Cinto Niqui (RNE Ràdio 4): «La próxima revolución radiofónica será en el área de la producción de contenidos»

Cinto Niqui

Cinto Niqui Espinosa es periodista radiofónico y director del programa L’Altra Ràdio, en Radio 4 (RNE), un magazín especializado en cultura audiovisual, que se emite desde hace 38 temporadas. Es profesor en varias universidades catalanas y ha publicado varios libros como Cronología de los primeros 15 años del audiovisual en internet (Editorial UOC, 2014) o La radio en catalán en el extranjero (Servicio de Publicaciones de la UAB, 2007, con Martí García Ripoll), entre otros.



¿Como dibujas el futuro de la radio ante los cambios que nos ha llevado la cultura digital?
Hay un cambio que ya se ha producido que es la forma en que se distribuye la radio. Con la irrupción de Internet ha habido una transformación radical: cualquier emisora local, municipal o de barrio tiene un alcance internacional. Estamos ante la globalización del contenido si el idioma te permite entrar con comunicación. Esto hace años sólo era posible a las grandes corporaciones, habitualmente públicas, que transmitían por onda corta. Años después, emisoras privadas y también públicas transmitían y distribuían a través de satélites. La radio siempre ha tenido un papel marginal dentro de las comunicaciones vía satélite frente a la televisión. Este cambio es radical.

El problema radica si habrá cambios de contenido. El lenguaje sonoro, el que utiliza la radio, no tendrá grandes novedades porque siempre es el mismo: palabra, efectos sonoros, ambientes, música y silencio, pero la forma en que se pueden presentar las piezas es lo que lo hará diferente. Convivirá esta dualidad en la que no hay nada nuevo con los elementos que se usan pero la manera de empaquetar estos elementos hace que el producto sea diferente y que sea atractivo a nuevas generaciones. Y el hecho de que se pueda escuchar cualquier producción a la carta es muy significativo. Así, como antes habían libros y discos, ahora hay archivos de contenidos y archivos de programas. El contenido que queda y se preserva en el tiempo también es útil y positivo. Es otra gran revolución.

¿Qué espacio puede ocupar la radio actualmente dentro del mercado digital?
El espacio de la radio dentro del mercado digital es muy potente para que la movilidad dentro de este mundo digital tiene un gran valor añadido. La audición de contenidos con muchos casos es mucho más práctica que la visión y la audición, y aún mucho más práctica que la lectura cuando estás en movimiento. Para más interfaces que puedan haber como gafas o sistemas que jueguen con la realidad aumentada, el audio es fundamental y esto se comprueba con multitud de fórmulas de televisión contemporánea que sin la palabra, sin la información, por más imágenes que hayan, a la hora de mirarlo lo prima es el sonido.

El mundo sonoro y la radio específicamente tienen todavía una gran vigencia. La radio, por ser un medio muy económico que favorece la movilidad y la imaginación, y el mundo sonoro radiofónico con podcast o con audio-libros tendrán una trayectoria notablemente larga y no presentarán problemas a la hora de coexistir con sistemas audiovisuales.

¿Qué transformaciones prevés en la distribución radiofónica y consumo en un futuro inmediato?
Pocos en el sentido de que ya se han producido. Internet nos permite el consumo en directo y el acceso a gran cantidad de audios a la carta. De innovaciones seguro que las tendrán, cada vez más anchos de banda que significará que la calidad sonora será cada vez mejor. Los podcast tienen una calidad de sonido final muy buena y están técnicamente muy bien mezclados. Los medios están en este si de Internet. En próximos años no habrá cambios significativos.

Donde habrá cambio es con quien hará los contenidos. Hace años que pienso que la voz sintética hará los contenidos. No creo que las cosas de distribución cambien radicalmente en próximos años para que esto ya ha pasado. Lo que pasará es que habrá una parte de los contenidos hechos por personas pero habrá muchísimos contenidos con voz que estarán hechos con voz sintética absolutamente creíble. Será imposible diferenciar unos de otros. Es muy posible que la generación de contenidos venga de sistemas que automáticamente los generen. La co-existencia del mundo real que habrá entre personas y robots se trasladará al mundo audiovisual y, específicamente radiofónico, habrá una co-existencia entre voces de persona y voces de máquina. Y acabarán habiendo contenidos generados por personas y contenidos generados por máquinas. La gran revolución será en la producción de contenidos y no en la distribución, dado que ésta ya se ha producido.

