Goyo González (Cadena COPE): «Mis referentes en la profesión son Pepe Domingo Castaño y Joaquín Prat»

Goyo González

José R. Palomar le ha entrevistado para elcatalan.es:
Goyo González es uno de los puntales del programa con audiencia millonaria “Herrera en COPE”. Su cometido cobra fuerza en la parte de magazine, a partir de las 10. Posee conocimientos propios de un hombre polifacético: música, gastronomía, pintura… Y los ha aplicado tanto en radio como en televisión. En el segundo medio trabajó hace muchos años con el fallecido Jesús Hermida en TVE, pasando posteriormente por diversas cadenas: A-3 y Tele 5. Ahora está por las tardes en Telemadrid con el programa “Huellas de elefante”. Su estilo viene marcado por el sentido del humor, y la cercanía con el oyente o el telespectador.

  • ¿Cómo ha vivido la pandemia, personal y profesionalmente?
  • En casa confinados desde marzo a mayo, y también en casa haciendo el programa de radio con todo el equipo de Herrera. Por un lado es complicado, porque sabe que en la radio es primordial el lenguaje de los signos dirigido a los técnicos (que eran los únicos que estaban en la emisora). Lo hemos salvado, porque somos un equipo muy compenetrado. Nos conocemos hace muchos años, y tenemos la intuición de respetar los silencios, sin pisarnos. Nuestra relación de amistad va más allá de las ondas.
  • El programa “Herrera en COPE”, ¿ha tenido que transformarse?
  • Es indudable que, por ejemplo, en “La hora de los fósforos” las consecuencias de la COVID ha sido determinante en los temas. Pero yo me encuentro en el área del magazine, después de las 10. A partir de esa hora nuestra tarea es descomprimir la tensión informativa que se escucha desde las 6. Y procurar que el oyente se relaje, y pase dos horas divertidas y amenas.
  • Trabajar al lado de un líder como Herrera, ¿asusta o estimula?
  • Es un estímulo. Antes que nada, le diré que conozco a Carlos desde hace 30 años, porque éramos compañeros de trabajo, aunque sin coincidir en un programa. Hemos compartidos los avatares de nuestras familias, y visto crecer a nuestros hijos… Herrera es el que marca la pauta. Y cuando él no está, nadie quiere arrogarse el protagonismo, aunque haya oyentes seguidores de María José Navarro, o de un servidor… Hemos creado una suerte de “comedia radiofónica”, siendo nosotros los actores secundarios. Somos como una gran familia, dentro de una “sitcom”
  • ¿No le gustaría intervenir en la primera parte del programa, pura información?
  • Me da un cierto pudor… Soy periodista de formación, pero mi carrera ha derivado hacia la cultura, el entretenimiento. Eso no quiere decir que siga la actualidad y tenga mi opinión sobre lo que ocurre…
  • Pues vamos a preguntarle sobre temas candentes. ¿Cómo valora la gestión sanitaria que ha hecho el Gobierno sobre la pandemia?
  • Mejorable, sin duda. Ha faltado liderazgo, una línea coherente de actuación, y la gestión resultante es poco clara, con diversas corrientes en el Gobierno. No se ha remado en la misma dirección.
  • ¿Le parece bien que Salvador Illa haya dejado el Ministerio para ser candidato en las elecciones catalanas?
  • En circunstancias normales, tendría todo el derecho. Pero en plena pandemia no era el momento oportuno, desde luego. Eso enlaza con las elecciones catalanas: creo que deberían haberse aplazado. Sé que son unas elecciones importantes, pero debería haber prevalecido el interés común, antes que los políticos o personales.
  • Unas elecciones donde tenemos a los presos del “procés” en la calle, y en campaña.
  • No me parece bien, y creo que los catalanes deben estar alucinados de que unos señores tengan patente de corso, y se haya dado manga ancha. Si han cometido un delito, ¡deberían cumplir la pena que dicte la ley!
  • Defina a Puigdemont, aunque sea “en clave de caricatura”.
  • Usted lo ha dicho: es un personaje caricaturesco, que en el futuro deberá ser estudiado, pero de forma objetiva, por los libros de historia. No creo que estén de acuerdo con él ni sus propios correligionarios, después de haber cometido esos desmanes, como un simple traidor… Imagino que la estancia en Waterloo debe estar subvencionada por sus mecenas. No sé cuál será su futuro. Pero tal como están las cosas, no resultaría nada extraño que volviera, y no le pasara nada…
  • ¿Entiende la sensación de hartazgo en Catalunya?
  • ¡Claro!, de hecho tengo muchos amigos en esa tierra, incluso independentistas, que sienten malestar… Pero son gente tolerante, con la que se puede hablar. Lo que no me parece de recibo es renegar de la Constitución, y al mismo tiempo vivir bajo el paraguas de los Presupuestos del Estado. Es llevar a los catalanes a un callejón sin salida. Entiendo que haya gente que pueda ser independentista (sin compartirlo), pero de otra forma… Falta sentido común, y sobra adoctrinar a los niños en las escuelas.
  • ¿Qué diferencias establecería entre Barcelona y Madrid?
  • Barcelona es maravillosa, me encanta, he ido con frecuencia: para participar en convenciones, o hacer programas de radio y televisión. Sin embargo, me da pena que haya dejado de ser la ciudad cosmopolita que significaba en los años setenta y ochenta (la avanzadilla de Europa). Ese lugar se lo ha arrebatado Madrid, aunque la historia de Barcelona está ahí, y no se puede discutir…
  • Usted trabajó en la SER y ahora en la COPE. ¿Ha tenido mayor libertad en una, u otra emisora?
  • La SER, cadena histórica, y sobre todo Radio Madrid, me vio crecer ante sus micrófonos. Allí coincidí con una pléyade de grandísimos profesionales como Pepe Domingo Castaño, Joaquín Prat (Carlos Herrera también estaba allí). En esa cadena se fraguó después del 23-F una radio eminentemente informativa. Yendo a su pregunta, en los dos sitios me he sentido a gusto. Nunca he tenido una consigna, una advertencia de “no hables con éste o con aquel”, aunque mi perfil es el de locutor, ligado al entretenimiento…
  • Citaba a Herrera, de nuevo. ¿Cuál es la clave de haberse convertido en un líder radiofónico?
  • Ha bebido de esa escuela, presente en la SER, que conjugaba información y entretenimiento. Y su estilo aúna la esencia de esa vieja radio eterna, proyectada hacia el futuro.
  • ¿Tiene más referentes en la profesión?
  • Dos con los que no llegué a trabajar: los citados Pepe Domingo Castaño y Joaquín Prat: dos grandes vendedores de la publicidad en la radio. También Iñaki Gabilondo y como oyente, sin duda, Luis del Olmo.
  • Trabaja también desde sus inicios en televisión, compaginándolo con la radio…
  • Actualmente presento un programa en Telemadrid, “Huellas de elefante”, donde buceo en la biografía de personajes populares. Un espacio que requiere una documentación ímproba, y que supone un ejercicio de nostalgia, lo cual no es malo (teniendo en cuenta los tiempos que corren…).
  • ¿Sabría definir su estilo?
  • Un ingrediente básico es el sentido del humor, en la profesión y en la vida. Un humor que lo saco a pasear cada día en el programa de radio.
  • En las entrevistas de Herrera hace “las preguntas inteligentes”
  • ¡Bueno! (sonríe), eso es una ocurrencia de Carlos… Lo cierto es que me encanta el género de la entrevista, el cuerpo a cuerpo con el personaje. En las que usted aludía, intento ser ingenioso y hacer juegos de palabras.
  • ¿Hacia dónde camina la radio?
  • Todo está cambiando mucho; ¡en un año más que en los quince anteriores! Mientras estás en antena tienes las pantallas abiertas, y comunicas con el oyente a través de las redes: correo, twitter o instagram. Muchos optan por escuchar los programas a través del podcast, con lo cual el directo ya no es imprescindible…
  • ¿Vamos a mejor o…?
  • Pienso que debemos dejar de lado, y más en estos momentos de pandemia, el individualismo como filosofía de vida, y por el contrario, seguir el camino de la colectividad, la solidaridad.
  • En el ambiente flota la crispación. ¿Esto es culpa de los políticos, o incluso de los periodistas?
  • La crispación no le gusta a nadie, es perniciosa y mortal de necesidad. Y la han diseñado los políticos, contagiando a su vez a la sociedad. Los periodistas nos hacemos eco de esa crispación, y en definitiva de lo que ocurre…
  • En la radio y televisión actual ¿hay exceso de programas de gastronomía?
  • No lo creo, es algo sano. Yo mismo hago los lunes una sección en COPE titulada “Me lo como todo”, donde demostramos, explicando recetas, que no hace falta ser rico para comer bien, ni hacerlo en restaurantes con tres estrellas Michelín. Y en los tiempos del confinamiento, muchos han aprendido a cocinar…
  • Fue miembro del grupo de música “Materia Prima”. ¿Le gustaría hacer un programa de radio o televisión musical?
  • Me encantaría, pero de momento me conformo con esos minutos de sugerencias musicales en “Radio Carlitos” los viernes, donde aflora esa pasión por la música, que es además un ingrediente consustancial en la radio.
  • En tiempos de la Covid, ¿es optimista ante el futuro?
  • Creo que ahora mismo el futuro es impredecible. Nos tenemos que olvidar de “un trabajo fijo para toda la vida”, debemos adaptarnos al teletrabajo. La deslocalización está más que asumida. Y ahora, ¡sólo nos falta la movilidad!



