Peyu, Jair Domínguez y Neus Rossell (El Bunker – Catràdio): «el catalán se está muriendo, así de claro»

Catràdio

Jennifer Navarro les ha entrevistado para elmon.cat: Peyu (Les Masies de Voltregà, 1986), Jair Domínguez (Barcelona, 1980) y Neus Rossell (Sils, 1990) forman el aclamado equipo de El búnquer de Catalunya Ràdio.
Este año han ganado el premio Ondas al programa de radio más transgresor, un reconocimiento que les ha servido para denunciar que el mundo de la cultura española a menudo desprecia a los catalanes.
El Món visita su estudio de radio en Gurb (Osona) para analizar qué tiene de especial su espacio humorístico.

  • ¿Se esperaban ser ganadores de un premio Ondas? ¿Qué les puede aportar este reconocimiento?
  • Jair Domínguez: Ninguno de los tres no nos lo esperábamos para nada. ¿Qué nos aporta este premio, Neus?
    Neus Rossell: Yo solo quería responder a la primera parte de la pregunta y confirmar que no nos lo esperábamos. Pero ¿qué nos ha aportado? Creo que gracias al Ondas nos ha conocido más gente.
    Peyu: Nos ha conocido más gente y supone un reconocimiento hacia el equipo y el trabajo que hay detrás de El búnquer.
    También hace que, viniendo de donde viene aquél que nos cuestiona, les podamos enseñar el caballo y decirles que son ellos quienes nos han dado este premio.
    No hace falta que nos cuestione, entonces. Nosotros no lo hemos pedido, ¡nos lo ha dado usted!
  • De los discursos que hicieron a la hora de recoger el galardón, el de Peyu fue el más llamativo y el que más se ha viralizado. ¿Tenía claro que quería aprovechar este escaparate para enviar un mensaje?
  • P: Tenía claro que si salíamos allí, teníamos que decir algo por respecto a la gente que nos escucha y por lo que representamos.
    No fue improvisado, tenía claro qué quería decir y era muy consciente de lo que estaba diciendo.
  • ¿Qué feedback ha recibido después del tirón de orejas que hizo al mundo de la cultura española?
  • P: En general, muy positivo. Ahora bien, también tengo claro que el tema de las redes hace que todo vaya muy rápido y de aquí a 10 días nadie recordará este discurso.
    Estas palabras nacieron en 2017, para mí, y todavía te diría más atrás. Hace años que, como catalán, he echado de menos a la gente de la cultura española.
    Les afecta muy emocionalmente no sé qué tipo de conflicto internacional y una cosa que tienen al lado de casa, no tienen nunca cojones de posicionarse y ver que aquí hay gente que tendría que poder votar y decidir qué quieren ser.
    No creo que sea ninguna locura. Les cuesta mucho porque les da miedo vender menos entradas o que les escuche menos gente en sus programas de radio… Pero también tengo claro que mi discurso no cambiará nada, España continuará siendo la misma.
  • ¿Ha sido una manera de hacer valer la tierra, entonces?
  • P: Una manera porque al menos no se piensen que eres tonto y que no te das cuenta.
    J: Yo creo que está muy bien lo que hizo, aunque personalmente he perdido toda esperanza. Todo corto y raso, que todo el mundo tenga su país y su parcela porque así no habrá problemas.
  • En la promoción que están haciendo, han dicho que les ha llegado ofertas para hacer humor en castellano. ¿Creen que El búnquer solo funcionaría en catalán?
  • N: El búnquer no funcionaría en castellano porque no tendríamos tanta soltura, de ninguno de las maneras. Nuestra lengua vehicular y materna es el catalán.
    Para nosotros sería muy extraño hablarnos y escucharnos hablar castellano entre nosotros. Además que queremos estar dirigidos a la gente que habla catalán porque es la que nos interesa y porque el catalán se está muriendo, así de claro.
    J: Esta es un trabajo de subsistencia.
    P: Y, además, porque esta es una pregunta que no creo que se haga a nadie más que a los catalanes.
