Kadal Osai, una radio local en India destinada especificamente a pescadores

Kandal Osai

Alberto Piernas nos la descubre desde El Páis:
Al igual que otros muchos de sus vecinos, Antony Ebin, un pescador de 36 años, se cruzaba de brazos cada mañana frente al mar esperando una respuesta. Cuando eres pescador, conocer la velocidad del viento u obtener un permiso para navegar es vital para desempeñar tu trabajo en alta mar. Así lo cuenta por videollamada Gayathri Usman, jefa de estación de Kadal Osai.



En Pamban, una isla al sur del estado indio de Tamil Nadu y a 33 kilómetros de Sri Lanka, los pescadores locales desconocían si la lejana oficina de pesca emitía un token (billete para acceder al mar) cada mañana. La incertidumbre de enfrentarse a los caprichos del Golfo de Mannar, uno de los brazos del océano Índico, formaba parte de su día a día.

Hoy, Ebin y el resto de pescadores de Pamban respiran algo más tranquilos, asegura Usman. Tras despertar y comprobar el estado del gran azul, sintonizan el canal FM 90.4 para escuchar todas las novedades. A veces, incluso corren a la central gritando: “¿Hoy emiten token?”. La escena la relata la propia jefa de la radio Kadal Osai (sonido del océano, en tamil), quien asegura que ha cambiado para siempre la vida de esta comunidad.

Considerada como la primera radio para la comunidad pesquera del mundo, Kadal Osai aprovecha su difusión no solo para hablar de la meteorología, sino también para concienciar a los vecinos acerca de otros muchos temas de interés.

Olas y ondas
“Creo que la información correcta en el momento correcto puede salvar vidas”, contó Armstrong Fernando, pescador de 43 años y fundador de Kadal Osai a la publicación Hakai Magazine. “Mis compañeros pescadores rara vez recibían avisos acerca del estado del mar, ya que están acostumbrados a combatir los elementos. Pero cuando estas amenazas proceden de tus propios hijos, hijas, amigos o vecinos, es difícil de ignorar”, decía en el medio especializado en temas costeros.

Como cuenta en el artículo, Fernando trabaja actualmente en Chennai, pero su corazón sigue ligado a la comunidad que le vio nacer. Tras abandonar la pesca en los años 90, participó en diversas iniciativas para facilitar la vida de sus vecinos e incluso envió comida y medicamentos a los pescadores de Pamban arrestados por maniobrar en aguas ceilandesas durante la Guerra Civil de Sri Lanka. Años después, diferentes asociaciones de pescadores apoyaron a Fernando con una inversión de 270.000 dólares para ayudar a la comunidad de pescadores a través de una estación de radio.

Tras un tímido inicio en 2016, Kadal Osai consiguió transmitir durante las 24 horas del día los siete días de la semana en 2019. Hoy llegan a una audiencia nada desdeñable de 50.000 oyentes de 60 pueblos pescadores repartidos en un radio de hasta 15 kilómetros, según sus datos.

Su programación se basa en actualizaciones meteorológicas (por ejemplo, su papel durante el ciclón Burevi el pasado mes de diciembre fue determinante al informar de las medidas de seguridad) y entrevistas con pescadores que aporten diversas pautas para facilitar la vida a la comunidad.
El potencial de una radio glocal

Con el tiempo, Kadal Osai decidió profundizar en sus contenidos y mejorar el estilo de vida de la gente de la región más allá de redes y anzuelos. El pasado año transmitieron las normas de seguridad para la covid-19 a una comunidad a la que internet no siempre llega y hoy abarcan espacios para la concienciación acerca de la ecología o el matrimonio infantil, describe la responsable de la emisora.

En programas como Kutty Chutty Express, una iniciativa de UNICEF y la Community Radio Association of India, Kadal Osai habla en directo con niñas y niños desde las cinco hasta las siete de la tarde (ahora, debido a la pandemia, por teléfono), cuenta. En este espacio expresan sus ambiciones y anécdotas como una forma de empoderar a las nuevas generaciones y liberarlas de las cadenas de la tradición.

“Kadal Osai es una radio comunitaria que opera con una visión para el futuro bajo el objetivo de promover la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, cuenta Usman. “Nuestro lema es ‘Para la gente y por la gente’, ya que también los propios jóvenes del pueblo trabajan como radio jockeys, ingenieros de sonidos, escriben guiones y gestionan nuestras redes sociales”.

Usman es la única foránea del equipo, compuesto por 12 personas que cada día transmiten desde diferentes lugares de la isla o, incluso, micrófono en mano, junto a los pescadores en alta mar.

“Fomentamos un diálogo abierto a través de un proceso democrático al abordar problemáticas de interés para todos los vecinos”, continúa Usman. “Al prestar mucha atención a los detalles del audio y sus señales sutiles, los reporteros y productores mejoran la experiencia auditiva, ayudando a las personas a crear conexiones profundas y emocionales con las historias y la música que escuchan. Hay un sentido de comunidad cuando realmente escuchas algo en la radio”.

Los habitantes de Pamban yacen conectados con la radio encendida tras montones de redes, en un bote o en el rincón más insospechado, describe Usman. Escuchando y tomando conciencia de las enseñanzas de otros vecinos: pescadores que recitan poemas escritos tras el tsunami de 2004, niñas que quieren ser astronautas o un colector de algas que aconseja rescatar a las tortugas atrapadas en bolsas de plástico para devolverlas al mar. Es el poder de la radio en la comunidad, según su responsable. “Debemos pensar globalmente y actuar localmente; potenciar el alma glocal”. Una ambición que, trasladada a Kadal Osai, evoca la mejor metáfora: ser un océano en una gota de agua.

63128