Iñaki Auzmendi, voluntario de la ONG Nzuri Daima, promueve Radio Hope

Iñaki Auzmendi

Esta iniciativa la conocemos desde noticiasdenavarra.com y la cuenta Almudena Barbero:
En tiempos en los que los balcones cotizan al alza, no hay nada como abrir ventanas al mundo. Un nuevo espacio de fuerza común para combatir la crisis, para continuar con la lucha y para acompañar y animar a quienes más lo necesitan.



La fundación sin ánimo de lucro Nzuri Daima ha lanzado una iniciativa novedosa para intentar paliar, en la medida de lo posible, la situación de soledad que por desgracia se ven obligadas a vivir muchas personas, con mensajes de ánimo que podrán llegarles ahora a través de una nueva radio por internet, Radio Hope. Aunque la ONG tiene su sede en Girona, cuenta con un buen puñado de voluntarios repartidos por diferentes comunidades del territorio y en Navarra son una veintena de personas las que colaboran.

En Pamplona, el vecino de la Txantrea afincado en Sarriguren Iñaki Auzmendi es uno de los voluntarios que ha decidido volcarse con este nuevo proyecto, sintonizando esta particular emisora de esperanza capaz de llegar, a través de la red, a quienes más lo necesitan. Ingeniero de caminos con el título de experto en ingeniería para la cooperación al desarrollo, trabajó en un par de proyectos en Togo tras terminar la carrera y colabora con la entidad desde 2017. Como voluntario participante en esta novedosa iniciativa, contará con otros compañeros con los que establecerá turnos para ayudar en lo que pueda desde su casa, y anima a todas las personas interesadas –tanto en mandar mensajes como en la gestión de la radio– a tomar parte.

«Es un proyecto muy positivo, tanto para quienes están en casa solos y necesitan escuchar esos mensajes de ánimo como para los que tienen tiempo, en plena cuarentena, de aportar su granito de arena. Contribuye a paliar esa incertidumbre para quienes no pueden tener contacto con nadie y les ayuda a saber que no están solos», explica Auzmendi, de 33 años, que conoció la ONG a través de la presidenta, Almudena Barbero Zumalacárregui, cuando buscaba colaboración para uno de sus proyectos en Uganda.

La propia Barbero asume que se trata de «una oportunidad preciosa para que lo que hagamos después y lo que se construya luego como sociedad sea nuevo y sea mejor. Tenemos que animar a que la gente se conecte para contagiar esa creencia de que juntos podemos cambiar muchas cosas», valora. Los mensajes de audio se pueden enviar ya al teléfono 680 391 606 y se pueden escuchar en la radio disponible en http://radiohopeonline.org/.

La entidad promueve proyectos en África, aunque también en el territorio ha realizado campañas de sensibilización y cuenta en Pamplona con muchos padrinos. «El coronavirus llegó a Uganda y a las zonas en las que trabajamos, donde lo están pasando muy mal. La opción de aportaciones económicas es complicada así que pensamos en alternativas para, como mínimo, estar presentes. Y resulta que cuando la crisis sanitaria comenzó aquí, ellos nos mandaron algunos mensajes a través de radios ugandesas con las que trabajamos en su país, mensajes de preocupación y de ánimo. Nos pareció una idea estupenda poder hacerlo también aquí a través de radios analógicas», relata Barbero.

Ella desde Girona, Auzmendi desde Pamplona y todos los voluntarios que participan en este proyecto quieren acercar a las personas enfermas, a las que están solas, el aliento y el ánimo de sus familiares y amigos, «porque muchos de ellos pasan miedo, sobre todo la gente mayor, que es población de riesgo y para los que la soledad tiene que ser muy dura. Acercarles la voz de sus nietos, de sus hijos, de su familia, puede ser crucial para animarles a seguir hacia adelante», explican.

Quieren, también, establecer diferentes franjas y animar a los más txikis a que manden mensajes para que también ellos y ellas se eduquen en el compartir y en las pequeñas acciones. Contactarán con personas de otras comunidades, se leerán poemas, cuentos y diferentes iniciativas que serán retransmitidas en este espacio de fuerza común para conectar el mundo a través de la radio. Esperan con el tiempo conectar algunos minutos con radios analógicas para ofrecer los mensajes –que se irán repitiendo para que no se pierdan– en determinados horarios y conseguir que lleguen más lejos, a más personas. «Todos los sanitarios con los que hemos hablado del proyecto para hacerlo posible y que llegue también a los hospitales están encantados. Y algunas enfermeras nos comentaban que en todas las habitaciones tienen televisión, que les permitiría sintonizar las radios clásicas si no disponen de internet», explica Barbero. «Lo que más daño está haciendo es el miedo. Por eso queremos crear una radio alegre, de energía positiva, de buenos deseos y de acercarnos a las personas que están más solas en este momento».

Tal y como reconoce también Auzmendi, «esta iniciativa puede ser una herramienta para sentirnos útiles, para aportar cosas en la medida de nuestros conocimientos, para hacer algo con lo que sabemos y poder transmitirlo a quienes lo necesitan». La radio, dicen, «es una ventana para todo lo que la gente necesite, para todo lo que pueda ayudarnos mutuamente, mandarnos esperanza y ánimo. Quienes lo escuchen pueden empatizar y hacer suyo cada mensaje», valoran.

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