El éxito detrás de los podcasts de Gushi FM

Gushi FM

Kou Aizhe, el creador y conductor de uno de los podcasts narrativos más populares de China, sólo sigue un criterio para escoger historias: “Cualquier tema puede funcionar, siempre y cuando me sorprenda”, explicó.
Lo que surge es una colección de relatos inusuales narrados con una autenticidad raras veces escuchada en los medios estatales del país, cargados de propaganda y estrictamente apegados a un guión.



Un trabajador para una compañía constructora china describe un escape desgarrador de la guerra en Libia en un episodio titulado “Les Disparé con una AK-47”. Un joven narra haber acompañado a su padre enfermo a Suiza para morir mediante suicidio asistido.
“Gushi FM” (Historia FM), de Kou, presenta tramas narradas en primera persona por chinos comunes de diversos orígenes.
El programa destaca historias tanto de las periferias como de la sociedad convencional. Son relatos de soledad, decepciones amorosas, aventuras, traición, amor, pérdida y lo absurdo.

Desde que Kou empezó a transmitir “Gushi FM” en el 2017, se ha convertido en uno de los programas en audio más exitosos en el pequeño mundo de los podcasts de China. En un País con más de mil millones de habitantes, el programa atrae a casi 600 mil escuchas.
“Gushi FM” raras veces toca temas políticos, pero a menudo lidia con temas sociales que han sido censurados en el pasado. Algunos episodios han abordado cuestiones sobre personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, reubicación forzada y el mercado negro de las madres sustitutas, que es ilegal en China.
De más de 200 episodios, los censores han eliminado sólo uno: sobre una familia que quedó en la quiebra a raíz de una estafa de préstamos.
Un capítulo, titulado “Mi Primo Despilfarró la Fortuna de su Familia para Comprar Cuatro Esposas por un Promedio de 13 mil Renminbi Cada Una”, cuenta la lucha de un hombre rural para hallar esposa. Lo que no se menciona es que cuatro décadas de restricción natal y una preferencia tradicional por los varones han creado un enorme desequilibrio de género, haciendo que sea difícil para muchos hombres pobres de zonas rurales encontrar esposa.
Kou ha desarrollado un equipo de 10 personas, entre ellos periodistas, ingenieros de sonido y practicantes, en unas oficinas elegantes en Beijing.
El equipo trabaja rápido para hacer los tres episodios por semana que le ordena la compañía matriz y el principal patrocinador del podcast, el creador de contenido en línea Daxiang Gonghui, que publica artículos sobre historia y cultura.
“Gushi FM” vende algunos espacios publicitarios, pero enfrenta una lucha constante por sobrevivir, manifestó Kou.
Los podcasts aún no son tan populares en China como lo han sido en Estados Unidos y Gran Bretaña. Los expertos señalan que parte del motivo es el monopolio oficial sobre la radio en China. Los anunciantes aún son atraídos a las estaciones tradicionales que contratan conductores de radio para hablar y tocar música.

Otro reto que enfrenta “Gushi FM” es que la emisión está arraigada en la realidad en un momento en que muchos chinos buscan desconectarse de las preocupaciones. Ese deseo ha impulsado una oleada de entretenimiento, como el streaming en vivo, los dramas de televisión coreanos y blogs que producen en masa contenido optimista.
Esto existe junto a medios estatales poderosos resueltos a promover propaganda partidista.
Para muchos chinos, enterarse de los males sociales sabiendo que se puede hacer poco para solucionarlos puede sentirse como una actividad innecesariamente deprimente.
No obstante, escuchar a otros describir sus luchas y sus éxitos de una manera tan íntima es precisamente lo que distingue a “Gushi FM”, explican los fans.
“Al escuchar las historias de otras personas, puedo reflexionar sobre mi propia vida”, afirmó Shao Xueyan, de 32 años, un ex ingeniero en Tianjin. “Me hizo darme cuenta de que siempre habrá cosas buenas que suceden en la vida mientras estés vivo”.

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