Juanma Castaño Cadena COPE): «Lo único que quiero es seguir en la radio y tratar de innovar, de evolucionar con ella»

Juanma Castaño

Federico Marín Bellón le ha entrevistado para ABC: El domingo, a las 21.30, las cámaras de Movistar+ ofrecen uno de esos derbis en los que el Real Madrid y el Atlético se juegan media Liga, como si la competición pudiera tener tantas mitades. Dentro del nutrido equipo de profesionales de la plataforma, Juanma Castaño (Gijón, 1977), flamante ganador de ‘MasterChef Celebrity’, llevará la batuta de la previa y del ‘post partido’, en ‘La casa del fútbol’. El periodista alterna su trabajo con el que realiza en la cadena Cope, algo que solo es posible «con gran esfuerzo» y porque ambas empresas le facilitan mucho la vida. «Ya no podría hacer un programa diario como ‘Deportes Cuatro’. Sería imposible. No era feliz. Ya no podría hacer lo que hace Manu Carreño, ‘Deportes Cuatro’ y ‘El larguero’. Prefiero estar a mi aire por las mañanas, salir a dar una vuelta en bici, entrenar, comer en mi casa y luego venir a la radio».

  • ¿Cómo es vuestra relación ahora? ¿Veremos una segunda temporada de ‘Reyes de la noche’ con los dos de protagonistas?
  • Nosotros no damos ni para príncipes de la noche.
  • ¿Qué opinas de la serie, que además es de tu plataforma?
  • No la he visto, porque generalmente no veo series de deportes y me cuesta ver ficción sobre la radio, porque es un mundo que conozco tan bien que a la mínima que no se ajuste a lo que conozco, voy a perder la pasión y el gusto. Por eso no vi ni un minuto.
  • Y por lo que se ve, no piensas verla. ¿Disfrutas otras cosas que no sean el deporte?
  • Tengo muchas series por delante y muy poco tiempo. Últimamente veo muy poco, pero me gustan muchas, muy convencionales, series que le gustan a todo el mundo. Ni siquiera me acuerdo de los títulos. La última fue ‘La caza’ y también me gustó mucho ‘Mare of Easttown’, con la protagonista de ‘Titanic’.
  • Antes de pasar al deporte, ¿cómo lograste que tus equipos en COPE y Movistar mantuvieran el secreto de haber ganado ‘MasterChef’?
  • Porque no lo sabía nadie. Había sospechas, porque veían que faltaba mucho a la redacción por las tardes, durante varias semanas, pero no lo sabía nadie al cien por cien.
  • Ahora te conoce mucha gente que antes igual tenía prejuicios, como te pasaba a ti con Miki Nadal.
  • Pues sí, me estoy encontrando con que ha cambiado un poco y que el mundo de la televisión de entretenimiento es menos hostil que el deporte. Al final hay mucha pasión metida. Incluso en las redes hay mucha hostilidad y mucha tensión a veces. Aquí es un entretenimiento. He disfrutado de eso, de ver que la gente se lo pasa bien con algo sin tomárselo tan en serio.
  • ¿Por qué nos tomamos el fútbol tan a pecho?
  • Porque es una cosa basada en un instinto primario, en algo que te viene desde muy pequeño, desde muy adentro. Necesitas enfrentarte a algo, defender lo tuyo, aunque no tengas razón. Eso convierte el fútbol en un teatro perfecto para montar el pollo.
  • ¿Los periodistas del gremio tienen parte de culpa?
  • Seguramente, porque nosotros también colaboramos a alimentar esa pasión, a veces con exageraciones. Hablamos del partido del siglo, de partido a vida o muerte, de la madre de todas las batallas… Al final, eso enciende un poco la neurosis y si hay una chispa y le echan gasolina, lo normal es que explote.
  • Antiguamente, los periodistas de radio podían exagerar aún más, porque el aficionado no tenía tanto acceso a las imágenes.
  • Yo he crecido con la tele ya ligada a la radio. Soy de una generación que ha escuchado pocos partidos sin verlos. Entiendo que el narrador ha tenido que captar la atención del oyente, muchas veces haciendo una exageración o llevando las cosas al extremo. Por eso se grita tanto, se ponen tantos calificativos, se le pone tanta pasión. En mi caso, creo que ahora hay narradores que hacen del fútbol algo más divertido, más ameno, menos trascendente. A mí eso me gusta mucho.
