.com que el audio está de moda y la ficción ha encontrado su espacio dentro del podcast. Pero la ficción sonora no la ha inventado Spotify, Podium, iVoox o Sonora, entre otras miles de empresas que se dedican al audio digital. En los orígenes de la radio ya se hacían locuciones de novelas. La tecnología ha cambiado, pero la esencia es la misma: entretener, sorprender y aprender; aunque ahora es mucho más rápido y a la carta.
Esta idea de utilizar la ficción sonora como elemento de aprendizaje no es nueva. Hay que remontarse a los orígenes de la ficción sonora para comprender su afán divulgador, a finales del siglo XIX y principios del XX. En el fonógrafo (después llamado gramófono) se empezaron a escuchar las primeras novelas locutadas, un género sonoro que también tendría popularidad en las radios de principios de siglo. Cabe recordar que el primer ejercicio accidental de ficción sonora se lo debemos a George Orwell por su famosa retrasmisión de La guerra de los mundos de H.G Welles. No obstante, no era ficción sonora porque lo introdujeron como noticias, pero sirvió de base a la industria sonora destinada a narrar historias noveladas a través del transistor. El punto de partida de la ficción sonora actual está en torno a los años 50, cuando las emisoras de radio tenían grupos de teatro que adaptaban los clásicos para llevarlos al audio. Eran contenidos destinados al ocio principalmente, pero también, de forma inconsciente, el oyente aprendía sobre la moraleja del cuento o la obra que escuchaba.
Las ficciones sonoras en España
Los grandes creadores de ficción han sido siempre las radios tradicionales como RNE, que tenía en Radio 3 sus ficciones sonoras, que ahora han vuelto a ocupar un espacio importante en su página web. Aunque durante la Transición el fenómeno empieza a crecer ligeramente y la Ser, con el cineasta Narciso Ibáñez Serrador, emitió por primera vez en 1987: Historias de medianoche. Una ficción sonora dedicada al suspense donde los efectos que se escuchan se hacían en directo con hojas de papel, soplidos y otros objetos. En 2022 el género de misterio, suspense y crímenes es de los más escuchados.
En aquellos años el suspense era el tema principal de las ficciones. 30 años después, en 2023, el género está en expansión gracias a los podcasts y las nuevas formas de hacer radio. Desde hace unos años, Radio Nacional de España, la Ser, Onda cero, pero también periódicos como El País, ABC o El Debate ofrecen una sección de audio y podcast en página web, que se pueden escuchar a la carta: donde se quiera y cuando se quiera. Pero si hay una temática que ha explotado en el audio digital es la historia, con mayúsculas, y el programa Más de Uno de Carlos Alsina lleva desde 2017 realizando ficciones sonoras sobre diferentes hechos históricos: El 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz o la Segunda República española, entre otros. Por eso, Onda cero es la única radio que ha implantado directamente la ficción sonora dentro de la programación diaria sobre temas históricos, que sirven para divulgar la historia de una manera más atractiva. También hacen ficciones de obras literarias que se pueden escuchar en su página web como, por ejemplo, la adaptación de Celia en la revolución, de Elena Fortún.
La clave es la calidad del sonido
La clave que hace que funcionen está en el sonido, como advierte Teo Rodríguez en su podcast Deja que te cuente. Al ser un medio totalmente sonoro la calidad del sonido debe ser máxima para que el oyente pueda escucharlo desde el coche, mientras se ducha o hace deporte. Pero todo ello parte de una buena narración, de un guion bien construido, con sus giros, conflictos y personajes. Aunque cada historia debe tener su propia estructura narrativa para conseguir ofrecer un contenido único, apetecible y diferente. El ejemplo de la ficción del 75 aniversario de Auschwitz demuestra como un tema muy conocido y tratado puede enseñarse desde una perspectiva nueva. En este caso, se recreó la crónica radiofónica que hizo el periodista de la BBC desde el campo de concentración el mismo día de la liberación.
La ficción sonora debe atrapar los sentidos del oyente, convertir los sonidos en imágenes mentales de personas, escenas y situaciones. Por eso, hay múltiples formas de hacer una ficción sonora, pero todas deben conseguir que el oyente sienta y viva la historia que se está contando. La grandeza del audio es que se puede hacer de todo, cualquier cosa que se pueda imaginar y con un presupuesto reducido. El mundo está viviendo un nuevo resurgir de la ficción sonora y la tecnología ha cambiado, pero el ser humano sigue queriendo que le cuenten historias de una forma creativa y emotiva.
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