Paco González llora a Pepe Domingo Castaño (COPE): «Tengo pánico a que llegue el martes, ver esa silla vacía…»

Paco González y Pepe Domingo Castaño

Guillermo García escribe en relevo.com: Son muchas las parejas que han hecho historia en el mundo del deporte. Tanto dentro de la cancha (Michael Jordan y Scottie Pippen, Xavi e Iniesta, las hermanas Williams…) como fuera.
Y ahí es donde tiene especial relevancia la dupla formada por Paco González y Pepe Domingo Castaño. Dos voces que han sido clave para vivir y contar los éxitos del deporte español durante las últimas décadas.
Una dupla que se ha quedado ‘sorda’ tras la muerte del periodista gallego, dejando ‘solo’ a Paco González.



Después de un día sin separarse de la familia de Pepe Domingo, apoyándoles en los momentos más difíciles de su vida, pasadas las doce de la noche Paco González entró en Tiempo de juego de COPE, con la voz entrecortada, para recordar a quien considera su amigo, su padre, su hermano: «Estoy impresionado.
Estoy empezando a responder a algunos mensajes. Muy agradecido a cualquier persona y que, en cualquier ámbito, haya demostrado su afecto a Pepe.
Es el recuerdo que se va a llevar. Con el ‘Pepe, un purito’ en Getafe me he puesto a llorar. El respeto de todos los estadios y todos los deportes.
Desde la política al deporte. Muy agradecido y orgulloso de los compañeros, que son el equipo del programa de Pepe. No hacía más que oír en el tanatorio «qué programa están haciendo».

«He pasado momentos de no querer aceptarlo, de no parar de llorar y ahora un poco más sereno», declaró antes de hablar de cómo fueron los últimos días de Pepe Domingo Castaño: «Hace dos sábados, Pepe vino fastidiado de la garganta.
Se marchó y fue al médico. Hace una semana fue a otro médico y vio que no evolucionaba. En lugar de una infección bacteriana, a lo mejor era de hongos y empezó otro tratamiento.
El jueves y el viernes estaba muy cansado. Ayer, Tere (su mujer) nos dijo que se quedaban ingresados por una hepatitis medicamentosa y pensé: ‘Cómo estará sufriendo porque el asunto de batas, enfermedades y hospitales le provocaba aprensión’.
Nunca me imaginaba malo a Pepe, ni con el infarto o con el virus. Lo que no esperábamos es que al final de ese día… Nos llamó Óscar, su hijo pequeño y nos dijo que no había solución. Que no pasaba de esta noche».

Paco y Pepe fueron una pareja inseparable: «He estado mano a mano con él 31 años, desde septiembre del 92. Entré en la radio en 1987 y siempre me trató con un gran cariño.
Lo que más me gustaba de Pepe era… Es difícil resumirlo. Cuando lo hacía mal, era un padre comprensivo; cuando lo hacía bien, era un padre orgulloso; en las malas ha sido un hermano; en la radio, un genio y un comunicador extraordinario: le he visto hacer sonreír y llorar o mantener a todo un pabellón lleno en silencio.
Si me tuviera que quedar con algo es que fue un ejemplo, y no me refiero a cómo disfrutaba en la vida. Cuando yo iba a en el avión, era amigo de Julio Iglesias, había arrasado en un programa nacional en la radio y vi que las personas que le rodeaban, en la radio, eran Paco Barrero, el maestro Mendoza y Herrero Mingorance, tres personas que pertenecían a una radio castiza y los tenía como sus grandes amigos.
Villa de Verín era el bar más humilde de donde se tomaba una caña y trataba a los camareros, y a todo el que le rodeaba, con el cariño y respeto de siempre.
Trataba con el mismo respeto al humilde como al poderoso, incluso con más cariño. Esas son las grandes lecciones que dejaba Pepe».

