Lluís Flaquer (SER Catalunya): “El periodismo deportivo vive una sobreexcitación”

Lluis Flaquer

Bernat Coll le ha entrevistado para El País: Lluís Flaquer (Barcelona, ​​44 años) tiene una libreta donde apunta pensamientos e ideas que después utiliza durante sus narraciones del Barça en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER. Lleva 18 años locutor y admite que cada vez que se pone delante de un micrófono siente una mezcla de inquietud y vértigo que le sigue estimulando. No esconde su barcelonismo pero defiende la objetividad de los periodistas, aunque admite que últimamente el oficio deriva hacia los extremos. Defiende los matices, y por eso ha recibido una mención de honor de los premios de Ràdio Associació por «el uso esmerado del lenguaje, esquivando tópicos y sobre todo el lenguaje bélico o expresiones ordinarias y machistas que a menudo todavía perduran».

  • ¿Un narrador apela a la información o a la emoción?
  • Es un equilibrio. Yo debo ser fiel a la información y explicar lo que ocurre, pero a la vez necesito empatizar con el oyente. Tengo que ponerme en su sitio y transmitir lo que siente en ese gol o situación de partido. Éste es el reto principal. No puedo no transmitir mucha emoción en un gol que en casa hace que el oyente se vuelva loco; ni enloquecer cuando un gol no genera nada.
  • ¿Es bueno que el oyente sepa de qué equipo sois?
  • No me parece malo. Si digo abiertamente que soy del Barça, eso no debe restar objetividad a lo que ocurre.
  • ¿Se puede ser objetivo ante un escenario que despierta pasiones en uno mismo?
  • Puedes y debes serlo. Existe una vinculación emocional. Narrar el 4 a 0 en Anfield hizo daño, porque no lo esperábamos, pero eso no quiere decir que ese día no tengas que ser altamente crítico con lo que ocurre.
  • ¿Cómo se prepara un partido?
  • Me gusta mucho leer la prensa. Mi día a día me obliga a seguir la actualidad. Pero cuando narro un Barça-Betis para Carrusel, me debo a los oyentes de ambos equipos y no puedo evidenciar que no controlo tanto al Betis. Necesito informarme, leo la prensa local para saber dónde hay debates o qué puntos de tensión existen. No hay nada peor que ver que ocurre algo en el estadio y no saberlo interpretar.
  • ¿Las narraciones de un gol se pueden ensayar?
  • Ramon Besa siempre dice que se pone en distintos escenarios. Yo también. A veces aparecen frases, y te las apuntas, pero no voy con un papel escrito a los partidos. Si estás inspirado te acuerdas, pero no vas a buscar la página donde tenías esa frase apuntada. En el último partido [contra el Mallorca], con el regreso de Ansu, pensaba que si marcaba la narración podía estar ligada a la idea de que esa recuperación sea la definitiva para el jugador, la buena.
  • ¿Cuándo aparecen estas frases?
  • Depende. En todas partes y muchas veces en la moto. A veces hablo solo e imagino situaciones de partido durante los trayectos. Quizás alguna vez he ensayado un gol mientras conducía, pero hay situaciones que no puedes anticipar.
  • A Messi no se le anticipaba.
  • Messi destrozaba cualquier intuición. Te superaba y hacía cosas inimaginables. Pero mira, la famosa «parábola de Dios» con el Liverpool la tenía apuntada en la libreta desde hacía tiempo. Quedó en el olvido, y de repente, ese día vino la chispa con el gol de falta. Esa expresión funcionó bien.
  • Algunos goles hacen más ilusión.
  • Tengo muy buen recuerdo del gol de Neymar en la final de la Champions de Berlín, en el 2015. Se dieron todos los condicionantes: jugar una final, sufrir contra la Juventus y marcar en el último suspiro por ser campeón. Siempre pensé que en una final estaría bien incorporar fragmentos del himno durante la narración, quizá mezclando catalán y castellano, y así lo hice.
  • Tuvo que cambiar de lengua.
  • Y me lo tuve que preparar mucho. Yo soy catalanohablante. Era el 2010, y ese verano me lo pasé dibujando campos de fútbol y escribiendo las zonas de cada espacio en castellano, buscando sinónimos y escuchando locutores en castellano. Me costó: alguna catalanada queda en la hemeroteca. Estaba narrando en castellano, y de repente pasé al catalán. «El balón es para Pedro, que cruza el balón y remata fuera». Todavía lo recuerdo. Fue en un partido contra el Panathinaikos, pero en el Carrusel bromeamos.
  • ¿Existe la escuela de radio en catalán y la escuela en castellano?
  • Creo que sí. Hay diferencias, pero también ayuda al formato. En Carrusel pasan más cosas a la vez y hay más foco de atención. La estructura catalana está focalizada en un único partido y el ritmo es más pausado. Carrusel te obliga a estar con un alto tono. En catalán me he fijado siempre en Puyal, Bernat Soler y Joan Maria Pou. En español, Manolo Oliveros, Alfredo Martínez o Carlos Martínez.
  • ¿Por qué se vincula el deporte con la guerra?
  • Se traslada el símil a la batalla y la guerra. En el combate y en la idea de que siempre hay un vencedor y un derrotado. Es demasiado sencillo.
  • El periodismo ha derivado hacia los extremos.
  • Ahora hay sobreexcitación. No en todos los ámbitos, pero parece que hoy todo esté así montado. Yo vivo mucho la dualidad Barça-Madrid, ya veces parece que tengas que posicionarte, donde los grises no puedan existir, cuando son muy necesarios. Ahora parece que te obliguen a ponerte en posiciones más extremas.
  • ¿Desde cuándo cree que ocurre?
  • El duelo Guardiola-Mourinho tiene un efecto directo. La fricción en el césped acabó en el resto de ámbitos, y quizás no es necesario.
  • ¿Toma conciencia para evitar el lenguaje bélico?
  • Ya no existe en mi día a día. Yo no lo uso. Hablo con naturalidad, como lo haría en la calle, pero sí que hay frases que intento evitar: tópicos o expresiones que apelan a la testosterona.
  • ¿Para ser periodista hay que ser buena persona?
  • Quizás si eres buena persona no presiones tanto; pero me gustaría pensar que puede ser buen periodista y buena persona.



69919