Rodrigo Carrasco escribe en La Razón que El Terrat, productora de Andreu Buenafuente, lleva varios años cosechando algunos de los podcasts más exitosos. Obra suya son formatos como el reciente «Las del grupo», formado por las inseparables Silivia Abril y Toni Acosta, o «Nadie sabe nada» adaptado audiovisualmente por la plataforma HBO. «Señoras con visón» llegaba la pasada temporada acompañando la oleada de espacios protagonizados por mujeres, como el viral «Estirando el chicle». Sin embargo, son pocos los podcasts que se atreven a introducir la ficción en sus episodios, como sí hace «Señoras con visón», nombre que replica el del grupo de Whatsapp que ya compartían sus cuatro integrantes. Hay gente que se confunde y lo llama «Señoras con visión», se ríe Celia. «Aunque también podría ser», remata.
Aunque el título pueda sugerir personajes femeninos de épocas pasadas, ni de lejos son así estas cuatro amigas. El podcast narra historias reales de nuestro siglo, desde la maternidad, la gestión de la soledad o las crisis a determinada edad. El título solo es una forma más de reírse de sí mismas, en otro ejercicio de aceptar con humor cuando nuestra vida no alcanza las expectativas que teníamos puestas en ella, cuando los años nos empujan forzosamente a ser más realistas. La ansiedad o la salud mental estarán también integradas en el día a día de estos personajes, que uno a uno, se complementan entre sí.
«Celia es la que pone un poco de calma en todo nuestro caos», dicen las otras tres a coro. «Es muy resolutiva y en el grupo es la que siempre contesta la primera», siguen elogiándola. Y es que en los grupos de Whatsapp, como en cualquier otro entorno de nuestra vida social, se establecen ciertos roles.
Bárbara, en cambio parece más representante de esa parte de caos: «Es la que en las reuniones dice ‘un segundito que tengo que cargar el móvil’». «Pero también tiene siempre por detrás un ruido de fondo de tres niños que parecen veinte, de los que no se queja nunca. Es alguien luminosa», valoran sus compañeras como una verdadera hazaña.
Pero en todo proyecto de comunicación tiene que haber una periodista «de raza», como se presume en la profesión: «Esti es la que evita que divaguemos, nos aterriza». «También soy la que más da la chapa», se autoinculpa. Pero sus amigas aseguran que «ese rol va rotando entre todas», se ríen. «Esti es de las compañías más enriquecedoras, porque está en una etapa vital que el resto ya casi hemos olvidado».
Pero en todo grupo de Whatsapp hay también un administrador, el líder de cualquier banda, o como ellas denominan a Nata, «nuestra chamana». «Es la que te facilita la solución perfecta para cualquier problema. Tiene mucha capacidad de sintetizar las cosas. En estos años todas nos hemos ahogado en todos los charcos posibles y ella es la que nos ayuda a analizar emocionalmente y con inteligencia lo que te ocurra», completan entre todas.
La composición del violinista Ara Malikian es la única intervención masculina en «Señoras con visón». «Pocas personas entienden mejor esta amistad que se creó hace más de 20 años», reconoce Nata. Y otra intervención femenina es la de Alexa, el asistente inteligente de Amazon. Reconocen como «un placer llegar a casa y pedirle que te ponga tu propio podcast». Aunque también admiten que aún se consideran un poco analógicas todavía: «Somos las típicas que llegamos tarde a todas las modas».
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