Paco González, aún digiriendo el golpe, teme el paso de los días y la llegada de ese instante en el que se siente en la mesa de Tiempo de Juego y a su lado no esté su compañero de batallas: «No tengo ni idea cómo será la radio sin él.
Me han preguntado muchas veces cómo será la radio sin Pepe y uno podía imaginar que iba a ser poco a poco. Pero dejarlo de forma abrupta…
Tengo un pánico personal al martes, mirar a esa silla y que esté vacía. Lo he hecho, pero sabía que estaba: con la careta grabada o la publicidad grabada.
No voy a tener ni una publicidad, ni un partido, ni una cena más con Pepe. No digo alargar esta maravilla de 31 años, sino una vez más. No lo voy a tener.
Me da pánico. Pepe inventó la publicidad coral y rebasó lo que hizo su ídolo Joaquín Prat. Hacía muchas veces más bonita la publicidad que el contenido del programa.
No tengo ni idea cómo será la publi en el programa. Hace años yo decía: el que venga después de Pepe está muerto. A Pepe le gustaría, y lo estoy pensando en voz alta, que hiciera esa publicidad los miembros del equipo.
Tal vez una cosa repartida, pero ahora no estoy con la cabeza para pensarlo». Y se despidió con tanta pena como resignación: «El vacío es tremendo, a ver cómo lo rellenamos».

Paco-Pepe, un binomio inseparable
El asturiano quiso estar junto a su compañero inseparable hasta el final y por ello estuvo en el Hospital de la Zarzuela, en Madrid, con la familia de Pepe Domingo hasta su útimo aliento.
Así lo desveló Juanma Castaño en su primera intervención, con voz entrecortada, al recordar al periodista gallego: «Pepe ha muerto acompañado de los suyos y de Paco también, estaba a unos metros cuando sucedió».

Porque Paco no era sin Pepe igual que Pepe no era sin Paco. Se habían convertido en un binomio inseparable desde que comenzaran juntos hace más de 30 años.
Pepe Domingo Castaño llevaba ya mucho bagaje en la mochila. Sobre todo en el periodismo musical. Pero también en el deportivo.
Primero en la Vuelta y más tarde en Carrusel Deportivo, donde llegó en 1988 con Antonio Martín Valbuena, antesala de lo que vendría cuatro años después.

En 1992 Paco González asumía la dirección del programa que, cada fin de semana, repasaba toda la actualidad de la jornada en el deporte.
Y lo hacía de la mano de Pepe Domingo Castaño. «Pepe empezó siendo el padre de Paco, luego llegó a ser el amigo de Paco y ahora Pepe y Paco eran algo más, eran una sola persona, vasos comunicantes.
Si Paco estaba mal, Pepe estaba mal, si Pepe estaba mal, Paco estaba mal, pero cada uno tiraba del otro», recordaba Manolo Lama en la Cadena COPE, minutos después del fallecimiento del gallego.

La relación entre Paco González y Pepe Domingo Castaño vivió un pequeño parentésis en las ondas, que no fuera de ella. Sucedió en el mes de mayo de 2010.
González era despedido de la Cadena SER y parecía que la dupla que ponía voz al deporte se rompía. Nada más lejos de la realidad.
Pepe Domingo Castaño anunciaba días después que «volaría» en compañía de su amigo.

Uno de los episodios que marcó la trayectoria de este dúo fue la final del Mundial de Sudáfrica 2010. Paco González ya no estaba en la radio.
Estaba en Cuatro retransmitiendo el Mundial por televisión. Castaño no podía cantar el gol de Iniesta con su inseparable compañero.
«Fue una mezcla de sensaciones, la alegría por el triunfo de España y la tristeza por la marcha de Paco de la SER. Cuando hice mi última publicidad, me fui a la terraza a llorar, porque no quería llorar en antena», recordaba años más tarde en una entrevista en COPE.

Fue un impasse en una relación que se retomó el 13 de julio de 2010, cuando la Cadena COPE anunciaba la llegada de la pareja para llevar las riendas de su Tiempo de Juego.
«Yo me debía más a un amigo que a una empresa y creo que hice bien y no me arrepiento», apuntaba entonces Castaño sobre una relación que ha ido más allá de los micrófonos y de unas ondas que se han quedado sin compañía para Paco González y todo su equipo.

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