Dios le oiga…
Goyo González es un hombre cercano, de risa fácil y contagiosa. No le gusta el protagonismo que hoy se lleva en algunos presentadores de radio, tendente al egocentrismo. Prefiere acompañar al oyente, escucharle con atención. En la radio ha estado en Punto Radio, además de la SER, y actualmente la COPE. En Radio Madrid presentó “Hoy por hoy Madrid” (siguiendo la estela de Iñaki Gabilondo).

En la pequeña pantalla, los telespectadores pudieron verle con el maestro Hermida dentro de su programa “A mi manera”, o “Pasa la vida” con María Teresa Campos. Pasó luego a A-3 trabajando junto a Concha Velasco, y llegó a presentar “La ruleta de la fortuna” en Tele-5 (1995). Y también en las autonómicas: Canal Sur, y desde hace cinco años trabaja en Telemadrid, ahora con un programa semanal.

Hizo sus pinitos en el campo de la interpretación, con un pequeño papel en “La casa de los líos” junto a Arturo Fernández, de quien dice: “Parecía en principio un hombre de derechas, pero tenía cosas de “tío de izquierdas” (porque siempre estaba presto a ayudar a los demás). Adoraba Barcelona, y siempre estaba pensando en actuar allí, aún con “el procés” en marcha…”. Goyo dejó ese terreno “porque quería ser honesto, y exigía un tiempo que no podía dedicarle”. Sin embargo, su hijo va a ser actor…

Un personaje polifacético, sin duda, que hasta tiene tiempo de plasmar su vena artística en la pintura. El año pasado presentó su primera exposición.

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