Laura Rosel (Catalunya Ràdio), invitada en «Al Cotxe» de TV3

Laura Rosel

Elactual.net publica que Laura Rosel ha sido una de las invitadas de Eloi Vila en ¡Al Cotxe! de este lunes. La nueva presentadora de El Matí de Catalunya Ràdio ha confesado cómo vivió el confinamiento, cómo han estado estas primeras semanas al frente del programa y cómo le ha cambiado la rutina.



Ha dejado claro que no se esperaba su fichaje, como tampoco el adiós de Mònica Terribas: “Me enteré de que se marchaba en antena, mientras desayunaba. No me esperaba nada que dejara el programa… Y mucho menos que empezaría a presentarlo yo. Recuerdo que me llamaron un día de mucho calor, durante el verano, mientras yo trabajaba en el ordenador con música de fondo. Siempre he estado muy exigente conmigo misma, pero ahora más, porque me da mucho respeto tener esa responsabilidad de despertar e informar a tantísima gente cada día. Los periodistas somos mensajeros que estamos al servicio de la ciudadanía y no de los poderosos. Ahora siento que tengo la libertad absoluta para cuestionar todas sus decisiones, lo que fue una de las condiciones para fichar por el programa”.

Sólo tiene palabras bonitas para Terribas: “No la sustituyo, sólo tomo el relevo. Nos ha enseñado tanto… Es una de las mejores periodistas que tenemos. Nos ha abierto tantas puertas, especialmente a las mujeres periodistas. Todo lo que ha hecho ella, nunca se había hecho. Es la mejor. Nunca seré ella”. Un cambio de trabajo que también implica un cambio de rutina: “Ahora el despertador suena a las 03:50 h. Es duro, porque tengo sueño todo el día. He pasado a vivir la vida con sueño. Pero vaya, debo ir organizándome y adaptándome a unos horarios nuevos. Iré haciendo subidas y bajadas. Pero he agradecido mucho ese cambio de horario. Antes sólo podía estar con mis hijas por la mañana antes de ir a la escuela, un ratito tan corto que enseguida se te escapa. Por la tarde nos echábamos mucho de menos y ahora lo estamos disfrutando mucho, porque podemos ir a dormir juntas y les cuento cuentos”.

El confinamiento fue duro, con dos niñas pequeñas en casa: “Tenía muchísimo trabajo, ellas en casa… Viví muchos momentos de colapso, especialmente por las noches, cuando ibas a dormir y tenías la certeza de que al día siguiente sería un día exactamente al igual que el anterior, sin estar en contacto con nadie, sin salir a la calle, sin nuevo estímulo. Era una especie de bucle. Y, además, intentar hacer de maestro, intentar cocinar, intentar comprar…”. Pocos días después del inicio del confinamiento, su abuela materna murió víctima del coronavirus: “Lo peor fue que murió prácticamente sola y que no pudimos despedirla. La enterramos tres meses después… Por otra parte, una tía mía estuvo ingresada en la UCI muy grave y después estuvo muchos días aislada, sin el marido ni los hijos. Toda esta situación ha pasado factura a mi familia, como a tantas otras”.

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