Este es el texo, traducido del catalán, con el que Ángel Casas, ex Radio Barcelona y TVE, anuncia desde su perfil de Facebook, su retirada de la vida pública:
Medical Mistery Tour
El pasado 15 de enero, mi mujer me regaló un riñón y me lo trasplantaron. Dicen los médicos que se ve que fue un éxito y ahora voy con un riñón prácticamente nuevo, que funciona al cien por cien, y que no sé cómo agradecerle a Olga: La amo. Pienso que se ha tratado de una versión del creacionismo a la inversa. En lugar de darle la vida a ella a través de una costilla, que ya me dirás que hacemos con una costilla en la medicina moderna, que aquellos del paraíso eran unos indocumentados, ella me la ha dado a través de un riñón (tiene mucho más sentido científico).
Hasta aquí la cara estupenda de la historia. A parte del trasplante, todo ha sido infernal, depresivo, maldito. Llevo cinco meses conviviendo con un dolor indescriptible a causa de una enfermedad que llaman calcio profilaxis y que te destroza a lo vivo. Por mor de esta extraña circunstancia sanitaria, en plena pandemia, acabo de salir de cuatro meses de hospitalización inenarrable, con todo tipo de sobresaltos, que se ve que casi bordeaban el final. Ah, y un detalle nada despreciable: la noche de San Juan me amputaron la pierna derecha.
Estoy en casa, aunque no he hecho limpio. Los médicos consideran que estoy más protegido en casa que en el hospital donde he pillado bacterias, hongos y virus de todo tipo. Una puta mierda.
Todo ello me ha hecho ver la vida que me queda de otra manera. He alquilado un zulo en el Blue Space donde he guardado los malos recuerdos, las experiencias traumáticas de estos cuatro meses, el dolor y el aburrimiento (la sensación de día de la marmota), los errores de diagnóstico y la abnegación de tantas enfermeros/as que han estado por mí con paciencia y empatía. «Pany i clau» a las vivencias traumáticas. Buen viento y barca nueva.
Esta renuncia a compromisos diversos incluye el cierre de este muro de facebock y del blog angelcasasblog. Gracias a todos los que me han seguido con asiduidad. Gracias por los comentarios. Gracias por los desacuerdos. La vida contemplativa empieza ahora sin ataduras ni compromisos. Desgraciadamente soy otro y quiero aprovechar la vida de otra manera. Los errores descomunales de los que cobran de mí para hacernos la vida más confortable, las aventuras y corrupciones de los chorizos más grandes del reino, los que han hecho de la épica nostradíssima un engaño, los que nos han llevado a vender y han arruinado el país con su incompetencia … no me interesan nada, no me interesan nada, no me interesan nada. Allá ellos.
Gracias por todo.
Hasta pronto.
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