Episodios vigueses: aquella añorada y formidable radio local que se hacía en Vigo

Vigo

Fernando Ramos escribe en atlantico.net: La radio propiamente local ocupaba en otro tiempo gran parte del espacio de las emisoras, pues eran menos los programas en cadena
He compartido en ocasiones, dentro de congresos y actos universitarios sobre la comunicación, mis propios recuerdos, experiencias y testimonios sobre la radio local en mis dos etapas (1968-1972 en Orense, y 1972-1976 en Vigo) como profesional. La radio propiamente local ocupaba en otro tiempo gran parte del espacio de las emisoras, pues eran menos los programas en cadena, muchos de ellos también recordados, de gran popularidad. Era una radio creativa, de enorme calidad y variedad. Fui compañero de excelentes profesionales, hoy recordados todavía, como Pepe Vázquez, Vila, José Ignacio Plaza, Gerardo González Martín, Gerardo Rodríguez, Pepe Núñez, Queca Merino, Rosa María Tébar, Jaime Cros, Segundo Mariño y otros cuyos nombres se me resisten ahora, además de Víctor Freixanes.



Creo que deberíamos recordar el enorme papel dela radio local en Vigo, que tuvo como pionero a González de Haz, personaje a quien, en mi etapa como presidente de la Asociación de la Prensa, tuvo el honor de rendir homenaje en los últimos años de su vida. Viene a cuento hoy en día, este recuerdo, porque ordenando mis archivos me encuentro con viejas fotos de aquellos tiempos pretéritos y porque acabamos de celebrar la “Fiesta de la Radio”, cuando aparte de Radio Vigo competíamos cordialmente Radiocadena, la emisora sindical, y Radio Popular, de la Iglesia. La radio local de aquellos tiempos comprendía todo tipo de programas, desde los discos dedicados a los informativos, los concursos patrocinados por el comercio local (muy populares), las guías publicitarias, las esquelas, los deporte, incluyendo las retransmisiones de los partidos. Las normas del Ministerio de Información y Turismo sólo permitían que los noticieros dieran noticias locales, pues todos los días a las 14.30 era obligatorio conectar con Radio Nacional para emitir “El parte” que curiosamente conservó este nombre desde su origen como “parte diario” de la marcha de la guerra en el llamado “banco nacional”. Y aunque se denominara oficialmente, ya después “Diario hablado de Radio Nacional”, todo el mundo lo llamaba “El parte”.

Ya he dicho que la ciudad de Vigo tiene una deuda pendiente con Gerardo González Martín, redactor jefe y director de la COPE. Historiador e investigador nato, prolijo autor que debería haber sido cronista oficial. Todavía hoy se recuerda “Jaque a la Actualidad”, el programa estrella, en el que se me asignó seguir la información del entonces agitado mundo laboral y sindical. Gerardo era un periodista documentado, serio, solvente, con una envidiable agenda de contactos, respetado y bien relacionado tanto con los empresarios como por los dirigentes obreros, lo que le proporcionaba la capacidad de adelantarse a todos los demás a la hora de conocer lo que se cocía en la ciudad. En aquellos tiempos, la ahora conocida como COPE (Cadenas de Ondas Populares Españolas) aparte de la información laboral y de temas marítimos, yo era un reportero de actualidad, y una de mis misiones entrevistar a los conferenciantes que pasaban por el entonces activo Centro Cultural de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo o cualquier personaje de cierto relieve que estuviera en la ciudad. Ello me brindó la oportunidad de conocer y entrevistar a personalidades tan diversas como José María Gil Robles, cuando vino a defender al funcionario de la CAT tomado como chivo expiatorio del “Caso REACE”; o a Celia Gámez, cuando pasó por Vigo e embarcarse para América, o a Dionisio Ridruejo, el disidente ex falangista y luchador por la democracia al que sólo se le permitió dar una conferencia sobre literatura.

El éxito de Radio Popular de Vigo se debía a la feliz confluencia de una serie de factores y su sentido de lo que debía ser una emisora moderna, la capacidad de incorporar como colaboradores a las mejores plumas de la ciudad, y la ya citada dirección contenidos a cargo de González Martín. Abrió las ondas al idioma gallego no sólo en programas culturales, sino de todo tipo, con la ayuda de personalidades como Ana Míguez y Alfonso Álvarez Gándara entre otros. Yo mismo cree un personaje que todos los días comentaba con cierta sorna la actualidad, en gallego, “Fuco Garabullo”. A veces nos olvidamos que el Ministerio de Información y Turismo y el Gobierno Civil tenían un servicio de escucha y control de todo lo que se emitía por la radio, aparte de la propia observación de la Brigada Político Social. En aquellos días había que llevar a sellar los guiones de los programas informativos y dependía del delegado de turno que las cosas pasaran o no. Y a pesar de todo, salíamos adelante y por delante.