Enrique Martínez Leyva: «Todo ha sido gracias a la radio»

Enrique Martínez

Jacinto Castillo escribe en La Voz de Almería que como si estuviese delante de un micrófono invisible, Enrique Martínez Leyva argumenta con todo detalle, en una mesa del Habibi, que todo lo que ha hecho en su vida ha surgido de la radio. Las sintonías radiofónicas de su biografía se convierten en la banda sonora de un desayuno tardío por la hora. Pero, la conversación suena también a despertador que suena siempre a primerísima hora de la mañana para comenzar una larga jornada de trabajo.



Enrique sigue siendo incansable, aunque ya a cierta distancia de la lucha cotidiana en su condición de publicista más veterano de España. Quizás por eso, se mantiene joven en las ideas, aprovechando la privilegiada atalaya que es su profesión. En espacio vital desde el que se divisa la condición humana tal y como es, por supuesto, en medio de la arrolladora y caprichosa evolución social.

Gracias a su experiencia irrepetible en aquella radio de los setenta, un jovencísimo ex seminarista descubrió que estaba todo por hacer y que había gente de la que aprender cosas valiosas dentro de un estudio de radio. Cosas que serían para salir adelante y, a renglón seguido, lanzarse a la aventura de vivir sin miedo, pero con la cabeza perfectamente amueblada. Promociones musicales, festejos taurinos, organización de festivales de música… Y, entonces, aparecen hilvanados en medio del desayuno personajes insustituibles del imaginario colectivo, recordados siempre con un micrófono en la mano: Cecilia, Dyango, Demis Roussos, Rocío Jurado, Julio Iglesias… o el grupo almeriense Cal y Canto, al que le puso nombre.

La radio –siempre la radio- sigue dominando la tertulia, evocando aquella experiencia que conectó en el éter a Algeciras, Melilla, Ceuta y Almería y la muy recordada Plataforma Mundial del Disco que Enrique cocinaba y servía desde la calle San Leonardo. O, la creación de las emisoras de Antena 3 en Andalucía y en Almería. La lista de aportaciones es interminable. Todo, sobre la sólida base de una voz concreta y convincente, directa y viva sin caer nunca en la afectación.

La Plataforma de Publicidad -ahora Plataforma de las Marcas- le quedan dos años escasos para cumplir el medio siglo. Es la más antigua de España. La única con tantas décadas de juventud guardada en sus archivos. Todas las historias necesitan un motor y en la de Enrique y Plataforma el propulsor es la creatividad práctica, movida por un combustible que no que no se vende en ninguna parte. Consiste en preguntarse ¿por qué? Ante un proyecto ambicioso y contestar de forma afirmativa. De esa actitud nacieron iniciativas publicitarias y conceptos de marketing que impulsaron fenómenos empresariales de éxito en todos los sectores. En Almería, pero también en Granada y en Sevilla.

¿Por qué no invitar a la durmiente Almería a despertarse de su duermevela y ver la Rambla convertida en un bulevar, en un parque? ¿Por qué no romper el aislamiento secular de esta provincia con la A7? A esas preguntas era imprescindible contestar que sí y, luego, poner en marcha el motor que cambia la historia. Esos logros jalonan la biografía de Enrique Martínez Leyva que lleva tiempo ya transfigurada en su hija Belén.

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