  • ¿Habéis preparado algo especial para el derbi?
  • Tenemos un equipo en el estadio y otro en el plató, pero esta vez hay un inconveniente: el Bernabéu está en obras y eso dificulta un poco la estética del trabajo. No es lo mismo trabajar en un campo perfectamente acabado y con todas las facilidades del mundo que un estadio en obras.
  • ¿Hacia dónde van las retransmisiones de fútbol?
  • No creo que vaya a haber muchos cambios, porque lo que estoy viendo con los ‘streamers’ que se atreven con las narraciones de partidos, es que se parecen mucho a los narradores de radio y de televisión. Hay muchos chicos jóvenes que narran partidos y lo hacen muy bien, pero les veo igual que a mis compañeros. La narración es un campo que yo no domino, pero no debe de permitir muchos lujos, porque tienes que emplear tanto esfuerzo en describir lo que pasa que no puedes distraerte en hacer florituras. Al espectador le importa que le cuenten lo que está pasando.
  • Me refería también a avances técnicos. ¿Sueñas con alguno en la televisión del futuro?
  • A mí me encantaría que pudiéramos escuchar al árbitro. Creo que llegará el día en que el árbitro se pueda dirigir a todo el estadio, como pasa en la NFL, y se le pueda pinchar en pantalla mientras explica sus decisiones. Eso sería fantástico. No sé si estamos preparados para que el árbitro diga: he pitado penalti por esto, porque a lo mejor es peor el remedio que la enfermedad. Lo veo en la NFL y alucino.
  • Es justo lo que le pasa al VAR, que tendría más transparencia si se pudieran escuchar las deliberaciones.
  • Ahora ocurre pero cuando pasan las semanas. De repente eligen una jugada y te ponen cómo se ha cocinado eso en el VAR. Pero claro, eso es como en MasterChef, ya editado. No me vale. Yo quiero ver lo que pasa en directo.
  • Ya que citabas a los ‘streamers’, ¿en qué quedó la polémica con Ibai Llanos’?
  • Ya lo he explicado mil veces. Solo me refería a que creía que Messi, cuando se fue al Paris Saint Germain, debería haber atendido a otros periodistas españoles que estaban allí desplazados y que le habían acompañado durante 20 años de su carrera en Barcelona. Simplemente eso. Ibai tiene todo el derecho del mundo a entrevistar a Messi. Y si lo ha hecho, pues ¡chapó por él!
  • Hay más periodistas femeninas en el periodismo deportivo, pero queda mucho por mejorar.
  • Pues si queda, queda. Tenemos que hacer un esfuerzo. No hay que esperar a que aparezcan. Debemos incluirlas y cada vez, llegar a una normalidad de una relación del 50% en el futuro, sin obligaciones. Estoy convencido de que la capacidad de trabajo y la calidad de una periodista es exactamente igual que la de un periodista deportivo.
  • ¿También con el fútbol femenino?
  • Creo que eso va a ser más complicado. Lo veo más difícil a la hora de repartir derechos, de repartir importancia en las retransmisiones del calendario, de los horarios y todo eso. Al final, coincide en muchos momentos con el fútbol masculino y de momento el pastel es del todo masculino.
  • Y como profesional del periodismo deportivo, ¿no te aburre hablar tanto de fútbol y, dentro de este, del Madrid y el Barça?
  • Pues mira, diría que sí, pero es que si lo digo la gente preguntará: ¿y por qué tu programa es justo eso? Porque hacemos muchas veces el programa a demanda, lo que quiere el espectador, con nuestro estilo. A veces pecamos de no incluir temas que son importantes y que el espectador a lo mejor necesita también cierta educación deportiva, que nosotros le debemos dar. En este sentido, a lo mejor somos también un poco culpables de esta magnificación absoluta del fútbol y de prácticamente solo haya fútbol en los medios de comunicación.
  • Tú sabes más, pero puedo decir que las crónicas de ajedrez, ahora que hay Mundial, no van del todo mal.