    Nunca preguntarían a alguien que trabaja en castellano por qué no lo hace en otro idioma. ¿Por qué no lo hace en francés? ¿No se ha planteado hacerlo en francés para los franceses? No me lo imagino.
    N: Es aquello que te dicen, por qué no lo haces si tú sabes hablar también la otra lengua. Sí, ¿y qué?
  • Cuando los surgió la idea de El búnquer, ¿les costó encontrar una emisora que apostara?
  • P: Si entendemos apostar como poner dinero sobre la mesa, sí que nos costó. Ahora bien, ¿había gente a quien le gustaba la idea? Sí, mucha.
    J: Nos decían que la idea era muy buena, pero se echaban para atrás cuando decíamos cuánto costaba. En catalán solo tenemos dos emisoras grandes y claro… Ojalá estuviera todo más repartido y tuviéramos 15 emisoras que pudieran permitir a la gente hacer programas. Por desgracia, solo hay dos.
    P: El mercado es pequeño y hay pocas emisoras. Lo que pasaba, en el caso de El búnquer, no es que costara tirarlo adelante porque nadie quisiera hacerlo.
    Las circunstancias de cada radio en aquel momento y que nosotros estuviéramos haciendo otras cosas no hizo que apretáramos demasiado. Tuvimos la idea, preguntamos y lo dejamos muerto en un cajón hasta que acabó saliendo.
    Podría no haber salido y no habría pasado nada. A la gente le puede sorprender mucho, pero como este, tantos otros proyectos que quedan en un cajón. No sale nunca nada a la primera ni exactamente como te lo habías planteado.
    J: Y esto que nosotros tenemos la suerte que nos conoce todo el mundo y que podíamos ir a las emisoras grandes sin ser unos desconocidos.
    La opción de hacer un pódcast, encontrar alguien que nos pague y poderlo hacer no nos lo llegamos a plantear porque nos daba pereza.
    N: Además, que antes el tema de los pódcasts no tenía tanta notoriedad como ahora que están muy de moda.
    J: Sí, pero igualmente estábamos en las mismas. Encuentra alguien que te pague, de acuerdo… pero después será tu amo y quizás no te dejará decir todo el que querrías dir. No nos imaginamos El búnquer patrocinado por un banco aunque nos pudieran pagar, ya que después quizás nos llamarían la atención.
  • Han calificado su programa como uno de quebrantador. ¿Están de acuerdo?
  • P: Este es un programa que en cualquier cultura normal sería un programa normal. En Catalunya, cuando dices algo fuera del común ya eres transgresor.
    J: Nos dijeron transgresores porque Neus había hablado de vaginas. ¿Hubo gente que tuvo que apagar la radio al escucharlo? ¿Que tuvieron que desenchufar los ordenadores?
    P: Todo depende de la idiosincrasia de este país que tenemos nosotros que es tan extraño. El nuestro es un programa normal y corriente en el que las cosas se dicen espontáneamente, sí, pero porque es un programa de humor.
    Lo que pasa aquí, seguramente en Inglaterra o en cualquier otro país con una democracia más antigua no se plantean si es transgresor o no.
    Evidentemente que lo es porque es un programa de humor.
  • ¿Cómo funciona la elección de los personajes que protagonizan sus programas? ¿En qué se basa?
  • P: Básicamente, en que tengan historias detrás con un poco de jugo. Queremos a gente con desgracias o que los hayas estudiado de una manera que no será igual a la que te explicaremos aquí. El director del programa y los guionistas intentan escoger personajes de todo tipo, de todas las épocas, de todos los países, de los diferentes géneros que cuesta porque es mucho más difícil encontrar historias potentes de mujeres que de hombres porque se ha escrito menos sobre ellas… Intentamos encontrar el equilibrio.
  • ¿Tienen comprobado si hay algún tipo de personaje que funcione más que los otros?
  • N: Los animales son los que más triunfan.
