Fernando Martínez (Radio 4G): «La mayor parte del reguetón es más simple que el mecanismo de un botijo»

Fernando Martínez

«Volver a Tenerife siempre es motivo de felicidad», adelanta Fernando Martínez Teruel, Fernandisco, sobre su próxima visita a la sala santacrucera Berlín 89 a eldia.es. Será el viernes 22 de noviembre a las 23:00 horas. Star People es el nombre de la fiesta que tendrá a esta leyenda de la comunicación musical en España como dj principal.

  • Mucha gente no lo sabe, pero usted estudió Psicología.
  • La verdad es que mi madre, que en paz descanse, quiso que su hijo estudiase Psicología. Fue una carrera que se me dio muy bien y que luego quedó un poco aparcada porque yo pretendía dedicarme al mundo de la radio y la televisión.
  • ¿Y esos conocimientos le han ayudado en su labor como comunicador?
  • La Psicología te enseña una cosa muy importante: dónde están tus limitaciones. Si crees que son las mínimas, vas viendo siempre el vaso medio lleno. Me ha servido mucho para construir en torno a Fernando -que soy yo- el personaje que se ha creado al lado, que es una marca registrada que se llama Fernandisco.
  • Comenzó en la radio gracias a una prueba. ¿Siempre tuvo claro que quería dedicarse a esto?
  • Siempre he querido hacer radio, desde que le pegaba la paliza a mi madre hablando solo en el lavabo de mi casa. Cuando entré fue con una prueba en Radio España de Barcelona, en Las Ramblas. Pidieron casetes con un show grabado de más o menos media hora. Éramos 300 personas y tuve la gran suerte de ganar ese concurso. A partir de ese momento empecé a construir programas de radio y a trabajar al lado de los más grandes: desde Constantino Romero a Luis Arribas Castro o Joaquín Prat padre. Siempre he estado al lado de los mejores profesionales y me han enseñado muchísimo. No han tenido ningún reparo para concederme cinco minutos para que yo pudiera aprender. Me daban la oportunidad de irles a buscar un café en el bar de abajo, para mí eso era un privilegio y un honor.
  • ¿Ha cambiado mucho la radio en España? Por ejemplo, hace años se le exigía mucho a un locutor, entre otras cosas una dicción perfecta.
  • La dicción, la voz, era una exigencia. Ahora en la radio ya no se exige nada, todo está computerizado y automatizado. No se piden ni conocimientos musicales ni conocimientos de radio. En esos tiempos de los que hablamos las exigencias eran máximas. Tengo la sensación de que ahora la radio tiene locutores que se asemejan más a máquinas que a locutores como los que hemos conocido toda la vida.
  • Luego llegaron Los 40 Principales.
  • Le debo muchísimo a Los 40 Principales, hablo siempre con cariño y respeto de esta parte de mi carrera. En la radio fue donde me construí mi discurso profesional. Luego tuve la suerte de que Canal + me llamara para trabajar en un concepto nuevo: un programa musical donde los vídeos son protagonistas. Fíjate si fue importante que en el año 1998 me dieron el Premio Ondas de Televisión por Del 40 al 1, donde me estaba reinventando de nuevo para convertirme en un disc jockey televisivo después de haber trabajado en la radio. Los 40 Principales es una marca sociológica que va más allá de la radio, es pura comunicación. Me dieron mucho y creo que yo también les di a ellos.
  • Desde fuera parece que hay dos grandes pasiones en su vida: la radio y la música, especialmente la música de baile…
  • Sí, porque fíjate qué tiempos me tocaron vivir: los años noventa. En aquella época en la radio se ponía mucha música española. De golpe y porrazo tengo que cambiar el discurso y empiezo a poner música europea, el nuevo pop que venía de fuera. Fue un exitazo, con canciones que luego se convirtieron en himnos que nos han acompañado durante muchísimo tiempo. A las pruebas me remito: Technotronic, 2 Unlimited o Ace of Base con All that she wants, una canción que venía del pop sueco y que estaba causando furor en Estados Unidos. Yo descubro esa canción para España y se convierte en algo indispensable en la vida de la gente, que estaba acostumbrada a escuchar música española y de golpe se enfrenta a nuevos ritmos que en los noventa fueron lo más. La música discotequera me gusta mucho, pero siempre música con calidad.
  • No sé si le meto en un aprieto. Dice que la radio ha cambiado mucho pero lo que también ha cambiado, y no para mejor, es el tipo de música que suena ahora en la radiofórmula española.
  • Tengo la sensación de que la música ha cambiado muchísimo. Mis primeros discos eran de Michael Jackson o James Brown, por ejemplo, estamos hablando de eso y de los ochenta o noventa, con canciones que ya nunca van a volver. El discurso ahora en la radio es otro, canciones pegadizas. El 90% de la programación de ahora es reguetón, no tiene nada que ver con lo que hacíamos antes. Personalmente, creo que es una música bella sin alma. Aunque no toda, claro. Es un sonido que hace que la gente crea que está acercando posiciones hacia un futuro musical y la verdad es que la mayor parte es más simple que el mecanismo de un botijo. Aunque reconozco que hay temas que están mejor que otros. Fíjate cómo ha cambiado la música que antes éramos capaces de escuchar un Simply the best, de Tina Turner, o la Balada de Johnny and Mary, de Robert Palmer. Qué diferencia. La música de ahora es bastante peor que la de antes. No tiene ni punto de comparación.
  • Esta temporada ha estrenado nuevo programa, ¿cierto?
  • Sí, Desde que amanece apetece. Es un morning show en Radio 4G con Mar Montoro, que es una compañera de Los 40 Principales que se ha venido conmigo. Es una profesional como la copa de un pino que lleva muchísimos años en la radio pese a que es muy joven. El programa tiene mucho éxito porque la clave es darle a la gente en el corazón. El público que me escucha tiene más de 30 años y su música emocional es la de los ochenta y los noventa. Desde 1985 hasta el 2015 es el rango temporal de la música que pongo y la gente se vuelve loca, es su banda sonora emocional.
  • ¿Cómo va a ser esa sesión que ofrecerá en el Berlín 89 el próximo 22 de noviembre?
  • Muy parecido a la radio. La fiesta Star People -con mi gran compañero dj Frisco, que es una bestia- consiste en darle a la gente la categoría de estrella. Pongo su música, para que la gente se divierta. Pincho para que el público sienta suya la sesión. Que sepa que es el protagonista. Yo tengo clarísimo que la música que tengo que poner es aquella que hace a la gente feliz.
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