Claudia San Martín escribe en diariosur.es que profesionales de la locución y vecinos de Palma-Palmilla participan en una ficción sonora sobre La Desbandá que promueve esta radio comunitaria y que ya se puede escuchar.
En la familia de Mari Carmen Castillo aún hay una herida abierta que ni el paso de los años logra curar. Su tío fue uno de los miles malagueños que huyeron desde Málaga por la carretera de Almería a principios de 1937 en la conocida Desbandá, aunque su caso fue más bien casualidad. Esta mujer es vecina de la Palma-Palmilla, y aunque su experiencia delante de un micro era nula hasta hace pocos años, ahora ha participado en un proyecto conmovedor, necesario y plural. Desde Onda Color, Alejandro Blanco puso en marcha hace unos meses una serie de ficción sonora basada en una realidad aún latente: la historia de la huida de miles de personas cuando entraron en Málaga las tropas franquistas.
Para ser lo más fieles a la realidad, mantener el máximo rigor histórico y añadir así relatos de ficción que se enmarcan en el contexto, el equipo de esta radio comunitaria investigó exhaustivamente en la prensa del momento y se empapó de los libros publicados sobre el asunto. De este modo, los guionistas Álvaro Guerrero y Xisco Lozano pudieron tener una fiel línea histórica para ir creando los personajes de esta serie.
En total, estos jóvenes recientemente titulados en Comunicación Audiovisual crearon unos 60 personajes para dar vida a cada acontecimiento, aunque en realidad se contó con 40 actores de doblaje, la mayoría de ellos vecinos de Palma-Palmilla no profesionales en este asunto.
Una de ellas, Mari Carmen Castillo, guarda esa conexión con la historia de la ‘Desbandá’ por lo que vivió su abuela, su madre y ella misma de pequeña con uno de sus tíos. Parte de su familia fundó el Partido Comunista en Almogía, pueblo al que pertenecían, por lo que con la llegada de las tropas franquistas a Málaga no tuvieron más remedio que huir.
Su tío, que no pertenecía al partido, acompañó a uno de sus primos durante esa huida por solidaridad familiar, pero la fortuna no le acompañó y fue capturado y enviado al campo de concentración en Padul, cerca de Granada. Durante cinco años, el tío de Castillo estuvo retenido en este lugar y volvió tras una experiencia traumática con enfermedades que acabaron por arrebatarle la vida: «Nunca le vi reírse, esta experiencia le marcó mucho. Y en mi familia no se ha vuelto a hablar de esto. Mi madre, que ahora tiene 87 años, no quiere ni escuchar los capítulos, para ellos es muy duro de recordar», relata esta vecina que ha participado en esta serie aunque su familia le diera una negativa.
Ella, sin embargo, lo hace para que esta historia no caiga en el olvido, para homenajear a las personas asesinadas y para que una masacre de esta categoría se conozca más allá de nuestras fronteras.
Lo curioso y algo que han visto durante el rodaje de esta serie es que muchos de los participantes no sabían qué era La Desbandá y mucho menos las miles de muertes de civiles que se produjeron. Ángela López, estudiante en la Escuela de Arte Dramático, reconoce que es «inadmisible» que muchos malagueños desconozcan la historia de su ciudad, algo que le ocurrió a ella. Sin embargo, este proyecto ha despertado en esta joven ganas de seguir indagando: «La Guerra Civil es una herida que intentamos cerrar a la fuerza, pero sin desinfectar todo lo que hay dentro. Onda Color ha hecho una gran labor en este sentido», relata esta mujer de 27 años.
Personajes de distintas edades
En estos cinco capítulos, de los cuales ya se pueden escuchar dos en el SoundCloud de Onda Color, hay nombres conocidos e historias de todo tipo, como discursos de Queipo de Llano, relatos de niños y niñas que estuvieron implicados o conversaciones en las calles de Málaga sobre el temor de lo ocurrido.
La voz de Elsa, por ejemplo, es una de las más jóvenes que interpretan este relato desgarrador y lo hace con naturalidad y una soltura pasmosa. A sus nueve años, reconoce que su «experiencia ha sido muy buena» durante su primer acercamiento a la radio, aunque espera que su personaje se reencuentre con su madre: «He aprendido que la vida no es siempre tan fácil. Me costó mucho la parte en la que María, mi personaje, tiene que dejar a su madre», cuenta esta niña.
Otra de las partes fundamentales para que el relato caminara era una música adaptada a cada momento y circunstancia. Para ello, Onda Color contó con la ayuda de Miguel Ángel Vera, un experimentado compositor que supo buscar las melodías a cada intervención. Este barcelonés lleva 12 años residiendo en Málaga, y aunque no conocía la historia, muchos de sus familiares vivieron la Guerra Civil y repercutió en ellos: «Me pareció un punto de inflexión y en cuanto vi el guión fue más fácil hacer la música. Cuando hicimos la escucha general del primer capítulo, el 5 de febrero, tuvimos que aguantar las lágrimas. Para muchos de nosotros este proyecto ha significado mucho», explica con emoción.
Cada 15 días, desde Onda Color irán subiendo los capítulos a su perfil ‘Onda Color – Málaga’ en la plataforma de SoundCloud, donde se pueden escuchar, descargar y compartir para que esta historia siga creciendo y sus voces no caigan en el olvido.
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