  • P: Efectivamente, las historias de animales como Laika o el pollo sin cabeza gustan mucho. Los personajes que has estudiado en la escuela y de los cuales no tenías ni idea de qué eran sus aficiones, aunque los grandes triunfadores son aquellos que ha tenido una vida especialmente desgraciada.
  • J: Es que, de hecho, esta era la idea primigenia del programa; que todos los personajes fueran desgraciados.
  • La gran mayoría de las personas que centran El búnquer son extranjeros. ¿Han notado que los protagonistas catalanes gusten algo más?
  • P: No, realmente es la historia el que atrapa independientemente de si hablas de alguien de aquí o de fuera.
    N: Lo que sí que es cierto es que notamos que la gente se pone contenta cuando escuchan eso de Catalunya y suenan las sardanas o Els Segadors.
  • ¿Unirse profesionalmente a una pareja tan consolidada como Jair Domínguez y Peyu fue fácil?
  • N: En un principio me costó porque, además, les admiraba mucho a los dos. ¡Solo hacía que pensar que era muy fuerte que estuviera aquí con gente que sabía tanto! Ellos se entendían mucho, incluso a través de las miradas. Me preguntaba cómo me lo haría para encajar, pero me lo pusieron muy fácil y siempre hemos hablado mucho de tú a tú entre nosotros. Está claro que empecé cohibida porque nunca había hecho radio y lo noté, pero es normal porque siempre que te introduces en un lugar te tienes que acabar haciendo.
  • Y el hecho de trabajar juntos durante tantos años, Peyu y Jair, ¿no ha acabado afectando su relación? Aquello que dicen que es complicado trabajar con una pareja y con un amigo también.
  • P: Necesitas oxigenar la relación de vez en cuando y darte espacio, sobre todo en las cuestiones de improvisación. En BricoHeroes había muchos capítulos basados en el hecho de explicarnos anécdotas personales que no conociéramos del otro y, está claro, al final ya nos las sabíamos absolutamente todas. Llega un punto en que es difícil sorprender, sí, pero nunca nos ha afectado a la relación el hecho de trabajar juntos.
    J: Nunca nos ha afectado, no.
    N: Si, incluso, hacemos cosas fuera del trabajo. Vamos al teatro juntos. Las nocheviejas siempre las pasamos juntos, de hecho.
    P: Este año también venís, ¿verdad?
    J: Está claro, ya es tradición. Y mira que es supercomplicado tener una relación así con compañeros de trabajo.
    N: Algún día conseguiremos llevar a Peyu en la montaña.
  • No han tenido ganas nunca, entonces, de cambiar el compañero y buscar uno nuevo.
  • P: ¡Nunca! Es cierto que tenemos nuestras discusiones y hay malentendidos en la relación del día a día con cosas de comunicación porque cada uno entiende las cosas a su manera. Siempre hablamos las cosas y se arreglan.
    N: Haría mucha pena.
    J: Nuestra suerte es que cada uno de nosotros tiene otra vida fuera de El búnquer laboralmente hablando. Tenemos nuestros problemas y también la posibilidad de desproticar con otras personas. No hay que hacerlo siempre entre nosotros.
  • Compaginan este trabajo de Catalunya Ràdio con otros propios. Neus es profesora de música en una escuela, Jair escribe y colabora con el Està Passant de TV3 y Peyu trabaja al teatro, en la televisión con Natura Sàvia, tiene una productora y también un proyecto con cabras. ¿Tienen tiempo de todo?
  • N: En mi caso, me cuesta mucho porque tengo que preparar muchos informes, tenemos la función de Navidad, después final de curso… Hay momentos que son claves, aunque creo que esto va muy bien para el programa porque la gente se siente muy próxima a nosotros. Si estuviéramos en un lugar en el que solo hiciéramos radio sería diferente. Nosotros vivimos lo mismo que vive la gente de nuestro público.
