Paco Nadal: «La radio es mi vicio. En la radio eres tú; en la tele siempre estás teledirigido»

Paco Nadal

En levante-emv.com leemos: «Mucho antes de que los teóricos acuñaran conceptos como multimedialidad o «periodista polivalente», el hijo de don Emilio, ‘el mestre’, y la señora Emilieta, ya lo había practicado, tras estudiar Magisterio.
Porque Paco Nadal (Valencia, 1945) es un comunicador orquesta. Ha trabajado en varias emisoras de radio, en prensa y televisión; ha presentado concursos, ha retransmitido fútbol, balonmano, pilota valenciana, vueltas ciclistas y hasta pressing.
O la entrada de toros de Segorbe. Ha gestionado publicidad y ha presentado bolos por escenarios de toda la geografía valenciana.



En Canal 9 llegó a salir más que la ‘mosca’ de la marca. Y eso molestaba tanto a un compañero que llegó a decir: «sólo le falta salir en L’Alqueria Blanca».
A Paco le llegó el comentario, contactó con el productor y se ganó un papel en la serie. Una de tantas anécdotas personales y laborales de 50 años de profesión que ahora se han encuadernado en Paco Nadal.
La vida de un comunicador (Sargantana). El prólogo es de José María García y el epílogo, de sus hijas, Lucía y Pilar.

