Carmen Polo obligó a Encarna Sánchez a exiliarse y no pudo regresar a España hasta que Franco murió

Encarna Sánchez

Pilar Vidal escribe en ABC que un jovencísimo Juan Luis Galiacho llegó a los estudios de la COPE para presentar su libro ‘Miguel Duran, del cielo al abismo’ y a Encarna Sánchez le gustó tanto que no le dejó marchar y durante cinco años fue el jefe de investigación de su programa.
«Mi periodismo le servía a ella para ratificar lo que era su palabra, ella siempre decía ‘palabra de Encarna’», recuerda Galiacho.
Junto a Pedro Pérez, publica ‘Encarna en carne viva’ (La Esfera), un libro en el que sacan a luz lo que hasta ahora nunca se había contado de la vida de la polémica comunicadora que marcó la historia de nuestro país.
«Pedro comenzó en Radio Miramar como becario en ‘Encarna de noche’ y fue su mano derecha durante más de 20 años y no creo que haya una persona que la conozca más que él».



Ambos trazan el perfil de una mujer que era muy desconfiada y a la que su infancia y su juventud le marcaron de por vida.
«Hija de padre republicano fusilado, vivió en un orfanato donde sufrió abusos y malo tratos, que la marcaran para siempre.
Luego la juventud en un barrio marginal sin luz ni gas…», explica Galiacho. Su sueño de ser cantante también se vio frustrado.
‘Encarnita de Almería’ como se llegó anunciar en los carteles cantando temas de Marifé de Triana y algunos otros palos de flamenco no tuvo la suerte de otras artistas que luego conocería y haría suyas como si fuesen hermanas.
«Yo la escuché alguna vez y cantaba muy bien, siempre fue su gran hobby. Por eso su programa ‘Esto es España señores’ en Radio España promocionaba a todas las artistas españolas.
Ahí es donde conoce a Rocío Jurado, Celia Gámez…, le permitió entablar amistad con todas las grandes de la copla«.

Carmen Polo obligó a Encarna a exiliarse y no pudo regresar hasta que Franco murió.
Estos siete años según los autores fueron muy duros. «Mientras estuvo fuera demostró que era una mujer que se caía y se levantaba y eso al final es lo que demuestra este libro».
Antes de marcharse dejó un testamento en el que dejaba heredera de todo a su madre, algo que todo su entorno desconocía.
«Entonces te obligaban a poner en el testamento una sustituta vulgar y ella puso a Clara Suñer que era la que estaba entonces con ella y creía que podía cuidar a su madre.
Pero vamos yo creo que cuando muere su madre, Encarna cree que el testamento ha caducado y ni se acuerda de lo de Clara, porque desde que volvió de América en 1977, casi ni la vio«, explica Galiacho.

Quien apunta también a que fue muy generosa con todas las mujeres a las que quiso «no digo amó, pero a Mila Ximénez le dio mucho dinero a Isabel Pantoja también y en general era muy generosa con todas las personas que estaban en su círculo más íntimo y casi impenetrable en el que estaban Marujita Díaz, Paquita Rico, Carmen Jara, La Yepes y poco más«. Por la tonadillera se sintió traicionada, primero porque cambiase su amistad por la de María del Monte, a la que la locutora además, había aupado musicalmente.
Y que se dejasen ver en su playa favorita la de Caños de Meca. Eso ya lo remató. «Encarna amo a dos mujeres en su vida, primero a su madre y luego a Isabel Pantoja», asegura con rotundidad Galiacho.

Boda en el exilio
Primero se fue a México de donde la invitaron a marcharse porque se la relacionó con una chica que era hija de un alto cargo del PRI.
De allí se mudó a República Dominicana y después a Puerto Rico donde la estafaron con un negocio.
Prueba suerte en Los Ángeles, donde se casó con un señor para obtener la nacionalidad, y este que era un ludópata también la engañó y terminó por arruinarla.
El matrimonio duro solo seis meses y luego se separaron. Fue acogida en la colonia cubana de Miami por Olga Guillot hasta la muerte de Franco cuando ya decide volver porque además se había quedado sin un duro.

«Sin lugar a dudas, ha sido la comunicadora mejor pagada de este país, ha ganado muchísimo dinero y fundamentalmente lo ganaba con la publicidad del programa que gestionaba ella misma».
A pesar de todo el éxito profesional, la vida de Encarna Sánchez fue «muy desgraciada, yo creo que fue feliz solo en el año 90 cuando conoce a Isabel en su programa de Antena 3 ‘Y ahora Encarna’, y hasta mediados del 92. Ya entonces el dúo humorístico Martes y Trece había sacado el polémico sketch en el que toda España se enteró de que era lesbiana y eso a ella la hunde por completo. Su relación con Isabel se estropea y llega el cáncer… Y ya nada fue igual«, recuerda Galiacho.

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