3.12.2025.- María Alfonso Rodríguez escribe en laprovincia.es que la gala reunió en Las Palmas de Gran Canaria a Antonio Orozco, Amaral, Pedro Guerra y ecca.edu en una velada que combinó música, reconocimientos y cercanía con el público, pese a la inesperada ausencia de Pablo Alborán, que no logró llegar por un problema con su vuelo.
La alfombra roja volvió a desplegarse esta tarde en el Teatro Pérez Galdós para recibir a algunos de los nombres más reconocidos de la escena musical española, como Pablo Alborán, Antonio Orozco, Amaral y Pedro Guerra , junto a entidades destacadas por su labor social, como ecca.edu, premiada por su compromiso en transformar vidas a través de la educación. La gala de Los Número 1 de Cadena 100 se celebró en Las Palmas de Gran Canaria con una nueva edición marcada por el talento, la emoción y la conexión directa con el público isleño.
Entre focos, flashes y un establecimiento repleto de gente, la cita reafirmó su condición como un evento muy esperado que reunió a artistas que forman parte de la banda sonora de varias generaciones. La ceremonia, convertida en un escaparate de los sonidos que han definido el último año, volvió a poner el acento en el directo y lo mejor de la música nacional.
Los artistas premiados
La presencia de Pablo Alborán, Antonio Orozco, Amaral, Pedro Guerra y ecca.edu responde al criterio editorial de Cadena 100, que reconoce tanto los éxitos recientes como las trayectorias sostenidas en el tiempo. Alborán llega tras un año de consolidación pública con su trabajo KM0; Orozco ha sido distinguido por la emisora por su impacto con Te juro que no hay un segundo que no piense en ti y su presencia continuada en las listas; Amaral aterriza en el Archipiélago tras el éxito de su gira de despedida Dolce Vita; y Pedro Guerra recibe un reconocimiento especial a sus más de treinta años de carrera como uno de los grandes referentes de la canción de autor en España.
La entrada del Pérez Galdós se convirtió en un pequeño hervidero donde asistentes, fotógrafos y medios aguardaban la aparición de los protagonistas de la noche. Entre los asistentes destacaron rostros del ámbito institucional canario, como la alcaldesa de la ciudad, Carolina Darias; la consejera de Sanidad del Gobierno canario, Esther Monzón; el concejal de Cultura, Josué Íñiguez; y el viceconsejero de Universidades e Investigación, Ciro Gutiérrez cuya presencia subrayó el peso cultural que la gala ha adquirido en Las Palmas de Gran Canaria.
La ausencia más comentada
La sorpresa de la tarde llegó antes incluso de que se abrieran las puertas del teatro: Pablo Alborán no pudo asistir. Según confirmó el propio artista en stories de Instagram, perdió el vuelo que debía trasladarlo a Gran Canaria. La ausencia fue recibida con decepción por parte de los asistentes que disfrutan de su música, aunque el cantante quiso enviar un mensaje de cariño y agradecimiento al público canario. «Familia de Cadena 100 y mi gente de Gran Canaria: hemos tenido un imprevisto y hemos perdido el vuelo», informó la voz detrás de canciones como Te he echado de menos o Km0. «Hemos estado viendo la manera de poder llegar pero va a ser imposible, así que quería disculparme por no poder estar esta noche. Espero que nos podamos ver en otra ocasión y poder seguir celebrando la música», compartió con el público del Archipiélago.
Sin embargo, la gala no se vino abajo. La voz canaria tomó la batuta y el cantautor Pedro Guerra se abrió paso en el photocall. Reconocido por más de tres décadas de trayectoria —«en realidad son más de cuarenta, porque antes de Golosinas hubo diez años en el Taller Canario», recordaba—, Pedro Guerra recibió el homenaje «con mucha gratitud» y valorando lo que implica seguir creando: «Si después de 40 años sigo aquí, sigo haciendo discos y me dan premios de reconocimiento, significa que no me puedo quejar».
Más de 30 años de celebración
El cantautor explicó que se queda «con la capacidad de reinventarse, de estar siempre haciendo cosas y disfrutando de los escenarios y de escribir canciones». Y celebró especialmente que el reconocimiento viniera de una emisora cuya programación ya no encaja con su estilo: «Para mí es valiosísimo, porque yo ya no soy un artista que suena en radio. Que aun así se acuerden de ti, dice mucho».
Eva Amaral llegó al photocall radiante, feliz de reencontrarse «con Pedro en su tierra» y de celebrar «una noche tan especial en Gran Canaria». La artista, que aterrizó en las Islas tras días de frío peninsular, confesó que «esto es el paraíso» y que incluso tuvo tiempo de disfrutar de «un mojo picón que está jugando fuerte».
Un emotivo reencuentro entre artistas
Sobre el cierre de su gira Dolce Vita, adelantó que después de los últimos conciertos del año «Juan Aguirre y yo estaremos componiendo canciones nuevas» y dejó caer un deseo inevitable mirando a su colega canario: «A ver si nos encontramos con Pedro por aquí y hacemos alguna cosa juntos; sería bonito».
Antonio Orozco, por su parte, llegó visiblemente emocionado tras recibir el premio a la mejor canción del año. «Me siento muy afortunado. Esto es muy importante para mi música», afirmó. Recordó que ha pasado mucho tiempo en Canarias: «vengo muy a menudo, me encanta navegar aquí». Además, el intérprete confirmó su intención de volver dentro de poco a Canarias: «Muy pronto se anunciarán fechas. El 12 de diciembre concretamente. Así que seguro que estaremos de nuevo por las Islas porque todo lo que ha pasado este año ha sido increíble».
Una noche musical completa
Antes de que comenzara el photocall, la gala se fue calentando en un ambiente distendido donde invitados y equipo técnico compartieron un pequeño aperitivo en el exterior del Pérez Galdós. Era el preludio de una noche que mezclaba celebración y reencuentros, y que permitía a los asistentes asomarse al espíritu de una gala concebida para disfrutar de la cercanía con los artistas.
Tras el encuentro con los medios, los cantantes y los invitados accedieron al patio de butacas para dar comienzo a la gala, que combinó la entrega de reconocimientos y una cena que permitió a los asistentes compartir mesa mientras seguían el desarrollo de la ceremonia.
Fue el momento en que la música tomó definitivamente el protagonismo y donde cada artista puso su sello personal a una noche que buscaba celebrar carreras, canciones y vínculos con el público canario.
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