Las emisoras evangélicas Ona Pau y Radio Amistad denuncian discriminación en la concesión de licencias en Catalunya

Julio Pérez (Ona Pau)

Protestantedigital.com publica que Ona Pau Catalunya y Radio Amistad, emisoras con una larga trayectoria, quedan fuera de las adjudicaciones de radiodifusión para radios de proximidad, comunitarias y tercer sector.



El Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) ha rechazado la solicitud de dos emisoras evangélicas, Ona Pau y Radio Amistad, en la concesión que se ha realizado para emisoras de proximidad, comunitarias y del tercer sector.

Según ha informado Julio Pérez, director de Ona Pau, la no concesión del espacio para radiodifusión no ha sido explicada por parte del CAC, a pesar de que se contaba con los requisitos exigidos en una convocatoria que no era de carácter concursal, sino de otorgamiento directo por parte de la autoridad competente.

“Hemos sido discriminados”, señala Julio Pérez en un escrito enviado a Protestante Digital explicando la situación. “En nuestro caso reuníamos las condiciones exigidas sobradamente, habiendo realizado todos los protocolos necesarios a través de nuestros abogados, pero a criterio del Consell Audiovisual de Catalunya no respondemos al perfil de emisoras del tercer sector (que son emisoras de segunda o de tercera división, algunas todavía inexistentes)”.

Ambas radios evangélicas afectadas llevan operando muchos años en Cataluña y son una referencia para el público evangélico, dando difusión a la amplia plataforma de acción social, cultural y religiosa de las comunidades protestantes. Según el censo de la Generalitat, la comunidad evangélica supondría más de un 7% de la población.

“Nuestra inadmisión es una verdadera injusticia”, lamenta Julio Pérez que considera la decisión “totalmente arbitraria”.

Facilidades para emisoras católicas
La comparación con la confesión católica es otro argumento que mantiene Pérez sobre la injusticia de la situación. Hay “diez emisoras de Radio Estel emiten en todo el territorio catalán desde hace años, siendo emisoras confesionales de carácter católico romano con misas diarias y otros contenidos religiosos, además de una programación variada. Estas son emisoras con licencias comerciales. Y ya no hablemos del imperio mediático de la COPE”, expone el director de Ona Pau.

La queja de Pérez ha sido expresada ya a diversas entidades y a las autoridades. “Los evangélicos una vez más aparecemos como los pedigüeños de turno que solicitan las migajas del poder político y ni siquiera así lo conseguimos, ni con los de derechas ni con los de izquierdas”, a pesar del crecimiento evangélico experimentado en los últimos años. “Todavía no conseguimos influir en nuestra clase política, nos ven como un potencial granero de votos, nada más; no nos engañemos, porque estos gobiernos no nos quieren. La cultura judeocristiana la quieren eliminar del imaginario social a marchas forzadas a excepción de la politización con la iglesia católica que es cada vez menos influyente, pero mediáticamente ya está muy posicionada”.

Movilizaciones
Además de la queja ya manifestada ante las autoridades, Pérez explicó en el escrito enviado a Protestante Digital que desde la Confraternidad de Ministros del Evangelio de Cataluña (COMEC, reciente organizadora de una campaña evangelística en la ciudad) “estamos planificando una gran movilización de protesta y diversas acciones judiciales”, contando para ello con asesoramiento judicial, “contra este atropello de nuestras libertades de expresión pública en los próximos meses”.

N. del E. En la web del CAC no figura ningún acuerdo, al menos fechado en 2003, relativo a una supuesta autorización de emisoras del Tercer Sector.

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