Según una información procedente de Maghred Arab Press, la única emisora de radio que puede preciarse de tener cinco millones de oyentes al día en Marruecos se llama Radio Mohamed VI del Santo Corán, que casi desde su aparición en 2004 es la líder de las ondas en nuestro vecino del sur.
En casa o en un taxi, desde un «smartphone» o como hilo musical en una tienda, la Radio Mohamed VI del Santo Corán se escucha casi por todas partes, y con una clara predilección por la programación matinal.
En estos programas mañaneros destaca el concurso «Sabah said» (Mañana feliz), para ver quién sabe más del Corán o de la «sharía» (ley islámica), o el consultorio «Pregunta al ulema», en el que los oyentes interpelan si pueden saltarse el ayuno de ramadán en periodo de exámenes, o si la dote matrimonial está sujeta a la zakat o impuesto islámico.
No obstante, según una fuente de emisora, la clave de su éxito es principalmente el recitado del Corán, que se emite a lo largo del día en diferentes franjas horarias.
«El Corán desempeña un papel determinante en nuestro liderazgo; muchos de los oyentes no son especialmente practicantes y solo se conectan para escuchar el Corán», dijo a Efe esta fuente de la emisora.
A veces, la emisora está puesta «de fondo», porque para los musulmanes escuchar el Corán conlleva «shifa», una especie de curación del alma y del cuerpo, y trae la «baraka» o la suerte en la vida.
La Radio Mohamed VI del Santo Corán ha ido batiendo todos los récords desde su creación en 2004 y, según las últimas estadísticas del Centro Interprofesional de Medición de la Audiencia de Radio (CIRAD, en francés), se ha erigido como la radio más escuchada del país con un 13,72 % del total de audiencias.
La emisora es «una herramienta más» dentro de la estrategia de reforma religiosa emprendida por el rey Mohamed VI tras los atentados de Casablanca de mayo de 2003 para «inmunizar» a los fieles contra la corriente radical mediante un mensaje y una interpretación «unificada» del islam «moderado y tolerante», explicó la fuente.
Esta radio estatal posee un carácter didáctico que se asienta en una sola visión: el rito maliki, la doctrina achaari que predica el uso de la razón y el sufismo como tercer pilar, dejando fuera el resto de ritos y corrientes islámicas, añadió.
Pese a su papel en la difusión de un mensaje moderado del islam, se le reprocha no salirse del discurso oficial que a veces parece «estático», según varios observadores.
De hecho, la misma fuente deploró la rígida preparación de los programas, y la selección y la revisión meticulosa de todos los contenidos antes de que se publiquen.
También los periodistas son rigurosamente seleccionados y los predicadores que salen en los programas son elegidos por el Ministerio de Asuntos Islámicos.
«Habría que liberarse del discurso clásico y oficial porque llegará un momento en que ya no va a convencer a los jóvenes. Necesitamos incorporar todos los temas de actualidad que les preocupan. ¿Por qué no dar voz a invitados controvertidos?», lamentó la fuente de la emisora, ante el silencio de las instancias oficiales.
Es cierto que la emisora se ha quedado al margen de cualquier debate polémico que surja en la sociedad como la libertad de conciencia, las minorías religiosas o la reciente reivindicación de algunas ONG de la igualdad en la herencia entre el hombre y la mujer.
La radio coránica marroquí no es una excepción, pues en el mundo árabe ha habido en los últimos años una proliferación de los canales y radios religiosas (Iqraa, Risala, Al Majd o Al Fachr) y, según las estadísticas de la Unión de Radiodifusión de los Estados Árabes de 2016, los canales por satélite religiosos árabes lideran la lista de los medios no generalistas con un total de 122 cadenas entre musulmanas y cristianas.
El investigador marroquí y profesor en el Instituto Superior de Información y Comunicación, Abdelwahab Rami, cree que la emisora marroquí se distingue de las demás por su mensaje «sencillo», que le permite ganarse un panel de oyentes más fiel, diversificado y creciente.
«La radio Mohamed VI del Corán preconiza un discurso religioso que no es ni complicado ni cargado de intimidación, un discurso que entiende el marroquí de a pie, con o sin cultura religiosa».
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