
28.09.2025.- Luis De la Cruz escribe en eldiario.es que el 15 de octubre se dejará de sintonizar Radio Madrid (SER) en su mítico dial de la Onda Media, el 810 y las personas asiduas a la Onda Media podrán pasarse a la Frecuencia Modulada o a las plataformas digitales. Radio Madrid es heredera de Unión Radio, que este mismo año ha cumplido un siglo de vida.
El próximo 15 de octubre se dejará de sintonizar Radio Madrid (SER) en su mítico dial de la Onda Media, el 810. La decisión llega solamente unos meses después de que disintas autoridades –desde la reina Letizia Ortiz hasta el alcalde Rodríguez-Almeida– felicitaran a la emisora por cumplir un siglo de vida.
Según explica en su web el experto en radio Gorka Zumeta, son 43.000 los oyentes que aún sintonizan la emisora a través del dial de Onda Media, lo que solo supone el cinco por ciento de la audiencia de la emisora. La Cadena SER ofrece diferentes maneras de seguir escuchando el contenido de Radio Madrid. Para empezar, podrá seguir sintonizándose en el 104.3 o en el 105.4 de FM, a través de internet (y la app para el móvil), o en el televisor a través de TDT.
El ocaso de las antenas ante los bits sigue la tendencia europea en el sector y posiblemente otros seguirán el ejemplo de la cadena decana de la radiodifusión española. Según Zumeta, “en España, además de la SER, la radio pública cuenta con una de las redes de emisoras en OM más numerosa y no es arriesgarse pensar que su cierre también será inminente”.
En todo caso, y aunque lo importante es que la radio, que no es otra cosa que sus contenidos, sigue vivita y coleando, es reseñable el apagón de las ondas de radio después de un siglo, que coincide con el de la historia del medio en nuestro país.
Pequeña historia de la radio en Madrid
La radio llegó a España a principios de los años veinte, siendo en un primer momento una afición vinculada a un número pequeño de personas, aunque no tardarían en aparecer en prensa instrucciones para aprender a manejar, e incluso construir, aparatos receptores de radio. Se podría decir que aquellos radioaficionados eran, al principio, frikis y hackers.
Pronto, el afán por escuchar se convertiría para algunos en el interés por comunicar, naciendo así los llamados radiopitas, que sobre todo emitían música. Cabe mencionar en Madrid a los hermanos de la Riva, tres jóvenes estudiantes de ingeniería que llegaron a retransmitir en Madrid las campanadas de la Torre Eiffel en la Nochevieja de 1922.
La primera radio digna de tal nombre del país –con programación estructurada– fue Radio Ibérica, radicada también en Madrid. Sin embargo, cuando en 1924 se legisló por primera vez el espectro radiofónico, la primera en obtener una licencia legal fue Radio Barcelona.
Fue el 17 de junio de 1924 cuando se inauguró la que sería la primera cadena de radio que ambicionaba tener emisoras en distintas partes de España, Unión Radio, que de hecho absorbería el resto de emisoras pioneras, como las mencionadas Radio Ibérica o Radio Barcelona. Situada en la última planta de los Almacenes Madrid-París de la Gran Vía, que se habían inaugurado un año antes, los madrileños pudieron escuchar en plena calle el discurso inaugural del rey, pues aquel día se instalaron altavoces en la fachada.
El impacto de la radio aumentaría exponencialmente durante los siguientes años, introduciendo la voz de figuras relevantes como Gómez de la Serna, la música de la Banda Municipal de Madrid o los boletines informativos. Con la llegada de la Segunda República, este crecimiento aceleró y la empresa, aunque siempre fue privada, se identificó mucho con el nuevo régimen. Literalmente, desde el primer día, cuando retransmitió en directo el discurso del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora.
Durante la guerra, algunas de las emisoras de Unión Radio quedaron en zona nacional y otras en la republicana. Unión Radio Madrid estuvo administrada por un comité obrero de UGT y CNT y se convirtió en protagonista de primerísima importancia durante el asedio franquista por las locuciones de guerra. Esta identificación hizo que, después de la entrada de los sublevados en Madrid, las tropas franquistas ocuparan la emisora y un centenar de trabajadores fueran depurados, aplicándoseles la misma legislación que si hubieran sido empleados públicos.
La damnatio memoriae incluyó el cambio de nombre: Unión Radio S.A. se transformó en la Sociedad Española de Radiodifusión (Cadena SER), transmitiéndose su propiedad a las familias Garrigues y Fontán. Radio Madrid, la emisora más importante de la SER, reconvirtió a partir de entonces su programación al entretenimiento, con programas de variedades como Cabalgata fin de semana y radionovelas como Ama Rosa. En los años cincuenta llegaría el Carrusel Deportivo y durante los sesenta acompañaría el cambio cultural de la España desarrollista y el advenimiento de la juventud como nicho de mercado con El Gran Musical o Los 40 principales. La cadena fue también pionera en adoptar la FM a mediados de los sesenta, teniendo solo por delante a Radio Nacional de España.
El Real Decreto de 6 de octubre de 1977 puso fin al monopolio informativo de RNE, por lo que el resto de cadenas pudieron montar sus propios servicios de informativos. El de la SER se había fogueado ya en eventos históricos de calado como el 23-F cuando el grupo PRISA comenzó a comprar parte de las acciones de la cadena en 1984 (el proceso de adquisición culminaría en 1992). La emisora de Gran Vía 32 siguió (y sigue) siendo el mascarón de proa de la cadena líder de audiencia de la radiodifusión española. Aunque, pronto, lejos del 810.
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