Recuerdos de SER Gijón

SER Gijón

Recuerdos de SER Gijón, antigua Radio Minuto, en este caso recuerdos de Carlos Prieto:
Esta tarde quiero hablarles de esa fábrica de noticias frente al mar en que se ha convertido esta casa (SER Gijón) desde hace ya casi treinta años. Es de justicia hablar de periodismo, del periodismo del bueno, del que informa sin cargas ni peajes, del que entretiene con historias que nos sorprenden, del que nos acerca las gestas de nuestros héroes. Y es que la radio siempre está ahí, sin hacer mucho ruido, pero llenándolo todo. Desde niño soñé con dedicarme a este oficio de contar cosas. Recuerdo levantarme el primero para coger el periódico y lanzarme a los Deportes.



Leer El Comercio era mi primera ilusión; soñaba que algún día pudiera salir en él, primero, iluso de mí, como futbolista, luego, como periodista. No se cumplen todos los sueños, pero el segundo sí se hizo realidad y sigo pensando que llevar trabajando en él 28 años es lo máximo. Curiosamente, también en 1991 nacía SER Gijón, heredera de la gran Radio Minuto, con la que crecí. Eran los tiempos de los Javier Asenjo, Pablo Palacios, Falo Cuesta, Paco Seijo, Mori, Marta Reyero, Toni Rodero, Joaquín Fernández, los Poncela en sus tres registros y Guillermina Caso. Voces que forma parte de mi vida, que te informaban, entretenían, agitaban sentimientos y consolidaron mi vocación.

Recuerdo haber ido a los estudios con Mori varias veces y aquello era magia, un caos organizado, un trajín de entradas y salidas, aquel bosque de cables…y luego todo salía bien. La radio, para los que ya hemos cumplido los 50, era, es, una compañera fiel. Indispensable. El pasado jueves, en el teatro Jovellanos, durante la entrega de los premios Gijón Ciudad Abierta, mis recuerdos viajaron a aquellos años inolvidables 90; me reencontré con mi vieja radio gris con el 96.5 inamovible en el dial, que aún conservo. Cuántas cosas hemos vivido juntos. ¡Cuántos viajes! Quién me iba a decir que yo también hablaría por un micrófono amarillo. Hace ya siete años que colaboro con esta casa en un trabajo de apenas dos minutos a la semana, pero que me llena de orgullo. Pablo, siempre te estaré agradecido por abrirme las puertas de una emisora que no cuenta audiencias, cuenta historias, y en la que se respira libertad, Gijón y Sporting. Viva la Radio con mayúsculas. Larga vida a SER Gijón.

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