«La Ventana» de cadena SER celebra el centenario de la SER desde el Estudio Toresky de Ràdio Barcelona

Cadena SER

«Un millón de gracias por estar aquí y por seguir acompañándonos», Carles Francino comienza la retransmisión de La Ventana el 14 de febrero de una manera muy especial. No solo es San Valentín, también es el centenario de la radio de nuestro país. El presentador y su equipo se trasladan hasta el estudio Toresky de Radio Barcelona para honrar los 100 años de Cadena SER.



Acompañado por Pepa Fernández, directora de No es un día cualquiera en RNE, Ricard Ustrell, director de El matí de Catalunya Ràdio, Andreu Buenafuente, presentador de la gala del centenario en el Museu Nacional d’Art de Catalunya y director de Nadie sabe nada, Sira Fernández, directora de antena y programas de la Cadena SER, e Isaías Lafuente, rememoran sus recuerdos más especiales en antena y lo que significa para ellos la radio.

«Es mi vida, nuestra vida»
«La radio es la retransmisión de la vida en tiempo real». Pepa Fernández recuerda que la transparencia y sinceridad es lo que la diferencia de otros medios. Son voces que se cuelan en las duchas, los coches, y las cocinas, y que a veces no pueden evitar mostrar también sus propias emociones: «A mí me ha tocado gestionar la muerte de algunos compañeros, es tan duro estar delante de un micrófono en un momento en el tu solo quieres llorar».

Momentos para recordar como los de Andreu Buenafuente, quien era uno de los encargados de hacer llegar el humor a las casas en una de las situaciones más difíciles de los últimos años, en la pandemia. El Nadie Sabe Nada se retransmitía a la misma hora que Pedro Sánchez daba las actualizaciones sobre la enfermedad. «Yo estaba en mi casa grabando en pijama y desde el control me decían: en cualquier momento cortamos. Me pedían hacer humor y lo conseguimos», explica el presentador.

La historia de nuestras voces
Desde la radio musical a los deportes, son algunos de los géneros que han visto nacer a los invitados. «Yo me enamoré de la radio a los 8 años. Encendía el transistor y me dormía escuchando Barras y Estrellas. Pasaba todos los días por una tienda que en la que había un radiocasete rosa, el primero en el que hice radio porque podía conectar el micro en un dial», confiesa Sira Fernández.

A pesar de sus largas trayectorias, todavía hay muchos retos por cumplir. Ricard Ustrell tiene pendiente hacer un programa desde las nubes: «Me gustaría hacer un programa en directo desde un avión. Técnicamente es posible, pero habría que hacer un invento con otro avión al lado». Aunque algo parecido sí que consiguió la periodista de RNE, quien realizó un programa desde un globo aerostático; e Isaías Lafuente, que empezó su carrera retransmitiendo el tráfico desde un helicóptero de la DGT.

«La radio es el territorio donde las emociones se expresan de manera más clara y más nítida», declara Francino. Un medio que se caracteriza por emitir información y sensaciones a través de los altavoces, tal y como pudo hacer Ustell. El presentador catalán conversó con Laura Jou, novia del fallecido cantante Carles Sabater: «Intento no gestionarlas, porque la radio tiene ese punto de honestidad tan íntimo. Son entrevistas muy delicadas porque es muy fácil llegar a esos terrenos sucios. La radio debe de ser algo normal, no impostado».

No solo conecta con el público, entre sus micrófonos también se fraguan relaciones de amor y amistad. De hecho, recuerda Buenafuente una anécdota en la que le salvó la vida a Carles Francino: «El canal de la mancha se puso muy bravo y Francino estaba en cubierta de lado a lado, absolutamente mareado. Y me dice el patrón: ata a tu amigo que lo vamos a perder».

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