Hace más de un año, en la revista 942 de Guia de la Radio, hablamos de Pere Ribes, el niño invidente que comentaba el fútbol en Ràdio Olot. Ahora y a raíz de recibir el reconocimiento de los premios de Ràdio Associació, Alberto Domènech ha contado sus historia en La Vanguardia, una historia que incluso se ha visto reproducida en prensa de América Latina.
Pere Ribes es invidente de nacimiento. Esta discapacidad, no obstante, no ha sido problema en su corta pero intensa vida para que el chico, de tan solo once años, viva intensamente su día a día y pueda estar cumpliendo uno de sus primeros sueños vitales: ejercer como periodista deportivo en la radio. Y es que las ondas y el fútbol son dos de las grandes pasiones de este niño de Olot al que los premios de Ràdio Associació de Catalunya de este año han querido reconocer por su trabajo y la labor inclusiva de la radio de su pueblo. Todo un ejemplo de superación vivido con la naturalidad de un menor con lenguaje de adulto y que pregona sentencias inolvidables como esta: “Cuando hago radio veo claro”.
Su entorno familiar ha trabajado desde el primer día para eliminar el sentimiento de pena de su vida y su entorno. Pere es un chico afable que vive con completa franqueza y sinceridad su invidencia, hasta el punto de que su extraordinaria vivencia y experiencia personal va mucho más allá de la discapacidad. Cuando uno tiene la suerte de poder conversar con él, se da cuenta de que su magia está en su personalidad, no en su supuesta invalidez. Sus capacidades comunicativas, y la pasión en las cosas a las que se abraza han hecho de él una persona mucho más madura de la edad que abandera. Y es que compartir conversación y conocimientos con él es lo realmente asombroso.
Pasión por la radio y el Betis
Ribes no tenía más de cinco años cuando empezó su conexión con el deporte rey. Aburrido en casa, decidió encender la radio y una de las primeras cosas que le cautivó fue la narración de un gol en un «Carrusel Deportivo«. Fue una conexión inmediata y su curiosidad por el fútbol despertó de golpe, a pesar de que no conocía nada del reglamento: “Pensaba que meter un gol no tenía que ser tan difícil. Coges la pelota con las manos, la conduces, corres y la metes dentro de la portería”, explica Pere divertido. Poco a poco, los compañeros de clase le hicieron ver que la cosa no iba exactamente así, y fueron sus primeros maestros a la hora de inculcarle un espíritu futbolero que ahora parece imborrable.
Pero al chico le faltaba una motivación más. Un equipo al que seguir para abocar toda la pasión que nacía en su interior por este deporte. Sus simpatías iniciales por el Real Madrid se fueron diluyendo al escuchar por la radio una música celestial que le cautivó al instante: el himno del Betis. “Si este equipo gana tres partidos seguidos me hago seguidor”, se dijo Pere. Dicho y hecho, el equipo andaluz que en ese momento contaba en sus filas con jugadores como Jorge Molina, Ezequiel o Rubén Castro” logró tres victorias seguidas y el chico no dudó en mantener su decisión.
Cuando hago radio veo claro
Su pasión bética llegó hasta la peña del Betis Girona-Olot y, a través de su presidente, Diego Sánchez, impulsaron una original iniciativa: “Hicieron unos boletos que decían ‘Pere, te queremos en casa’ y vendieron cada uno de los mil que tenían por un euro. “Conseguimos 1.000 euros para que mi familia y yo pudiéramos ir a ver al Betis en su estadio”, explica el niño. Fue un Betis-Deportivo que jamás olvidará: “No me hacía ilusión ir al campo solo por la victoria, sino para poder cantar a capela ese himno que tantas veces había escuchado por la radio; fue impresionante”, admite Ribes.
Debut como comentarista
El primer ingrediente de su particular coctelera pasional estaba más que agitado. El segundo, cayó por lógica. Pere Ribes acumula miles de horas como oyente de radio, especialmente de carruseles y programas deportivos, por lo que no es de extrañar que su conexión con el medio y la profesión florecía de manera natural.
“Para mí era como un enigma. Cuando escuchaba la narración de los partidos pensaba que debía ser algo muy complicado saber transmitir esa euforia, así que me picó el gusanillo y quise despejar ese enigma probando suerte”, explica el chico.
