La radio, un medio para la transformación de la aldea global

Óscar Toro escribe en huelva24.com que para la Unesco el reconocimiento a la radio supone evidenciar la importancia de este medio de comunicación como instrumento para el desarrollo, la cooperación y para garantizar el acceso a la información y a la libertad de expresión.



Estoy convencido que todos tenemos alguna voz, que nos la hemos apropiado como si fuera parte de nuestra familia, a la que le damos credibilidad mientras no acompaña en un paseo, en el coche, o en casa. Marshall McLuhan, filósofo y comunicólogo canadiense (1911-1980) revolucionó las teorías sobre el potencial de los medios de comunicación sobre la sociedad. A él se le debe el término ‘aldea global’, en relación a que los medios, gracias a la tecnología (y antes de la llegada de internet), estaban logrando la interconexión de las personas y convirtiendo la tierra en una gran aldea global, así como la frase: «la radio afecta a la gente de una forma muy íntima, de tú a tú, y ofrece todo un mundo de comunicación silenciosa entre el escritor-locutor y el oyente«.

El próximo 13 de febrero se celebrará, un año más, el día Mundial de la Radio. Esta fecha fue proclamada por la Unesco para conmemorar el aniversario de la creación de la Radio de las Naciones Unidas en 1946. Hay expertos que le atribuyen un papel clave durante la II Guerra Mundial. Para algunos de ellos, la voz del periodista Edwar R. Murrow en la cadena CBS fue clave para mantener alta la moral de la población británica mientras sufrían los constantes bombardeos de la Luftwaffe alemana. Su papel en el conflicto bélico hizo que se convirtiera en el medio de referencia.

Para la Unesco el reconocimiento a la radio supone evidenciar la importancia de este medio de comunicación como instrumento para el desarrollo, la cooperación y para garantizar el acceso a la información y a la libertad de expresión. Así como reconocer su impacto positivo en la vida de las personas y en la capacidad de llegar a diversas audiencias y comunidades de todo el mundo.

¿Qué hubiera ocurrido, por ejemplo, sin la existencia de Radio Miraya en Sudán del Sur? Una emisora, auspiciada por la Misión de la ONU en su iniciativa de emisoras de paz (también presentes en Mali y República del Congo) que durante la pandemia de la Covid 19 fueron determinante para informar y sensibilizar a las distintas comunidades.

O los programas de mujeres, lideradas por la asociación Calandria en Lima (Perú), que diariamente han venido realizando un programa para hablar de equidad e igualdad en distintas emisoras, como, por ejemplo, en Radio Comas. Estas mujeres, lideresas de barrios y comunidades aisladas, tras un proceso de formación en el marco del proyecto ‘Voces ciudadanas por la prevención y acción contra la violencia sexual que afecta a mujeres, adolescentes y niñas’, acompañado por la asociación de Emisoras Municipales y Comunitarias de Andalucía, de Radio y Televisión (EMARTV) y financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el desarrollo (AECID) han logrado convertir su programa en un espacio de diálogo, de escucha activa, de sensibilización y educación para abordar la violencia de género, y ser capaces de ofertar opciones para lograr sociedades más justas e igualitarias.

«Fundamental» donde no llega la tv ni Internet
Ana Navarrete, una de estas mujeres que han hecho posible estos programas, nos contó que «la radio es fundamental porque es el único medio para llegar a las comunidades donde no llega ni la televisión, ni, por supuesto, internet». Mientras que para Luciana Aliaga, de la asociación Calandria (una entidad de referencia para entender el marco teórico y el ejercicio práctico de la comunicación como instrumento para el desarrollo y el cambio social) «este proyecto nos ha permitido generar cambios en las familias, a través del diálogo, y fomentando una convivencia democrática y justa».

La radio, con este uso transformador, es un instrumento que fomenta la participación comunitaria, que construye desde los comunes, comunidad. Facilita, sin lugar a dudas, el sentido de pertinencia. Está muy presente la información local, e incluso para entender lo que ocurre globalmente desde la mirada y la realidad más pegada al territorio. Las radios, con un enfoque comunitarios, desempeñan un papel crucial en la preservación de la identidad cultural (algunos de los programas promovidos por Calandria se realizan en lenguas indígenas). Es un medio propicio para sensibilizar y educar. Y, por supuesto, favorece el fortalecimiento de la democracia al propiciar el diálogo, la escucha abierta y directa.
Así que en estos días no dejen de poner la radio.

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