Recordando la figura de Paco Ortiz, ex Radio Zaragoza

Paco Ortiz

Lo hace Arturo Sisó desde extradigital.es: Paco Ortiz es “La Voz” más mítica de la radio aragonesa del siglo XX. Su nombre trascendió más allá de lo deportivo aunque sería el fútbol, especialmente, el Real Zaragoza, quien ocuparía casi cinco décadas de trayectoria nacional e internacional: más de 1.800 partidos narrados, cientos de goles cantados, miles de jugadores nombrados y decenas de incidencias relatadas por medio mundo. Su llegada por azar a Zaragoza con apenas 18 años le brindó no sólo una carrera sino una vida completa, formando una familia aragonesa y convirtiéndose en un maño más.



Francisco Ortiz García había nacido en Valdepeñas (1933), pero, por los avatares de la posguerra, se trasladó con su familia al barrio de Los Castros en La Coruña, donde pasó la infancia y juventud. Un aparato de radio que escuchaba su padre comenzó a seducir a un chico, más lector que hablador, comido por la curiosidad de saber qué sucedía en aquellos lugares hacia los que zarpaban los barcos desde el puerto más importante de Galicia.

Con 15 años arrancó su vocación en Radio Nacional de España en Galicia. En 1950, se trasladó a Madrid para cursar estudios en la Emisora Escuela de la Radio SEU y en el 51 llegó a la capital de Aragón, donde Radio Zaragoza buscaba un locutor. Ya no se iría. El amor por una joven llamada Cristina -hija del escultor Pablo Remacha- le conquistó el corazón como antes lo había hecho la radio. Zaragoza sería sin saberlo su definitivo lugar de destino.

Su inconfundible voz congregó a miles de oyentes que desfilaron ante el transistor hasta su jubilación oficial en 1996, que no su retiro del micrófono. Premios y galardones, de entre los que destacan los dos Premios Ondas, uno individual (1967) y otro colectivo (1976). Decenas de reconocimientos, destacando la Real Orden de Mérito Deportivo (1998) del Consejo Superior de Deportes, el homenaje de Zaragoza al nombrarlo hijo predilecto y pregonero de las Fiesta del Pilar de 1998 y, por supuesto, el reconocimiento de su Real Zaragoza.

Su perfecta dicción, su voz pausada, elegante, correcta y sus juicios mesurados pero críticos daban un empaque a su presencia que calaba en el oyente. Una elocuencia que nada tenía que ver con el locutor fuera del micrófono: “Hablo muy poco salvo en la radio, que es donde tengo que hablar”, confesaba a Antón Castro en 2007. Era su sello regio.

«Amigos oyentes, un deportivo saludo»
Su sencillez como baza comunicativa, le otorgaba una claridad en el mensaje: “Amigos oyentes, un deportivo saludo” era su sencilla bienvenida en cada partido, crónica o comentario. Narraba con certeras pinceladas, subiendo desde un ritmo sosegado, nada frenético, impensable hoy. La intensidad solo venía cuando tocaba sin desmerecer el relato durante toda la retransmisión y, por supuesto, en el éxtasis del gol.

“Transmitir un partido de fútbol es trasladar a la audiencia una serie de situaciones que no se saben de antemano. Y hay que hacerlo con intensidad pero sin involucrarse en la pasión, porque te puede devorar. Debes asumir que solamente eres la persona que cuenta lo que pasa, y que aunque formas parte del espectáculo, tu aportación debe ser la del testigo de los hechos, nunca intentar convertirte en parte de ellos”, explicaba de su oficio.

Inició las narraciones del Real Zaragoza en el viejo campo de Torrero y luego ya en la Romareda, para vivir junto a los blanquillos del león Ligas, Copas del Generalísimo, del Rey y competiciones internacionales. Del Zaragoza de Los Magníficos, al de los zaraguayos, al de Leo Beenhakker o al de la Recopa, cantó y contó los cuatro puntos cardinales de los hitos futbolísticos del nonagenario club zaragozano.

Su personalidad en las ondas pronto llamó la atención de Vicente Marco, creador de Carrusel Deportivo en 1954. Paco alcanzó la internacionalidad con el micrófono vistiendo la elástica de la Cadena SER, compaginando el Real Zaragoza con Mundiales, Copas de Europa y partidos internacionales donde un jovencito José María García se puso a sus órdenes. No hubo rincón de España donde no se conociera su inconfundible voz.

La Cadena SER alojó su trayectoria local y nacional mayoritariamente, además de pequeñas últimas incursiones en Radio Aragón o Radio Minuto, para cerrar en Radio Zaragoza Dos y su innovador y exitoso “Estudio de Guardia Deportivo”. Aunque se jubiló oficialmente en 1996, apagó el micrófono y su voz en las ondas campeonando con el Real Zaragoza en la Copa del Rey de Montjuic (2004), en lo que fue su última aparición en radio (Radio Intereconomía), desde su domicilio y ya enfermo. El 7 de mayo de 2004 falleció a los 71 años, siendo la voz que quizá haya vivido más días de radio deportiva en la radio aragonesa.

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