¿Cuál es el papel de la radio pública?
La radio pública todavía tiene una clara función de servicio público. Debe intentar dar voz a todos los representantes políticos de una sociedad y además debe intentar generar y ofrecer unos contenidos más de tipo social y cultural que justifiquen esta función pública. Muchas veces no son un negocio económico a diferencia de la radio privada que lícitamente debe tener otros objetivos. Ni que los volúmenes de audiencia no sean tan significativos en algunos casos, determinados colectivos deben encontrar medios sonoros para poder hacer llegar a la sociedad lo que hacen. La función social con la digitalización no cambia.

¿Cómo valoras tu trayectoria profesional?
Profesionalmente, he estado radiofónicamente siempre ligado a Ràdio 4 con el programa semanal de L’Altra Ràdio, un magacín cultural audiovisual que se emite desde hace 38 años. Con esta larga trayectoria de 38 temporadas en antena me muestro satisfecho del trabajo de equipo y del interés por parte de la audiencia. Es un balance extraordinariamente positivo. Es raro que un programa temático pueda tener tanta continuidad.

También colaboré en el programa «Sense Fronteres» de Jordi Roure, un programa musical abierto que durante años me permitió hacer multitud de entrevistas a músicos de jazz afrocubano y a grupos de música salsera que venían a actuar en Barcelona en los años 90. Tuve la suerte de poder hacer esto, además de poder divulgar este tipo de música. Y en unos inicios también pude participar en programas internacionales de onda corta así como en los orígenes de los programas en catalán de Radio Exterior de España.

¿Cuál es el papel de «L’Altra Ràdio» dentro de la programación de Ràdio 4?
Nació como un programa de radioaficionados en el año 1980 y a partir de aquí nos abrimos del mundo de la radio afición a la radio escucha pero inmediatamente hacia la divulgación del mundo de las telecomunicaciones, de la televisión local y de la radio municipal. A partir de ahí fueron ensanchando hasta día de hoy. Ahora hablamos de inteligencia artificial y de tecnoantropologia sin abandonar nuestros orígenes de hablar de la radio, de la radioafición específicamente, de las emisoras locales y municipales, y también hemos abierto la temática en la radio escolar.

Nosotros hemos divulgado el mundo de la telecomunicación: fuimos los primeros que hablamos de Internet, de la telefonía móvil, de la televisión vía satélite pero también hemos hablado de historia. L’Altra Ràdio siempre ha jugado con la historia de la televisión, la radio y las telecomunicaciones y también con todo lo que vendrá. Y todo con una clara voluntad divulgativa.

El secreto del programa es la divulgación. No creo que la tecnología favorezca la felicidad de las personas. La felicidad no se encuentra en el exterior sino que se encuentra en el interior. Internet todavía no abarca la mitad de la población mundial. Esto que Internet es global, el año 2018 todavía es relativo. Nosotros como programa no imponemos nada. Nosotros divulgamos. Tener todo es imposible. Probar todo es imposible. Lo que pretendemos es que el oyente tenga criterio para elegir y que el mundo de la telecomunicación y el audiovisual facilite la vida cotidiana pero que no lo esclavice. Los colaboradores divulgan desde una función pública no publicitaria.

¿Como profesor universitario, crees que la radio atrae a los estudiantes de ahora?
Lo que he observado desde el año 92, cuando empecé como profesor asociado en la Universidad Autónoma de Barcelona, es que desgraciadamente, con los planes de estudios que se han producido desde Bolonia, el universo radiofónico, y específicamente el lenguaje sonoro que va más allá de la radio, ha perdido peso. Han desaparecido asignaturas tanto obligatorias como optativas. Hay menos presencia de la que había. Creo que es necesario que dentro de la oferta se estudie este lenguaje sonoro tanto vivo, tanto presente y tanto útil que tantas aplicaciones tiene en el mundo audiovisual.

