Ángel Mor informa desde mundodeortivo.com que Bárbara Rey ha dado un paso al frente y ha decidido dar su entrevista más esperada en un especial ‘¡De Viernes!’, presentado por Santi Acosta y Beatriz Archidona. Telecinco se ha dado cuenta de que la televisión blanca y familiar no les funciona y, por ello, han apostado por uno de los rostros más esperados.
Beatriz Archidona contaba que «no todo fueron luces en la incipiente carrera de Bárbara, en muchas ocasiones se vio obligada a dormir en la calle, a mendigar comida y tuvo que hacer frente a dos episodios de acoso por parte de hombres muy importantes».
«¿En algún momento sufres algún abuso o intento…?», preguntaba Santi Acosta en la entrevista a Bárbara Rey. «Sí, lo tuve una vez con un locutor de radio, que hacía un programa muy muy importante y que tenía mucho éxito. Entonces estábamos mi amigo Mari Cruz y yo en Gran Vía y no teníamos nada para comer. En dos o tres fiestas nos tuvimos que ir porque querían tener sexo con nosotras y, además, éramos vírgenes porque no habíamos tenido ninguna relación con un hombre en la vida», contaba Rey en Telecinco.
«Yo tenía 19 años. Estábamos en la Gran Vía sin comer nada, teníamos el estómago vacía, pasa este locutor y le dijimos si nos daba 10 pesetas para comprarnos un bocadillo de calamares. Es que no puedo decir el nombre. Queríamos partirnos un bocadillo calamares. Entonces él dice que me da 10 pesetas, pero tengo que acompañarle a su casa. Voy con él y cierra la puerta por dentro, tuve que huir de él, me tuve que pegar, él me pegó a mí. Escapé de su casa como pude y sin las diez pesetas», proseguía Bárbara.
«Es una persona muy considerada, no él, sino que son uy considerados con él. Creo que todavía está vivo. Tenía por ahí un sombrero y tal, que una vez me dieron en una fiesta. Volví sin el dinero y sin nada, llorando», explicaba su experiencia con un locutor.
En el cine también le sucedió a Bárbara: «Me consiguen una película con un productor y director muy muy importante, que se rodó en Marbella. El director de la película se sobrepasa conmigo, siempre había una cena cuando acababa el rodaje. Siempre se acercaba, me metía mano y cuando podía metía mano por aquí, sin que le viera nadie, me cogía un pecho… por debajo de la falda, me tocaba. Me sentía tan mal que le dije a Mari Cruz que dijera que estaba enferma».
«Este hombre se presenta en el apartamento nuestro y se mete en la habitación e intenta tocarme, intenta abrazarme, besarme… Tuve que levantarme, echarle de la cama. Y ahí llamé a mi representante para decirle que abandonaba la película. Me dieron 1000 pesetas y cogí un avión y me vine para Madrid. Ese hombre ha sido siempre respetadísimo y tiene, además, un Goya y no voy a decir su nombre, porque siempre sería la mala, la golfa y yo me invento las cosas y mintió. Quizás más que por él, no lo voy a hacer por el cine español ni por su hija», contaba Bárbara Rey totalmente demoledora.
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