Juan Carlos y David han completado este miércoles la penúltima etapa del recorrido Ignaciano: «El cansancio pesa, pero el apoyo de las familias nos hace salir adelante».
El calor sigue haciendo mella en Juan Carlos y David, los dos jesuitas de Radio Ecca que se han propuesto completar en bicicleta el recorrido que 500 años antes hizo San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, desde Loyola y hasta Manresa.
Este jueves, 8 de julio, completarán los últimos 50 kilómetros de la peregrinación. Para ello primero harán escalada en Monserrat, donde rezarán a la Virgen y donde San Ignacio veló sus armas y, finalmente, harán su entrada en la localidad de Manresa, donde ambos serán recibidos por la delegación de su Ayuntamiento y el alcalde. Un momento que será, sin duda, emotivo, tal y como nos ha contado en Aleluya el sacerdote jesuita Álvaro Lobo, que junto a Javier Bailén asisten en furgoneta a los dos ciclistas de Radio Ecca.
La etapa de este miércoles ha sido dura por las altas temperaturas y el cansancio que arrastran desde que iniciaran el recorrido el pasado viernes: “Gracias al ánimo y a las familias han salido adelante también hoy pese a los cien kilómetros de distancia”.
La peregrinación la han retomado desde el colegio jesuita de ‘Raimat’ en Lérida. Luego, llegarían al santuario de San Pedro Claver, cuya historia es muy interesante, como remarca Lobo: “Es un jesuita que pasó por Barcelona y Mallorca. En esta última ciudad mantenía conversaciones en el Colegio de Montesión con un hermano segoviano, San Alonso Rodríguez, y en aquella conversación San Pedro Claver pidió ir a las misiones en Cartagena de Indias (Colombia). Fue allí donde vivió dando caridad a los esclavos. Hoy es patrón de los Derechos Humanos, un hecho que hay que recordar actualmente, cuando el trato a los inmigrantes es tan debatido”.
Otro de los momentos más emotivos de la ruta de este miércoles ha sido en el municipio barcelonés de Igualada, donde se cree que San Ignacio de Loyola intercambió con un mendigo su ropa de caballero para portar la de Jesucristo: “Lo cuenta el propio Ignacio en su biografía. El mendigo tuvo que dar explicaciones a las autoridades, que le detuvieron porque pensaba que había robado aquella ropa de caballero, lo que hizo que San Ignacio lo pasara muy mal”.
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