Muchos centros educativos de la Ribera del Duero tienen su propia emisora (o podcast) en la que los pequeños leen, interactúan y hasta entrevistan desarrollando aprendiendo a hablar y perdiendo la vergüenza.
La radio es un medio muy vivo. Lo es por su creciente modelo de escucha, por la revolución del podcast, pero también por su labor interactiva y educativa. Es lo que están poniendo de manifiesto muchos centros de la Ribera del Duero, que la están utilizando como método de aprendizaje e interacción entre los alumnos. Desde hace meses, todas las semanas la SER está recibiendo las visitas de los colegios de Aranda y la comarca. Muchos de ellos tienen su propia radio o podcast, en el que cuentan noticias, hacen entrevistas, pero sobre todo aprenden a soltarse, a perder la vergüenza, y a expresarse correctamente. Es el caso del CRA Siglo XXI de Sotillo de la Ribera, que esta semana ha visitado nuestras instalaciones y ha podido vivir de primera mano cómo es la radio por dentro.
Enrique López, profesor del centro, explica que «la radio tiene proximidad y facilidad para poder desarrollar proyectos con ella». «Ellos son los que hacen los programas, los graban, y estamos aprendiendo a editar. Detecto calidad cuando se sueltan, cuando son ellos de verdad. Les decimos que se flipen porque es cuando realmente se les ve», añade, destacando que «han acogido muy bien el proyecto y estamos muy contentos con ello».
Los más pequeños, mostrando su falta de vergüenza y atrevimiento, aseveran que «estamos acostumbrados a contar lo que hacemos; hemos entrevistado a gente que sabe mucho del pueblo», que «me ha gustado mucho conocer cómo hacéis la radio», y alguno incluso «pensaba que era más grande». «Nosotros hemos hecho radio, clases y recetas marroquíes, entrenamientos de partidos, recetas de cocina… Hemos hecho biografías de personajes del siglo XIX, entrevistado a gente del pueblo… Y nos ha gustado mucho», relatan muchos de los 18 alumnos que nos acompañan.
«Hay que ponerles en contexto y contacto con lo que les rodea y que se den cuenta de la importancia que tienen sus pueblos. Cuando vean que sus vecinos tienen cosas que contar muy interesantes, parece que le dan más importancia y lo valoran más», dice Enrique, valorando «el silencio que hay en los estudios y la coordinación que tenéis entre todos los compañeros», aunque «me ha puesto nervioso el reloj acechando e indicando hasta cuándo puedes durar».
La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.
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