    P: Bien es verdad que va a épocas. Yo ahora mismo estoy un poco agotado, la verdad. Eso sí, una parte del humor pasa por poder reflejar la realidad. Si centras tu vida en el único negocio de la comunicación y te rodeas de gente que solo se relaciona en este terreno, acabas perdiendo el contacto directo con la realidad y es muy difícil hacer humor. Tienes que vivir el momento en que tienes que ir al supermercado o cuando se te estropea el coche y tienes que ir al taller. El humor, al final, parte de la exageración de aquello que ves en tu día a día y cómo lo explicas a la gente porque se sientan identificados. Es bueno mantener este contacto siempre.
    J: También hay el punto en que somos autónomos, así que tampoco hemos podido parar nunca. Ojalá pudiéramos hacer solo este programa, sería fantástico. Ahora bien, creo que se perdería mucho la parte humana de El búnquer.
  • Graban los programas desde aquí, desde este estudio en Gurb. ¿Qué les aporta grabar desde Osona y no desde la sede central de Catalunya Ràdio en Barcelona?
  • N: A mí me aporta tranquilidad, antes que nada, porque me ahorro tener que entrar en Barcelona. Estar aquí no tiene nada que ver con estar allí.
    J: Además, esta localización nos permite trabajar con la gente de la productora El Corral con los que nos conocemos todos. Somos todos amigos, hay la familia del Peyu…
    P: Efectivamente, mis padres nos cocinan. Estar aquí te aporta un clima y un ambiente determinados, los que se acaban transmitiendo en un tono y una manera de hacer que es diferente al industrial a la cual estamos más acostumbrados. No digo que no haya creatividad en Barcelona, está claro, pero allá las cosas se hacen de otro modo. Aquí ofrecemos productos diferentes, aunque no sepas identificar muy bien qué es. El ambiente, el equipo y la manera de hacer son diferentes.
  • Muchos de los oyentes vienen a acompañarles presencialmente durante las grabaciones del programa y esto los permite también conocer la zona. Viene gente de más allá de la comarca, entiendo.
  • N: ¡Viene gente de allí en el Ebro, incluso!
    P: Si solo viniera gente de Osona, ya nos los habríamos acabado. Viene a vernos gente de toda Cataluña, también de muy lejos, y está bien que vayan a lugares fuera de Barcelona y descentralizarlo.
  • La lista de espera para poder venir a las grabaciones era tan larga que decidieron emprender una gira teatral por diferentes partes de Catalunya. ¿Como regalo a sus fans?
    P: Sentíamos la necesidad de salir de aquí y, además, creíamos que el programa en formato teatral también funcionaría. Nos inventamos esta historia de El búnquer confidencial y nos ha superado a todos en expectativas. En solo una semana se vendió casi todo el aforo de 10 de los teatros más grandes de Cataluña y hacemos dobles funciones al auditorio de Girona, ¡lo que es una majadería! Yo que vengo del mundo del teatro y que he picado mucha piedra durante años en que ha costado llenar los teatros, pues llenar dos auditorios de Girona o dos de Esparreguera o cuatro Atlàntides de Vic… ¡Ostras! Supongo que no salimos más a las noticias de TV3 porque deben de decir que somos unos pesados que volvemos a salir otra vez.
    J: Seguramente debe de ser por eso, sí.
    N: Yo iba a centros cívicos, cuando empezaba en el teatro amateur… Así que imagínate.
    J: Y hay que destacar que lo podemos hacer en catalán, lo que es un gusto.
  • El búnquer estuvo guardado en un cajón mucho de tiempo, decían. ¿Tienen algun otro proyecto esperando una oportunidad ahora mismo?
  • J: ¡Sí! Tenemos cosas de teatro, de televisión, de radio… Muchas cosas, pero no tenemos tiempo material de hacerlas. Peyu tendría que empezar a delegar tareas, por ejemplo.
    P: Tenemos unos cuántos proyectos al cajón, sí. Tenemos una cosa que mezcla un poco la filosofía de El búnquer y BricoHeroes y yo tengo muchas ganas de hacer una cosa relacionada con el sector primario también. En 2024 estaré centrado en hacer Natura Sàvia y después quizás repescamos algunos de los proyectos que tenemos a los cajones para que salga adelante. El cajón es grande.



79476