Fallece Casimiro Álvarez: «la voz de Radio Gijón» en la década de los 60, 70 y 80

Casimiro Álvarez

Casimiro Álvarez personificó una forma diferente de hacer radio, declamar y cantar. En los estudios de la Calle de los Moros elevó la sintonía de la emisora EAJ34 a su máximo nivel.



Se nos ha ido un grande. Casimiro Álvarez llegó a Gijón (donde había nacido en 1925) en los años 60, procedente de Madrid, donde había estado formándose como actor de teatro, participando en la Compañía de Teatro Lope de Vega. Empezó a trabajar en la emisora de Radio Gijón que estaba en la Calle de los Moros. En aquella emisora que se llamaba EAJ-34, elevó la categoría de locutor a límites insospechados. Junto a otra locutora muy recordada y famosa de Radio Gijón, Mari Paz Lucas, hicieron uno de los programas más escuchados y formaron una de las parejas profesionales que marcó historia en la radio difusión de Asturias.

LOCUTOR, CANTANTE Y ACTOR
Casimiro Álvarez había hecho estudios de declamación y teatro en Madrid. llegó a trabaja junto a Paco Rabal en la Compañía de Teatro Lope de Vega, pero acabó retornando a Gijón por las dificultades económicas y apreturas que dejaba la posguerra . En la emisora de Radio Gijón inició su andadura y coincidió con la retirada de otro «grande» de la radio, Enrique Granados, que decidía marcharse a Cuba. A partir de ahí arrancó una larga y brilante trayectoria que le llevó a trabajar en la emisora de Radio Gijón hasta el año 1990, fecha en la que se jubiló.

Casimiro destacó por su buen hacer ante los micrófonos y también por su generosidad ante cualquier propuesta que surgiera para contar con su participación en festivales radiofónicos benéficos y de ayuda a cualquier persona.

LA FAMILIA HEREDIA Y «TÍO MIRO»
Casimiro Álvarez no tenía familia en Gijón pero encontró en «Los Heredia» la FAMILIA con mayúsculas que le cuidó, acompañó y arropó hasta sus últimos días. Primero en el edificio de la torre de Begoña, junto a la matriarca Pepita Heredia y ahora junto a la familia de Germán Heredia y su hermana Pepita «hija», Casimiro encontró la mejor compañía y la sensación de calidez y familiaridad que solo aportan los Heredia. Para ellos, Casimiro Álvarez siempre fue «TÍo Miro». Uno más en la familia al que hermanos, hijos y nietos, dedicaban todo su cariño y atención.

Era habitual, todavía hace unos meses, ver a Casimiro pasear en silla de ruedas junto a la hermana de Germán Heredia. Su habitual paseo por el Muro de San Lorenzo, hasta la Iglesia de San Pedro. El paseo por la Calle San Antonio hasta la Plaza del Marqués. Y otros recorridos que Casimiro hacía acompañado del «empuje» de algún miembro de la familia Heredia.

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