  • Es verdad que cuenta muchas anécdotas, pero con la de jugadores, directivos, políticos… que ha conocido usted. ¿Diría que este es un libro de silencios, más que de palabras?
  • Bueno, el periodismo a veces es más lo que te callas que lo que dices. Jugadores que han puesto a parir a directivos, por ejemplo. Todo eso no lo he publicado. Información política no he hecho, nunca he estado en el politiqueo, por eso ahí no puedo tener nada escondido. A otros niveles tampoco.
  • El único que sale perjudicado en el libro, con nombre y apellidos, es el presidente Alberto Fabra por el cierre de Canal 9.
  • Pues, con todo, ahí me he tenido que callar muchas cosas, no quise meter más mierda y leña al bombo. La verdad es que lo tenía escrito, pero mi mujer, que era la que corregía, me dijo ‘déjalo estar, de ahí no pases’.
  • ¿Cuántas versiones ha hecho para rebajar el tono?
  • Alguna que otra página he lanzado a la basura. Mi padre aprobó la oposición de Magisterio. Tomo posesión de la plaza en Requena y luego se fue a la guerra. Cuando regresó ya no tenía nada.
    Tuvo que buscarse la vida en un colegio privado. Y hasta ahí he escrito.
  • Sus hijas destacan de usted la humildad. ¿No cree que el periodismo sin egos sería como un jardín sin flores? Y perdón por la originalidad.
  • Hay muchas maneras de tener ego. Yo iba por la calle y si la gente no me saludaba y me pedía una foto, me molestaba. Las cosas como son.
    Quieres reconocimiento, más si estás en la tele. Ese tipo de ego lo tenemos todos. Otra cosa es el que dirige, como yo he hecho, programas y maltrata a la gente porque se siente el más guapo y listo del mundo.
    Eso no lo he sido nunca. Todos los colaboradores de este libro han resaltado esa humildad en el sentido de que yo no era un coco y era uno más.
    Eso para mi es el mejor elogio.
  • Dice que la radio ha sido su gran preferencia profesional, su «vicio», dice. ¿Por qué los que han hecho tele, prensa y radio se quedan con la radio?
  • Sí, es mi vicio. En la radio eres tú, con tu forma de ser. La tele es un coñazo. Que si la iluminación, que si hace sombra o no hace sombra…
    Conmigo los realizadores iban de cabeza porque no hacia caso a nadie. Me saltaba el guión cada segundo hasta que cuando me conocían me dejaban tranquilo.
    En la tele siempre estás teledirigido y en la radio eres tu. En la radio, con un cirio y un papel con cuatro anotaciones haces el programa.
  • Ha retransmitido hasta «pressing catch». Ahí creó un vocabulario en valenciano: «nyespla», «bossinà», «volantí», «patà als collons»… Enganchó hasta al presidente Joan Lerma.
  • Sí señor. En una inauguración del desvío de la carretera de Sagunt a Burgos, yo acompañé al alcalde de Torres-Torres, que era familia de mi esposa.
    Lerma se acercó y me dijo, «hombre Paco, una cosa te quiero decir: todos los viernes nos juntamos en casa de amigos o en la mía a cenar para verte a ti con el «pressing catch»».
  • Fue compañero de Rita Barberá en la SER. «Una gran compañera, una gran profesional y una gran alcaldesa», dice de ella. ¿Cómo la recuerda?
  • Tengo un fenomenal recuerdo. Gran compañera. Estuvo siete años en Radio València. Estaba en informativos, en información municipal, y yo, en programas.
    Pero al ser de edades parecidas y como los dos entramos casi juntos, teníamos mucha relación. Y para mí fue una buena alcaldesa, cada cual opinará una cosa.
  • Le dijo en 2015 que no se presentara.
  • Sí, luego me dijo: «Paco, tenías razón».
  • Confiesa que es del Levante UD y que de pequeño iba a Vallejo porque su tío Andrés era acomodador de la tribuna. Seguro que muchos valencianistas lo ignoraban.
  • Si, yo de niño iba a Vallejo. Y eso es para toda la vida. Aunque tu has de ser objetivo cuando narras los partidos, pase lo que pase, sea o no tu equipo.
  • Ahora nadie esconde sus colores, algunos retransmiten literalmente con la camiseta puesta.
  • Sí, con camiseta y bufanda. No lo entiendo y no me gusta. Pero ahora toca eso, periodistas hooligans. Ya le digo que pienso que has de ser objetivo. Mira, Daniel Solsona es como si fuera familia.
    Pues cuando no jugaba bien yo lo decía, por muy amigo y casi hermano que fuera. Soy del Levante UD y si jugaba mal pues lo decía.
  • Ahora se ha impuesto el fútbol negocio. ¿Tiene solución el València CF con Lim?
  • Hace cuatro años que no he pisado el campo del Valencia CF ni el del Levante UD. Me aburre el fútbol, prefiero estar en casa con mis hijas y nietos.
    Lim, por supuesto, no tiene ningún sentimiento valencianista. El Valencia lo tiene muy difícil. La deuda es grande. Y Lim se dedica a vender jugadores que le aporten alguna perra y se queda la pasta.
  • De José Vicente ‘el Nano’ Aleixandre dice que era “la mejor pluma que he conocido. Gran periodista, para mí, el mejor».
  • Como él no había nadie. Su manera de ser…. Sabía qué era el periodismo, escribía fenomenal, con una ironía extraordinaria. Si no sabía de algo no escribía.
    No inventaba historietas como otros. Si se tenía que meter con alguien lo hacía, con criterio y sin insultar. Ahora lo que se lleva es insultar.
    Por las mañanas, nos decíamos, ¿has leído al ‘Nano’?
  • Estuvo en la Vuelta Ciclista a España, en la SER, con José María García, que escribe el prólogo, y luego con José Ramón de la Morena, que hace una colaboración. ¿Con quién se queda?
  • Son dos estilos muy distintos. Cada uno interpretaba la información de una manera. García fue el que dio a la información deportiva mucho impulso y que asumiera un papel que no tenía en los medios de comunicación.
    En la radio había programas de cinco minutos y en la prensa una página. Cuando De la Morena coge el testigo, el camino estaba hecho. El camino lo abrió García.
  • Otro amigo suyo, Pepe Domingo Castaño, también innovó: convirtió la publicidad en un espectáculo.
  • Sí, totalmente de acuerdo. Cuando empecé en Radio Popular, hacíamos probaturas con la publicidad, como cantar. Decían que estábamos locos.
    Yo trabajé en la SER el tema de la publicidad con Joaquín Prat, y mi tío Juan de Toro, que eran dos fenómenos. Ellos marcaron la pauta y Pepe Domingo siguió esa línea.
  • Dice el periodista Juanma Doménech que nunca quiso irse de Valencia. ¿Cuántas ofertas ha tenido?
  • Cada vez que iba a Radio Madrid me pedían que me quedara. Me ofrecieron también ser jefe de deportes de Radio Barcelona y pensé ¿qué hago yo allí?
    Yo siempre he sido de dormir en Valencia.
  • Solo destaca a dos grandes amigos del deporte: Pedro Cortés y Daniel Solsona. Pues mira que ha conocido gente….
  • Amigos de incluirlos prácticamente en la familia… Con estas dos personas nos hemos juntado muchas veces las familias, en comidas navideñas, cumpleaños, etc.
    En otros casos tengo mucha amistad pero, por ejemplo, no conozco a las esposas.
  • Rafael Conde ‘El Titi‘ es el artista que más le ha impresionado. ¿Por qué era tan especial?
  • Pues aun no lo he averiguado, pero era un artista muy cautivador. ¿Cómo alguien que cantaba las mismas canciones y contaba los mismos chistes e iba a los mismos pueblos, por ejemplo a Alberic, un verano y otro y otro… seguía triunfando igual?
    La gente gritaba ¡otra, otra! Veinte años después, haciendo bolos con Espectáculos Benavent, vi que eran las mismas canciones. ¡Y seguía triunfando! Era muy especial.

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