Según expone la web de RAC 1, quien pudo hablar en primera persona en la tarde con Oriol Junqueras y Joaquim Forn fue Jordi Basté. Este domingo lo explica en un artículo en La Vanguardia. Acudió acompañado de tres miembros de ERC. Los cuatro tuvieron que compartir el espacio reducidísimo del locutorio (3 metros cuadrados) para poder hablar con el exvicepresidente destituidos un rato más tarde.
Basté también pudo hablar con Joaquim Forn. Explica que ambos juegan al baloncesto cada día y que, incluso, Junqueras lesionó a un atracador de bancos de una patada y que estuvo de baja una semana por su culpa. Forn aseguró que tienen una relación extraodinaria con los presos y que, incluso, hace foros donde habla de las estrellas o de la fundación de Venecia. Dice que se ha pasado toda la semana dibujando dinosaurios para su hijo, Lucas. Le quiere enviar porque hace unos días que visitó el CosmoCaixa y está obsesionado. Forn, también dice que el cura de la cárcel se parece a Puigdemont y que no entiende porque a Junqueras se le ha prohibido ir a misa.
Aparte de las anécdotas más personales Basté también explica que Junqueras habló un rato de política con «los suyos»: «tenemos que conseguir ser la rótula del país, los que conseguimos que todas las partes del país hablen entre ellas», los dijo.
En total, una visita doble, de sólo 40 minutos. Cuando pasa este tiempo el micrófono se apaga y ya no hay manera de sentirse «las manos chocando como despedida a través del cabrón metacrilato».
«Da pena», dice Basté.
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