Jokin Buesa lo cuenta desde elnacional.cat:
El confinamiento se está haciendo largo y pesado, una sensación que crece cada día. Ahora bien, nos tenemos que mantener fuertes, tozudos, luchando paradójicamente: con activa ‘pasividad’ derivada del aisIamiento para frenar definitivamente al coronavirus. Aquellos que han sido contagiados pero que, afortunadamente, no han sufrido los efectos más peligrosos del Covid-19, lo saben bien y se mantienen firmes. Como Jordi Basté, que combate el virus sin detenerse, haciendo radio desde su casa. Pero tantas horas sin poder escapar de la realidad, expuestos a determinados símbolos ‘oficiales’ contra la pandemia, tienen consecuencias. Y una de ellas es, precisamente, hartarse de esta simbología impuesta y que, si no comulgas de forma militante, te puede suponer pasar a formar parte de los sospechosos habituales: un «mal soldado», que diría al General Villarroya.
Tampoco nos pondremos tremendistas, pero la reflexión del locutor de RAC1 es acertada en su disidencia: Basté está «bastante cansado del ‘Resistiré’, aunque sea eterna. No me recuerda a los sanitarios, y sí a Loles León en ‘Átame’. Un himno que suena a todas horas no es ningún himno, es una melodía.» La famosa canción del Dúo Dinàmico le enerva, y lo explica con dardo político incluido: «cada vez que los oigo estoy a punto de saltar con tirachinas contra el Supremo, que motivos no me faltan» El periodista se siente mucho más identificado con un grupo barcelonés que se está haciendo muy popular durante esta situación de alarma sanitaria, los Stay Homas, que desde el terrado de su casa espolean a sus oyentes con ritmos de reggae diciéndonos que «me lavo las manos unas 70 veces al día, me pongo el termómetro cada dos horas o me ha bloqueado el 061».
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