Fue una temporada en la que el equipo de su pueblo, Olot, subió a Segunda B, por lo que entre los vecinos de la capital de La Garrotxa se despertó especial interés.
Él no fue una excepción y debutó en el campo como espectador en un Olot-Nàstic de Tarragona que le significó una mágica casualidad y causalidad. Ese día fue entrevistado al descanso por el periodista David Planella, al que seguía cada semana por la radio, y allí descubrió que el profesional había sido alumno de su madre.
La conexión fue tan rápida que el comunicador le abrió las puertas a seguir los partidos desde su cabina de retransmisión en el estadio. “Esa primera entrevista fue mágica, así que le dijimos que estuviera con nosotros, aunque sin hacer ningún comentario. Un día le dimos la oportunidad de comentar y ya fue definitivo”, explica Planella.
Pere puede ‘ver’ los goles
Y así fue como a sus pocos años de edad, y sin importar su invidencia, Pere se convirtió en pieza fundamental del equipo deportivo. Estoy convencido de que desde que habéis leído la cabecera tenéis una pregunta en mente. ¿Cómo puede hablar de partidos que no puede ver? Él mismo desvela el enigma: “Comentar un partido de fútbol no es solo narrarlo o decir cómo están puestos ambos equipos. Para mí es clave escuchar el narrador y dejarse llevar por su pasión y comentarios. Siempre digo que es como si alguien que está en el campo cierra los ojos y sigue el partido por la radio, seguro que podrá hacer muchos comentarios que, quizás, no haría con los ojos abiertos porque la emoción es más sentida”, explica Ribes.
Le pregunto cómo se imagina un gol. Y su respuesta vuelve a ser contundente: “No tengo que imaginar nada porque cuando el narrador te lo explica bien sabes perfectamente cómo ha sido el tanto”. El pequeño reivindica que los locutores vayan más allá del propio gol y expliquen con detalles toda la secuencia para poder ayudar a personas que no pueden verlo a sentirlo mucho mejor. Entre sus referentes de periodismo deportivo están Joan Maria Pou, Eduard de Batlle o Marc Mundet, de RAC 1, o Antonio Romero, de la Cadena SER. Y por supuesto, el mentor que le dio la oportunidad a él en la radio: David Planella. Éste no esconde la emoción que significa para él este hecho, al tiempo que defiende la participación del joven en su programa: “Independientemente de su invidencia, tiene capacidades y virtudes, como la memoria o la retención de datos y estadísticas, que nosotros no tenemos. Además, tiene un lenguaje muy radiofónico y deportivo, impensable para un niño de su edad”, explica el periodista, que no duda en asegurar que el chico “suma siempre”.
La mirada social
Planella lo tiene claro: “Tener a Pere en mi equipo supone un reto para mí, ya que es una manera de vivir cada retransmisión como algo muy importante. Aunque no tuviéramos ningún oyente, y sólo estuviera él, ya valdría la pena hacer lo que hago, con alguien que está viviendo contigo todo lo que dices”. El resumen, en su caso, también es contundente: “Pere es un crack en todos lo sentidos, ante el micrófono y fuera de él”, remata Planella para describir su relación con el pequeño.
Ribes sueña con poderse dedicar profesionalmente al periodismo deportivo, si puede ser en el medio que ama, la radio, mucho mejor. Él deja claro más de una vez durante la conversación que no cambiaría absolutamente nada de su vida. Le pregunto si es feliz y no tiene inconveniente en asegurar, con una pequeña sonrisa, si hacer falta responder a esa cuestión. Y tiene razón. Pere disfruta y ama lo que tiene, la radio, el fútbol, su amor por el humor de Juan Carlos Ortega o la música, con grupos preferidos como Txarango o Els Catarres. El 20 de mayo el auditorio de la ONCE acogerá, un año más, la jornada Música a les Mans, un concierto con alumnos invidentes de toda Catalunya. Él no faltará a la cita anual y quizás, aunque sea por unas horas, deje de lado los nervios que le provocan poder contar en primera persona por la radio un nuevo ascenso a Segunda B del Olot, su otro equipo del alma.
48522