  • Sí, pero el deporte es un nicho y dentro de ese nicho hay varios nichos más pequeños. Y entre todos, el más grande, sin duda, es el fútbol. Si tú ya estás en un nicho y te metes en otro más pequeñito y otro más pequeñito, al final estás excluyendo mucha gente. Tratas de abarcar. Es al revés. Yo trato de hablar a la gente del deporte, pero además captar a otros. En lugar de ir a la especialización deportiva, trato de llegar a un grupo más numeroso de gente todavía.
  • Lo malo es que muchos detestan el fútbol justo por su predominio y a esos no los captas.
  • Es que entonces a lo mejor perderíamos sin querer. La manta es una y si me tapo la cabeza, no llega a los pies. Luego están los datos de audiencia. En un partido normal, la asistencia al Bernabéu es de 75.000 personas, 90.0000 en el Camp Nou, etcétera. Para que haya esa cantidad de gente en un concierto, imagínate, tiene que ser uno de los del año.
  • Hablando de audiencias, acaban de salir los datos del EGM.
  • No estoy nada contento y la verdad es que no me lo esperaba, pero son los que mandan. Una vez más, nos han devuelto a la casilla de salida. Pues volvemos a jugar a la oca y tiro porque me toca.
  • ¿El sistema de medición funciona o hace falta otro VAR?
  • No sé si funciona o no, pero es al que me tengo que someter. Prefiero protestar cuando me vaya bien, porque si no, esto es lo que les pasa a los futbolistas con los árbitros, que solo se quejan cuando pierden. Voy a tener más credibilidad si algún día digo cuando gane que no me gusta el sistema.
  • ¿Echas de menos tu etapa en Mediaset?
  • No, no echo de menos a compañeros, a personas. Estoy muy feliz trabajando donde estoy ahora.
  • Aparte de conseguir mejores datos de audiencia, ¿qué metas te quedan por cumplir?
  • No me he planteado metas en mi vida. No tengo grandes aspiraciones, como ser el fundador de la mejor plataforma de deportes de España o algo así. Lo único que quiero es seguir en la radio y tratar de innovar, de evolucionar con ella. Me encanta la radio, me encanta la tele, pero lo que quiero es seguir trabajando, no quedarme anclado. El audio es un arma muy potente ahora mismo, gracias sobre todo a los teléfonos móviles. Hay un campo por ahí abierto y se pueden hacer muchas cosas.
  • Cuando tengamos una pantalla que ocupe toda la pared y podamos dar la mano a los jugadores de alguna forma virtual, ¿dejaremos de ir al fútbol?
  • No, no, qué va. Yo tengo una tele muy grande y no es lo mismo la pantalla en la pared que el estadio. Dicho lo cual, yo ya prefiero verlo en la tele porque me ahorro el viaje. He estado en muchos campos y ya casi hasta me da pereza entrar. En casa estoy en un palco VIP, en mi sofá con mi cerveza y mis aceitunas, y además puedo escuchar la radio al volumen perfecto. Y si hay una imagen que no tengo clara le doy para atrás. Soy un disfrutón del ‘sillón ball’. Me encanta.
  • ¿Ahí te permites el lujo de emocionarte más con tus colores, sean los que sean?
  • La verdad es que con los años he perdido totalmente la pasión. Soy del Sporting, quizá eso también ha influido. No me extraña que la pierda, porque son todo disgustos.
  • Además de prosperar mucho, en tu carrera también habrás tenido alguno.
  • Sí, claro, como todos. En una semana ganó ‘MasterChef’ y a la siguiente me la pego en el EGM, esto es la vida. Ya tengo 44 años y he pasado por muchas cosas. Sé lo que es llegar a fin de mes y lo que es no llegar a fin de mes. Conozco las dos situaciones y además en varias ocasiones los dos casos, con lo cual ni antes me creía el mejor ni ahora me considero una mierda. En realidad, estoy en mitad de la tabla. Lo que hay que hacer es caminar tranquilamente, hacer amigos y disfrutar de la vida.
  • Pecas un poco de modesto.
  • No, hombre. Me refiero a que a veces, aunque seas líder de audiencia, tu programa no siempre es el mejor. Siempre tienes que estar atento porque el tren, como decía un compañero mío, siempre tiende a pararse y hay que estar todo el rato echando madera y más madera. Es difícil llegar y luego mantenerse es jodidísimo. A mí la vida no me cambia porque estoy en la radio consciente de que esto es echarle horas y esfuerzo, mucho esfuerzo.



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