Tirita Irratia, la radio del hospital de Cruces ameniza la estancia a los más pequeños

Tirita Irratia

Cuando hablamos de hospitales, de niños y niñas ingresados, es mucho el vocabulario que se nos viene a la cabeza: vías, médicos, perder colegio, tristeza… En un acto de humanizar el hospital y de hacer de su estancia algo mucho más sencillo para los más pequeños, comienza este proyecto. Tirita Irratia nace de la «necesidad de reducir la brecha existente entre el contexto hospitalario y el contacto con el exterior». «Todos sabemos lo que es la radio, llena nuestras casas, da mucha alegría. De alguna manera, por eso, los niños y niñas son muy receptivos a poder contar con un micrófono, lo que sin toda la parafernalia no harían», explica Itziar Astigarra, jefa de pediatría del hospital de Cruces.
Ha sido complicado poner en marcha Tirita Irratia, comenzaron en diciembre, a pesar de que el proyecto estaba listo antes de la pandemia. «Llevamos muchos años intentando establecer iniciativas de entretenimiento como esta», dice Inés Gallego, subdirectora de innovación y calidad del hospital de Cruces. En un momento en el que han pasado del programa número 15, Radio Bilbao ha acudido al hospital para conocer de cerca el funcionamiento y disfrute de los niños y niñas.



Todos los miércoles, en la Scape-Gela, Naiara Serrano, voluntaria en Cruz Roja, prepara micrófonos, cascos y una mesa de mezclas. A las 17:00 de la tarde, después de que los niños y niñas merienden, Serrano, toca sus puertas. «¿Os apetece pasar una tarde de radio?», es una de las preguntas que hace.

«El hecho de darles voz, el que ellos puedan hablar y opinar, les ayuda mucho a sentirse más normales. Que hablen, jueguen, canten… les da mucha satisfacción. Hay niños con procesos que les ocasionan mucho dolor, pero con diferentes terapias como son los juegos o la música, están recibiendo un estímulo positivo que de alguna forma disminuye el umbral del dolor, y hace que necesiten menos dosis de analgésicos», explica Jesús Sánchez, jefe de cuidados paliativos pediátricos en el hospital de Cruces. Sánchez añade que es importante que estos niños no se sientan enfermos.

Una tirita
Lo cierto es que como su propio nombre indica, Tirita Irratia, también cura, a su forma. «Igual esta tirita no te sana, pero sí que tiene un efecto placebo muy importante. Y es que tapa la herida, no la ves. Tirita Irratia cumple esa función terapéutica, hace que los niños que vienen aquí por una tarde se olviden de los motivos que han hecho que estén ingresados», argumenta Serrano.

Radio Tirita es un intento, acertado, por humanizar su estancia, aliviar las jornadas de pruebas, esperas de resultados y conversaciones difíciles entre los facultativos y las familias. Todos los niños y niñas que estén ingresados pueden formar parte del equipo de locutores, incluso los amigos y amigas que van a visitarles.

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