
07.07.2025.- Diariodeburgos.es publica que Ainhara García y Julia Pérez, graduadas en Sociología y Antropología Social y Cultural, son las nuevas becarias de la emisora local gracias a Campus Rural. Un ejército de anfitriones las apoya en su llegada.
Ya comandan una sección propia en Radio Valvidielso:’Curiosidades de tus becarias de confianza’ a la que le falta el «toque valdivielsano» y planean muchas propuestas más, como invitar a los mayores a que les cuenten qué preguntas harían a los jóvenes para darles respuesta. Ellas son Ainhara García, de Vitoria y graduada en Sociología, y Julia Gema Pérez, de Leganés y graduada en Antropología Social y Cultural. Acaban de llegar a Quintana de Valdivielso para pasar un verano de prácticas en la emisora comunitaria local que les brinda el programa Campus Rural del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Han llegado de la Universidad Complutense a Quintana de Valdivielso en un viaje hacia la madurez y hacia el conocimiento de lo pequeño que difícilmente olvidarán.
Un ejército de anfitriones hace lo posible por ayudar a estas dos jóvenes que carecen de coche y de carné de conducir y se enfrentan al reto de tener que desplazarse sin transporte público a realizar compras a Villarcayo o cualquier otra gestión. Voluntarios para ayudarlas no faltan. «Nos han recibido con muchísimo cariño», aseguran. Su vecina Begoña les preparó el otro día unas lentejas «riquísimas» y les prestó su baño mientras los fontaneros arreglaban el de la casa que han alquilado gracias a la intermediación de Jokin Garmilla, su jefe y director de la radio. Antes les prestaron los fogones que no había en la vivienda y Carmela les facilitó mantas, al ignorar las noches frescas del verano burgalés.
Esther las abordó por la calle:«¿Sois las becarias?». En Quintana de Valdivielso, dos veinteañeras desconocidas solo podían ser las nuevas colaboradoras de la radio. Se brindó a ayudarlas en todo lo que necesitarán, les presentó a su familia y les hizo un «tour» por el pueblo. Ainhara, amante de todo lo que cría la tierra, tiene ganas de aprender y ayudar en una huerta. Coincidió con «Ángel Mari, de los Pinines» y le permitirá regar con él.
Ainhara tenía claro que su objetivo era Radio Valdivielso. Pidió solo este destino entre las 26 plazas que ofertaba Campus Rural en la Universidad Complutense y a las que se presentaron 110 jóvenes interesados en trabajar en poblaciones de menos de 3.000 habitantes. Afirma que va a «vivir en un pueblo», aunque es pronto para saber dónde. La vivienda o el trabajo determinarán su destino. Pero mientras, ha llegado a Merindades atraída «por la labor de recuperación de lo cotidiano que hace Radio Valdivielso». «Siento que tener una oportunidad en un medio de comunicación con ese enfoque y esa mirada es muy interesante», añade.
Julia, mucho más urbanita que Ainhara, miró hacia Valdivielso con temor ante la posibilidad de no encontrar vivienda, la falta de transporte… Pero todo se va disipando. En su primera semana ya se lanzó a la cobertura del Festival de la Memoria y fue reportera en la Fiesta de Valdivielso el pasado día 21. En lo que queda de verano va a saber por primera vez en su vida lo que es una verbena con orquesta, porque en las fiestas de Leganés lo más que ha visto son conciertos de grupos o sesiones de Dj.
Sin sede. Junto con Ainhara demostró soltura ante el micrófono al segundo día de llegar, porque Garmilla se tuvo que ir a oficiar una boda civil y les tocó cerrar el programa solas. «La gente nos felicitó», recuerdan. Este verano será especial en Radio Valdivielso. En agosto, las emisiones se trasladarán al domicilio de su director, puesto que el 31 de julio debe dejar su actual sede prestada desde 2010. Ya creían tener un acuerdo verbal con el propietario de una vivienda cuando «surgió un sorprendente nuevo interesado en el pueblo», que se la ha quedado. «Ha sido un contratiempo», admite Garmilla, pero a pesar de todo, esta semana se ha lanzado un micromecenazgo para «financiar el futuro de la radio a través de goteo.org». «Mientras haya música, seguiremos bailando», concluye.
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