
21.08.2025.- César Alcalá escribe en eldebate.com que el Boletín Oficial de la Generalitat de Catalunya publicó el 20 de agosto de 1936 dos decretos aprobados el día anterior que continuaron reduciendo la libertad de prensa. Al estallar la Guerra Civil, las principales cabeceras –La Vanguardia, L’Humanitat, Solidaridad Obrera, La Veu de Catalunya, La Publicitat, El Correo Catalán– quedaron en poder de la Generalidad, y muchos periódicos dejaron de publicarse, especialmente en las comarcas. A partir de ese momento, las noticias que aparecieran en la prensa pasarían por la censura y sólo se publicaría lo que interesaba al gobierno.
Hubo un hecho que debe reseñarse y que enlaza con los dos decretos mencionados. El 19 de julio de 1936, a las 5:15 horas, un locutor de Radio Barcelona leyó el siguiente comunicado:
«Ciudadanos: ha llegado el momento que tanto temíamos: el ejército ha traicionado su palabra y su honor y se ha lanzado a la calle para combatir la República. Para los ciudadanos de Catalunya, ha llegado la hora de las grandes decisiones y de los grandes sacrificios: se ha de destruir este ejército faccioso. Que cada ciudadano cumpla con su deber. ¡Viva la Generalitat! ¡Viva la República!»
Durante un mes las emisoras de radio no estuvieron tuteladas por la Generalitat. Aunque pudieran tener cierta censura, seguían siendo empresas privadas. Sin embargo, el 19 de agosto de 1936, el conseller de Cultura Ventura Gassol y el presidente Companys firmaron dos decretos fundamentales.
En el primero, la Generalitat incautaba todas las emisoras de onda normal de Catalunya y nombraba un delegado de la Generalitat para cada una de ellas –es decir, un comisario político que marcaría la programación–. En el segundo decreto, la Generalitat se apropiaba de todas las emisoras de onda extra corta de Catalunya. Todas las emisoras debían ser entregadas en el término de tres días en los laboratorios radiotécnicos de la Comisaría de Radiodifusión de la Generalitat, instalada en la calle Caspe número 12, primero, edificio del Teatro Tívoli y Radio Barcelona.
El panorama radiofónico catalán en 1936
¿Cuántas emisoras de onda media y corta había en Catalunya en agosto de 1936? Las principales emisoras de onda media eran Radio Barcelona (EAJ-1) y Ràdio Associació de Catalunya (EAJ-15). Además existía una incipiente red de emisoras comarcales que, en mayor o menor medida, dependía de estas dos principales. Una vez incautada, Radio Barcelona se utilizó para difundir información y avisos relacionados con la guerra, mientras que Ràdio Associació de Catalunya se convirtió en una importante fuente de información y propaganda bélica.
La red de emisoras comarcales se dividía de la siguiente manera: vinculadas a Radio Barcelona estaban las de Manresa, Reus y Sabadell; vinculadas a Ràdio Associació de Catalunya se encontraban Girona, Lleida y Tarragona. Había tres emisoras más, privadas y desvinculadas de las anteriores, en Badalona, Terrassa y Vilanova i la Geltrú.
A partir de aquel momento se organizaron otras emisoras de radio vinculadas a partidos o sindicatos. La más potente, que emitía en 43 metros, era la de la CNT-FAI, con un enfoque propagandístico antifascista y revolucionario. También tuvieron emisoras el POUM, el PSUC y ERC, todas ellas en Barcelona. Durante la Guerra Civil, la radio jugó un papel crucial como medio de comunicación y propaganda, y en Catalunya estas emisoras fueron un elemento clave en el desarrollo de los acontecimientos.
El control de los radioaficionados
El segundo decreto se refería a las emisoras de onda extra corta, es decir, los radioaficionados. Para controlar completamente la información, los radioaficionados representaban un peligro potencial, por lo que se decidió que todos, sin excepción, entregaran sus aparatos a la Comisaría de Radiodifusión. Sin embargo, a pesar de la prohibición, algunos radioaficionados continuaron operando de forma no oficial y desempeñaron un papel importante en la difusión de noticias, especialmente cuando los medios oficiales no funcionaban. En agosto de 1936 había en Catalunya unas 133 estaciones de onda corta –un 37% de todo el país–, de propiedad privada, que quedaron incautadas en mayor o menor medida.
La Comisaría de Radiodifusión
En agosto de 1936 se creó la Comisaría de Radiodifusión bajo la dirección de Josep Fontbernat Verdaguer (1896-1977). Miembro de Estat Català, había participado en el intento de golpe de Estado planteado por Francesc Macià desde Prats de Molló en 1926. Siendo diputado por ERC, fue nombrado director de Ràdio Associació de Catalunya en 1932, delegado del Gobierno de la Generalitat en el Liceo, director de la Orquesta Sinfónica de Radio Barcelona y director de la Orquesta Filarmónica de Barcelona.
La Comisaría se convirtió posteriormente en Dirección General asignada al Departamento de la Presidencia, y se planeó la creación de un Servicio Oficial de Radiodifusión que contaría con dos emisoras de gran potencia: una de onda media de 100 kw y otra de onda corta de 20 kw. Este proyecto nunca se consolidó y acabó siendo olvidado.
Las emisoras restantes pasaron a depender de la Generalitat o de algún comité local, ayuntamiento, partido o sindicato. No todas resistieron: Radio Reus y Radio Badalona dejaron de emitir en 1937.
Han pasado 89 años de estos acontecimientos, y es un tema olvidado por la ley de memoria histórica, pues no interesa dar a conocer que la Generalitat de Catalunya, con Lluís Companys al frente, incautó y censuró la libertad de prensa durante la Guerra Civil.
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