Lo que sí percibo es que los estudiantes que llegan ahora a la Facultad no son oyentes de radio como antes y menos personas vocacionales que llegan a un primero de la facultad que se quieran dedicar a la radio. De los jóvenes que tienen un interés radiofónico detecto dos tendencias: estudiantes que provienen de una localidad donde hay emisora municipal y participan en algunos de los programas u otros que tienen algún vínculo radiofónico por el mundo del deporte y del fútbol profesional masculino, específicamente. Estos son los tipos de vínculos que quedan.

Ante la cultura digital, ¿donde se ha incrementado el consumo audiovisual y musical, es más difícil ahora dar clase de radio?
Es más difícil no porque no tengan horas escuchadas de música, porque ahora tienen un abanico mucho más amplio, de estilo y tendencias, que antes, pero lo que les falta es la audición de contenidos en este caso de palabra y música y géneros diferentes. Si tú no escuchas, es difícil después hacer una radio interesante. La radio tiene este gran patrimonio que desde pequeño la puedes escuchar y coger ideas. El interés viene si se escucha, si te fijas con las técnicas y luego lo haces de tu propia manera. Este punto los jóvenes no lo tienen. Hay que escuchar y luego con cierto criterio hacerlo con tu estilo.

¿Cómo se debe tratar la radio a la formación universitaria? ¿Qué aspectos consideras que son básicos en la formación actual?
Lo básico es que haya algunas asignaturas del universo radiofónico y del lenguaje sonoro en concreto. Y que dentro de estas asignaturas se pudiera tratar la redacción radiofónica que tiene ciertas particularidades respecto a la redacción televisiva o la prensa escrita. También se debería trabajar la locución y la dicción, así como las partes de las músicas y los efectos de la creatividad sonora. En las asignaturas, de entrada, deberían trabajar estos conceptos que son válidos por el mundo sonoro y también pueden ser aplicados en el mundo audiovisual. Sería importante conocer la historia del medio. Escuchando cosas se aprende mucho. Escuchando otras maneras de locutar, incluso de otros países.

Desde tu programa, L’Altra Ràdio (1980), conjuntamente con Cocodril Club (1993), has participado en la elaboración de un manifiesto por la creación de un Museo de la Radio en Barcelona, que se hizo público el pasado 13 de febrero de 2018, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Radio. ¿Cuáles serían las líneas de actuación del Museo de la Radio?
Desde hace tiempo existe la reivindicación de la creación de un Museo de la Radio en Barcelona. En el Manifiesto se recogen las siete grandes líneas de acción. En Catalunya hay un museo de la radio desde 2012 que está en Roda de Bara, un museo magnífico de 400 aparatos cedidos por un gran radiofonista de la radio española, Luis del Olmo. Es un museo arqueológico de su colección como tiene otro más antiguo en Ponferrada.

La propuesta de creación de un museo en Barcelona no es tanto que alguna parte arqueológica se pudiera ver sino es más el intento de que se pudiera preservar material sonoro: contenidos, audios, grabaciones de antena que tienen muchos particulares con cassettes. Y también nace con el objetivo de que fuera un lugar de divulgación de lenguaje radiofónico y sonoro. El Museo debería poder alfabetizar más con el lenguaje sonoro y también de experimentar con novedades con inteligencia artificial y de creatividad sonora más propia del arte electrónico.

¿Cuál ha sido la respuesta de esta iniciativa?
Estamos muy satisfechos de la respuesta: hemos conseguido 250 adhesiones y el manifiesto sigue vivo. Todavía se pueden adherir las personas o instituciones interesadas en apoyarlo. Cabe destacar adhesiones significativas de instituciones como el Colegio de Periodistas de Catalunya, Ràdio Asociació de Catalunya o la Unión de Radioaficionados de Catalunya así como de compañeros de oficio y de docencia universitaria.

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