Son alrededor de las 10 de la mañana. De un día cualquiera. Se escucha en la redacción de CADENA 100 la mejor variedad musical, por supuesto, pero, por encima, emerge un «buenos días» con un deje murciano. Y con la mochila echada al hombro. Quien entra en escena es Jorge Plané. Amigo. Compañero. Radio. 32 en esta casa. Más de cuatro décadas en total en una carrera necesaria para las ondas en el sector de la música y, también, para el desarrollo de nuevos talentos. Para el apoyo a los que empiezan. O a los que empezaron en su día y hoy tienen una carrera fuera de toda duda. También para los que se traban y necesitan un empujón por nuestra parte.
Hoy, se despide de nosotros. Deja la emisora que vio nacer por jubilación. Lo hace dejándonos con un regusto agridulce: el agrio, del hueco que va a dejar -¿quién se va a encargar ahora de las sesiones ‘house’ después de comer?-; el dulce, porque bien se merece dedicarse a su familia -aunque sabemos que, inquieto como es, no va a parar del todo-. 32 años. Los mismos que una CADENA 100 que le debe un trabajo incansable y la huella humana. Esto último, quizás, hasta más importante en el día a día de quienes hemos estado a su lado.
Quien escribe lo hace echando la vista atrás a mayo de 2021. Fue entonces cuando me embarqué en esta aventura. Yo, que venía del mundo del corazón y que no conocía a la mitad de los artistas que poníamos en antena. Ni de esos a los que entrevistábamos y para los que me pedía «hacerle un juego para las redes». Sí, en estos tres años y medio no he conseguido que llame a la web, web; para él, todo son redes. No le falta razón. Mucha culpa, llámese responsabilidad, de que hoy pueda escribir de los estrenos o hacer crónicas de conciertos, es de Plané.
recuerdos para siempre
Me preguntaban hace unos días que qué había aprendido de Jorge en este tiempo. Es complicado decir una sola cosa, pero, sin duda, me quedo con esa lección imborrable de que, a los artistas, hay que tratarlos a todos por igual. Hay que saber disfrutar lo mismo de un directo de Bombai que de Coldplay. Que un tema de Conchita se trata con igual cariño que uno de Taylor Swift. Que si Lorena Gómez viene a CADENA 100 POR ELLAS, tenemos que darle la repercusión que le daríamos a Adele. Que las letras de Gonzalo Hermida no son menos importantes que las de Teddy Swims. O que la guitarra detrás de la que DePol esconde su timidez, suena con la fuerza con la fuerza de Ed Sheeran. El trato que le dan, de vuelta, los Dani Fernández, Ana Mena, Leiva, David Bisbal, Michael Bublé, Edurne, Melendi… y una lista interminable cuando le ven, es más que significativa y habla sin necesidad de palabras.
Recuerdo dos momentos especialmente de Plané conmigo que hoy quiero traer al presente. El primero, habla mucho de lo anterior. «Mira a ver si le puedes hacer una entrevista a Manu Tenorio. No suena en antena, pero tiene un disco muy bonito y es amigo». Ahí me di cuenta que, los amigos de Plané -él sí tiene el millón al que aspiraba Roberto Carlos-, son mis amigos. El segundo, en el despacho de quien por entonces era la subdirectora, Maty Fenoy, cuando, sin venir a nada, me miró con todo su cariño y dijo: «Qué buena gente eres, coño». Seguramente, por toda esa bondad que tiene Jorge, sea de los piropos más grandes que me han dicho en la vida.
Siempre ha tratado de ayudar. Y, aunque reconozco, sus «hasta la bola» eran el único material que me daba para escribir las crónicas del CLUB 100, el esfuerzo que hacía por hacernos llegar fotos o vídeos para que diéramos cancha a los artistas, son como tesoros que amenazan la capacidad de la memoria de mi teléfono móvil. Todo por el artista. Todo por el equipo. Todo por una CADENA 100 que le va a echa de menos en cada bocanada de aire que trate de dar. Porque, qué duda cabe, Jorge Plané ha sido pulmón de esta emisora.
No se me va a olvidar nunca ese fin de fiesta en el WiZink Center el pasado 19 de octubre. Eva Amaral le pedía que saliera al centro del escenario. Con algo de prudencia, porque no quería ser protagonista. ¿Cómo no iba a serlo? ¿Cómo no colocarle delante de las miles de personas a las que, sin ellos saberlo, les ha presentado a muchos de los nombres del cartel de aquella noche? Mi madre siempre me dice que es importante cómo se llega a los sitios, pero lo es mucho más cómo se va una de ellos. Y, si alguien se merecía una despedida a lo grande, ese es Jorge Plané. Con ‘Son mis amigos’ como banda sonora del punto y final que hoy escribe en CADENA 100.
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